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Ahora sí, Potrerillos con todo

Hotel Potrerillos

A la variada oferta de espléndidos paisajes cordilleranos y multiples opciones de turismo aventura, ahora se sumó la reapertura del emblemático hotel de Potrerillos, con su lujoso edificio frente al lago.

Potrerillos se encuentra a 1700 metros sobre el nivel del mar, a 85 km de la ciudad capital de Mendoza.

Esta localidad mendocina, ubicada sobre la Cordillera de los Andes, es una opción ideal tanto para aquellos que quieran tomarse unas vacaciones de descanso como para los que decidan realizar turismo aventura. Allí, se puede disfrutar del paisaje cordillerano y realizar cabalgatas, rafting, escaladas, mountain bike y paseos en cuatriciclos. Además, en el dique Potrerillos se pueden desarrollar deportes náuticos sin motor.

La ciudad montañosa también se distingue por ser un polo gastronómico muy importante, otra de las características que la consolidan como una buena opción para vacacionar.

Pero ahora la buena noticia que se agrega para el turismo es que reabrió sus puertas un ícono de la zona, con trascendencia nacional e internacional, el lujoso hotel de Potrerillos

En los últimos años se perdieron emblemáticos alojamientos de montaña. Ahora, con la recuperación y habilitación del Hotel Potrerillos se ha dado un primer paso para revertir aquella tendencia.

La puesta en marcha de este hotel público, de gran valor patrimonial, tuvo postergaciones pero ahora concluyen largos años de abandono. Inclusive las instalaciones corrieron el riesgo de perderse para siempre por los reiterados saqueos y robos que sufrió.

En 1940 comenzó su construcción. Fue diseñado por el arquitecto Arturo Civit, con estilo californiano español y construido por el Estado provincial, a través de la empresa constructora José Cartellone. El 25 de enero de 1942 se produjo la apertura.

El hotel otorgaría un nuevo impulso a la región, tradicionalmente ganadera, minera y con agricultura de subsistencia, que trajo como consecuencia el desarrollo de actividades de servicios. Así comienzan a construirse atractivas cabañas y casas de fin de semana. En 1967 se produjo el cierre del establecimiento, por diversos factores que contribuyeron a un proceso de decadencia de los hoteles de montaña (lentitud de obras viales, etapa ascendente del turismo en otras plazas).

Luego vinieron períodos de altas y bajas, con cierres y el peligro de pérdida de una infraestructura patrimonial. En la década pasada hubo promesas, licitaciones que se cayeron y concesiones que no prosperaron, con una intervención muy meritoria de los empleados quienes, en algún momento, intentaron mantener la fuente laboral. Se recuerdan momentos en que el abandono se apoderó del lugar y se temió que su deterioro fuera irreversible.

Con la actual e importante participación del sector privado, más el control del Estado y una concesión por 20 años para la explotación del bien, se ha dado un gravitante paso adelante.

Las instalaciones primigenias conservan su alto valor patrimonial, aspecto adecuadamente respetado por los inversores; se han agregado construcciones modernas, bien resueltas, que brindan comodidades y estándares de calidad de servicios en el estilo de las grandes estructuras hoteleras. Es así entonces que los alojamientos de montaña, tan requeridos por los viajeros de otras partes y también por el habitante de este suelo, han dado un paso adelante.

Desde su inauguración en 1942 este ícono de la hotelería se destacó por su riqueza patrimonial y la idea es que en el futuro inmediato sea un modelo de prestación de servicios turísticos en el perilago de Potrerillos.

El actual proceso contiene además el ordenamiento del perilago. Con estos pasos, cuando se den íntegramente, el visitante disfrutará del alojamiento reinaugurado y del entorno. Otro punto pendiente es la terminación de una vez por todas de la vinculación del camino (ruta 82), que pasando por el coronamiento de la presa, tras atravesar la montaña, se unirá al circuito que rodea el lago.

Se dispone entonces de un lago entre montañas, del cual puedan disfrutar todos y en forma ordenada, preservando las condiciones naturales y ambientales con un histórico hotel ubicado en uno de los puntos más altos del borde de la presa, en funcionamiento y con servicios de calidad. La condición turística de la provincia logra un punto a favor.

Actualmente el lujoso edificio del hotel de Potrerillos, que permaneció cerrado los últimos 10 años, volvió a abrir sus puertas. Sus instalaciones han recuperado todo su esplendor y se encuentran abiertas en modo “preapertura”, ya que estiman que la inauguración oficial será en dos semanas. Por el momento se aloja a unos pocos pasajeros que llegan por recomendación o curiosidad; se realizan eventos y se reciben comensales en su restaurante principal. Lo que falta son algunos detalles de decoración y señalética.

Tiene un amplio espacio verde que incluye una pileta, espacio de salud y un teatro con gradas naturales para espectáculos. Afuera también se pueden apreciar luminosas galerías y un restorán de cocina clásica y parrilla.

En una segunda etapa, se incluirá un salón para eventos, una casa para hospedaje privado y un spa.

En el interior se encuentran las 34 habitaciones que se dividen en dos categorías: clásica para dos personas y suite para familias.

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Fuentes: Los Andes y Cadena 3