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Arte y misticismo en Bodega A16

La bodega ubicada en Luján de Cuyo tiene en toda su extensión importantes piezas de arte, música clásica e insignias religiosas.

 

Ubicada a unos pocos kilómetros de la ciudad mendocina, en la calle Cobos de Luján de Cuyo, las montañas que la rodean, sus más de 140 hectáreas de viñedos y sus detalles artísticos y religiosos, hacen de A16 una bodega especial. 

 

Una de las empresas de Gerardo Cartellone es una apertura hacia algo nuevo, de allí la A en su nombre; representa el comienzo de su 16° emprendimiento, quizá el más especial dado que en él, se dio «el gusto» de incorporar esculturas y objetos religiosos.

Es así que la finca fue bautizada como Papa Francisco, que la bandera papal flamea en la puerta de la planta de fermentación y que una imagen de la virgen cuida del proceso desde un rincón.

Y al entrar a la sala de barricas, resalta una espectacular obra de Sergio Roggerone. Una pintura de gran dimensión, realizada para la bodega, de una patrona de viñedos que parece contemplar la transformación casi milagrosa de la uva en vino. La composición artística en la pared la completa un cuadro de Antonio Sarelli.

Y es en esa misma sala, donde suena música clásica 24-7, es decir todos los días y durante todo el tiempo. «Una vez, Gerardo se preguntó qué pasaría si a un vino que pasó por un mismo procedimiento lo separamos y dejamos una parte añejando con música y otra, en silencio. Lo hicimos y efectivamente el que se añejó con música clásica salió con mejor sabor. Desde ese momento, nuestros vinos descansan con música clásica», revelan desde la bodega.

 

Siguiendo esta línea artística, al entrar a A16, uno encuentra un predio de esculturas impresionante por su labor, tamaño y significado. Se trata de la majestuosa obra de Alfredo Ceverino de doce figuras realizadas con materiales reciclados que representan los signos del zodíaco. «Decimos que son los guardianes de la finca. Fueron construidas especialmente para la bodega y representan la apertura, la energía», cuentan. 

 

A ésta obra, se le suman dos esculturas imponentes de un león y una leona, también realizados con reciclados, y que cuidan la puerta de entrada al restaurante de la bodega boutique que nació en 2007 y que produce 200 mil litros de vino anuales.

Y los datos de color de A16 siguen apareciendo en sus rincones. Las hileras de la finca llevan nombres; sí, y es que Cartellone bautiza a cada una de ellas con nombres de sus amigos, entre los que aparecen, Jorge Rojas, Esther Goris, Cecilia Dopazo y otros famosos más. «La persona luego viene a la bodega y puede cuidar de su hilera. Acá se busca personalizar un montón de cosas para que todos seamos parte de esta bodega boutique», comentan.

A16 actualmente tiene cuatro líneas de productos: Apogeo, un Malbec de alta gama; Civit 757, una línea híper amplia que va desde varietales, reserva y el gran vino de Petit Verdot, Cabernet Franc y Malbec. Auge, es una línea media de puro Malbec y Punto Ar.

 

Una edición especial de esta última línea se realizó en 2017, que dio como resultado el Punto Ar Malbec Nuit. La particularidad es que la cosecha fue nocturna y así se evitó el proceso de fermentación producido durante el fuerte sol del día. La uva que llega a la bodega mantiene más sus condiciones naturales y el resultado es de mayor calidad.

 

Fuente: InMendoza, por Romina Escatolón