Según uno de los exponentes de la creatividad aplicada más valorados de la región, Eduardo Kastika, las agencias deben funcionar como curadores de una muestra de arte: “elegir y mostrar la oferta de una manera inteligente”. El experto en innovación será uno de los disertantes del CAF 2016 en Chaco.
Eduardo Kastika se ha vuelto uno de los disertantes habituales en congresos y seminarios sectoriales en los últimos años. Lo cual suma perspectiva a la hora de abordar desde su área de conocimiento (innovación y creatividad) la dinámica relación de las agencias de viajes y el contexto tecnológico. Lo cual sumado a su eficacia para conectar con el público, no solo para hacerlo partícipe de alguna humorada, promete ser un interesante espacio de reflexión para su presentación en el Congreso Anual Faevyt (CAF 2016), que se celebrará el 2 y 3 de junio en Resistencia, Chaco.
LA AGENCIA CURADORA.
Para Kastika, el cambio tecnológico no sólo no ha eliminado a las agencias, “sino que –por el contrario– hoy se ve que muchas son más prósperas que hace cuatro años. Porque lo que en realidad produce es que tengan que profundizar su esencia”.
El diagnóstico que subyace es el fin de la intermediación augurada por muchos gurúes hace una década. En cambio, según Kastika, es clave entender la transformación que operó a partir de las nuevas tecnologías: “La palabra desintermediación es engañosa y confunde. El que desparece es quien no agrega valor. Pero en un mundo con una oferta casi infinita, el intermediario es tan importante como cuando esa oferta era difícil de hallar. O sea, hoy el intermediario no sólo ayuda a encontrar, sino más bien a elegir ante la abundancia de oferta. Se pasó de una agencia que te daba acceso a algo que sin ella no lo tenías, a una que actúa como un curador en las muestras de arte, que elige y te muestra las cosas de una manera inteligente”. Según el director de Kastika y Asociados, todavía hay empresas de viajes que no entienden esto, y las que sí lo comprenden son las que se diferencian.
EL CAMBIO DEMOGRÁFICO.
De acuerdo al experto, hoy no es lo mismo viajar a Disney que como se hacía en 1980. Lo propio en una salida interna a las cataratas del Iguazú. “Hay una cantidad infinita de nuevas opciones de las cuales se puede ocupar una agencia. O sea, la cantidad de oferta no es una amenaza”, explicó Kastika, quien acto seguido definió lo que para él es el gran cambio en ciernes: “El crecimiento demográfico (tanto en cantidad de población como en términos de longevidad) es mucho más importante que la tecnología. Sin ir más lejos, mi mama tiene 79 años y ahora está en Estambul con un grupo de mujeres de su misma edad. Y eso era impensable hace 20 años. Y eso pasa con un montón de gente, que además son de clase media. No es necesario ser Rockefeller para hacer esos viajes”.
FRENTE A LA ECONOMÍA COLABORATIVA.
Así como hace unos años lo fueron las agencias online, hoy uno de los principales frentes de batalla de la industria turística (y otras tradicionales) son las empresas disfrazadas de economía colaborativa. Para Kastika, no sólo se trata de ponerse en guardia, sino de entender el cambio: “Hay que leerlo tratando de entender cuál es la fibra íntima que tocan esas propuestas en el cliente. Si la única manera de encararlo es creyendo que venden más barato porque no pagan impuestos… estás en el horno (…) Si yo funcionara activamente en la industria tal vez también pediría medidas contra eso. Pero la diferencia es que mientras hago eso trataría de entender otras cosas para repensar mi negocio. Si peleás por algo pensando que eso es la fuente de todos tus males ahí ya no sos inteligente”.
Según el experto, formatos como Airbnb deben ser leídos a partir de cómo cubrieron una demanda insatisfecha: “A través de este tipo de opciones yo puedo elegir propuestas turísticas que no sólo son muy específicas para mí (me exactamente lo que yo quiero), sino que son tan customizadas que a otro viajero le podrían causar desagrado. Antes, en general, había una oferta pensada en términos de agregación de valor, como el modelo de estrella de un hotel. Pero hay que compararlas con las que le ponen los usuarios a los productos en la red y se puede comprobar que tienen un significado completamente distinto. Esto significa que hay determinadas condiciones que alguien elige específicamente por algún interés, que no tienen que ver con la carencia de dinero para contratar otra cosa”.
Fuente: Ladevi
20/05/2016