Una de las obras más importantes para Mendoza, porque volverá a unir las localidades de Cacheuta y Potrerillos, se estima que culminará en febrero.
Las localidades de Cacheuta y Potrerillos fueron desvinculadas cuando se construyó el dique Potrerillos, en 1999, y se interrumpió el antiguo trazado del camino, que quedó parcialmente bajo el agua.
Luego de casi dos décadas, volverán a unirse dando forma a un circuito turístico integral que contribuirá al desarrollo urbano de la zona.
Todas las tareas se han estado llevando a cabo sin perder de vista la importancia de los aspectos ambientales y por ello se realizan plantaciones de arbustos y árboles en las áreas intervenidas.
Pero, esta obra, tan ansiada y prometida, llega en un momento cuando ya Cacheuta logró instalarse como destino en sí mismo.
Hace algunos años Cacheuta era parte del recorrido obligado para cruzar a Chile o llegar a Potrerillos y todas sus villas cordilleranas. Después de la creación del Dique y la impronta que se le dio a nuestra cordillera Cacheuta parecía quedar olvidada, casi rezagada del ímpetu turístico que recibió la Ruta 7. El lugar parecía sólo relegado a las aguas termales que algunos recordaban por estos lares y a ese viejo puente colgante que tantas veces fue postal de la montaña mendocina.
Sin embargo, en silencio y sin demasiada promoción la Ruta provincial 82, Cacheuta fue dando su propio vuelco y potenciando el encanto natural con servicios alternativos.
El increíble paisaje de alta montaña con curvas y contracurvas que juegan con las vertientes fue escondiendo rincones donde surgen la aventura extrema y la bohemia bien entendida.
El camino hacia Cacheuta tiene su paso obligado por Blanco Encalada. Allí está emplazada una de las opciones más populares de este verano. Nos referimos a la exitosa playa ubicada a la margen del Río Mendoza que creó la Municipalidad de Luján de Cuyo, en la cual solo se paga el ingreso del auto al balneario.
En la misma zona surge una importante cantidad de restaurantes, bodegones, cabañas, hospedajes y salones de té que conviven con empresas de rafting y campings inmersos en empinadas montañas.
Llegando al final, donde el camino se hace un cul de sac, aparece el viejo Cacheuta.Este pueblo de montaña ha sabido reivindicarse y convertirse en un sitio con identidad joven que alberga bares, boliches nocturnos, restaurantes con concepto y cientos de artesanos que se encuentran a sus anchas. Pequeñas callecitas van metiéndose en el poblado, algunas ni siquiera permiten el ancho de los autos por lo que sólo se pueden recorrerse caminando.
La estación de tren se mantiene impoluta con flora crecida, lo cual la hace aún más pintoresca. Mientras los locales usan durmientes y rieles a modo de decoración. La música es gran protagonista de este lugar, un spa tipo under permite disfrutar de una tarde de masajes distendidos mientras el reggae se hace propio. Siguiendo las callejuelas, casi enfrentada a la estación detrás de una antigua puerta de correos, aparece Rock N Rieles. Rock N Rieles es un restó de alto vuelo con una estética perfectamente combinada entre el rock y la historia ferroviaria de Cacheuta. El espacio ofrece ideales noches de bandas roqueras maridadas con excelentes tragos. La “onda” nocturna de Cacheuta continúa en uno de los bares más famosos de la provincia. Hablamos de “Giramundo” ubicado del otro lado del puente. Con conciencia de reciclaje esta taberna de montaña conquista a público de todas las edades en un ambiente distendido y festivo.
Si seguimos paseando por Cacheuta no faltará la foto en el histórico, característico y atractivo puente colgante, el cual permite descubrir un imponente paisaje y practicar deportes extremos como Bungy Jumping y Puenting.
Si de aguas termales se trata este es el lugar. La leyenda reza que un cacique llamado Cacheuta reunió tesoros para liberar a Atahualpa, señor Inca, que había sido capturado por el enemigo. En el momento del enfrentamiento Cacheuta escondió el tesoro pero fue vencido. Al iniciar sus enemigos la búsqueda del botín comenzaron a surgir grandes chorros de agua caliente de la tierra. El fenómeno fue atribuido al espíritu del cacique.
Desde entonces se conocen las grandes virtudes terapéuticas de estas aguas cálidas, convirtiéndose en un centro termal de fama mundial. La relajación y los beneficios medicinales de estas aguas pueden vivirse tanto en hoteles con los lujos cinco estrellas o en el Parque de Aguas Termales que justamente es la espalda del pequeño pueblo que se ha conformado en el lugar.
Una cómoda piscina semicubierta, otra acondicionada con burbujas con una temperatura promedio de 30º y duchas masajeadoras, que actúan sobre el cuerpo como masajes, produciendo un efecto relajante, son algunas de las maravillas que ofrece este famoso parque de agua.
Los invitamos a visitar Cacheuta, mucho más que un pueblo de montaña.
Fuente: Revista High, por Carla Luna; Jornada
21/10/2017