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El Teatro griego Frank Romero Day

Ahora que estamos en plenos festejos vendimiales, antes que se prendan las luces del teatro griego, creemos que es momento para recordar un poco de su historia.

Enclavado en la falda de los cerros que lindan con el Parque General San Martín, el Teatro Griego Frank Romero Day, declarado Patrimonio Cultural de Mendoza, es el escenario oficial de la Fiesta Nacional de la Vendimia.

El Teatro griego Frank Romero Day, sirve de escenario desde 1963 para la culminación de los festejos vendimiales. El recinto permite albergar a los 21.686 espectadores que, cómodamente sentados, participan del espectáculo de luz y sonido donde se elige la reina nacional de la vendimia de cada año. Esta capacidad se triplica fácilmente con el público que presencia la Fiesta desde las serranías aledañas.

El nombre original del teatro griego fue: anfiteatro del Cerro de la Gloria o gran teatro al aire libre del Cerro de la Gloria. Esta monumental obra fue concebida y realizada por uno de los más destacados arquitectos de Mendoza, don Daniel Ramos Correas, quien en 1940 fue designado director de bosques y parques, siendo gobernador Rodolfo Corominas Segura. La obra estaba incluida entre varios proyectos correspondientes al parque General San Martín que abarcaba la remodelación del Cerro de la Gloria, un pequeño teatro al aire libre y la modernización y traslado del zoológico, que estaba en la rotonda.

 

El lugar elegido para la construcción del teatro griego, según las palabras de Ramos Correas “ya estaba hecho por naturaleza, era el lugar ideal y sólo restaban obras menores por parte del hombre.” Con el cambio de gobierno, asumió en Obras Públicas el ingeniero agrónomo, Frank Romero Day, quien decidió apoyar y continuar las obras y otorgar los fondos necesarios. 

 

Entre 1941 y 1950 la construcción sufrió sucesivas interrupciones y en 1950 fue utilizado por primera vez con motivo de ser declarado en todo el país el año sanmartiniano. Se presentó la Cantata Sanmartiniana, en homenaje al libertador, aunque las obras no estaban finalizadas. En 1962 se resolvió continuarlo y en 1963 quedó oficialmente inaugurado con la realización de la fiesta de la vendimia, colocando además una plaqueta con el nombre de Frank Romero Day a sugerencia del ministro de Obras y Servicios Públicos, Sr. Ercheski, en la intervención de Guevara Civit.

 

El teatro griego es único en la Argentina, tiene 120 metros de boca escénica y el respaldo de dos kilómetros de cerros. La amplia plataforma que cumple la función de escenario, semeja una gran bandeja y se halla separada de las gradas por una fuente de agua. Los cerros circundantes están bautizados por don Abelardo Vázquez como: Cabernet, Pinot, Semillón y Vinagre.

Múltiples escenarios, que pertenecen a la masa construida, se habilitan simultáneamente con una superficie total de 900 m2 a los que se le agregan escenarios circunstanciales según necesidades. El proscenio central tiene 60 metros de boca lo que permite una visión de 180° de la Fiesta Magna.

Para dar vida al imponente coliseo, un submundo esceno-técnico se moviliza antes, durante y después del espectáculo. El teatro posee una capacidad de unidades funcionales: 14 camarines con baños, individuales y generales; en el subsuelo se encuentran: depósitos, talleres de utilería y subestaciones de energía eléctrica con un desarrollo dimensional de 420m2.

 

De acuerdo a propuestas escenográficas se instalan entre 100 a 200 cajas lumínicas, recurso plástico único. Donde se ocupan más de 20.000 lámparas pintadas a mano, casi artesanal. Participan del espectáculo bailarines, actores y extras en un número que oscila entre 800 a 1000 personas, aproximadamente y que se desplazan en giros de danzas y movimientos actorales, iluminadas por más de cuarenta y cinco mil fuentes de luz, considerando fuentes fijas, móviles y direccionadas.

La potencia necesaria es de 1.3 megavatios, utilizándose 25km. de cables. El sonido consta de una banda sonora de 4 pistas. Se suman además, múltiples efectos especiales de pirotecnia, fuegos artificiales, rayos láser que cierran el acto central, en cantidades aproximadas de alrededor de 50 a 70 efectos. Un espectáculo como se merece el tesonero hombre de esta tierra que condujo el agua e hizo brotar nueva vida en medio del desierto.

 

 

Fuentre: Turismo 530