La bodega que ya lleva más de 12 años vigente, sorprende con una apuesta noble, deliciosa y lúdica.
Una casa histórica con una bodega, una huerta y llena de amor. Nada puede salir mal, ¿no? Definitivamente no. La nueva propuesta de Club Tapiz está tan llena de consistencia y de valores que más que un restaurante es una declaración de principios. Es subir la bandera de una nueva forma de cocinar, comer y disfrutar.
Desde hace un tiempo que muchos lugares han tomado conciencia de la importancia que tiene el hecho de comer. Más allá de los sabores, como acto social y cultural, como momento donde alimentamos nuestros cuerpos.
Es cada vez, más común, ver que la gente sabe y se interesa más por entender qué ingiere. El público cambió, como diríamos vulgarmente, ya no se come cualquiera. Empezó con los vinos, de dónde viene, quién lo hace, cómo lo hace y cuando. Y toda esa cultura de conocimiento se está empezando a trasladar a la cocina.
En el mundo se está pegando marcha atrás, volviendo a los orígenes y entendiendo sobre alimentación, incluso uno de los conceptos, para mí, más ricos es el de “kilometro cero”, que no se asuste, nada tiene que ver con la industria automotriz. Tiene que ver con consumir local, mientras más cercano mejor, esto empoderiza a los productores, genera identidad regional y conciencia. Lógico, ¿no? Lo mismo que se hacía hace mil años: se consumía lo que se producía en la zona, en pequeñas escalas y con respeto por la tierra.
Bueno, eso más allá de ser un hermoso concepto, es la idea que empezó a rumiar y dar vida Patricia Ortíz y su equipo. Al que se sumaron profesionales destacados como Diego Salguero, Sebastián Weigandt y la mediática y premiada Sole Nardelli, entre otros.
El menú de Club Tapiz es el decálogo de estos principios. Es una apuesta fuerte y se nota. Pero está lleno de detalles de deliciosa sencillez. A mí entender, ese es el nuevo lujo. La austeridad bella, la autenticidad cuidada, el producto en todo su esplendor cuidado por técnicas precisas.
Todos los vegetales que utilizan en la cocina provienen de su propia huerta, al igual que las hierbas, los huevos y algunas carnes. Todo orgánico y como la naturaleza dicta.
La propuesta tiene muchos guiños propios de una chef de renombre como es Sole Nardelli, que juega con formatos y envases. Que coloca al comensal en un lugar más infantil, donde es justamente él, quien termina el plato en su mesa. Divertido, jugado y consciente. Con respeto al entorno y calma.
La experiencia es valiosa e invita a volver. Mendoza tiene eso y mucho más, el tema es que pareciera ser todo para extranjeros. aunque nos pese, ésta es una realidad, comer en bodegas no es una ganga, no es para todos los fines de semana, pero es un excelente programa para cuando podemos darnos un lujo.
Desde hace un tiempo que Sebastián Weigandt me despierta curiosidad con su propuesta gastronómica, me sorprendió una vez en otra bodega y me dio mucho gusto verlo en Club Tapiz.
Lo entrevistamos y estas son sus respuestas:
La mejor rotisería de Mendoza es: Fuente y Fonda, La Roti
Un vino para sodear en ojotas en verano: Malbec Rose Tapiz
Un vino para enamorar sería: Pinot Noir Chardonnay Extra Brut Tapiz
El mejor delivery de Mendoza: no consumo delivery
El mejor lugar para tomarse un café: Brod
Momento de gula rima con: placer puro
Lo mejor que comí en mi vida: Menú degustación Otoño CHILA
Lo peor: no hay peor de todo se aprende
Los lomos son de El Papito y no se hable más.
¿Qué vino pido en un bar/ restaurante si tengo $100/$150? Suavignon Blanc Tapiz
Lo que mejor cocino es: creo que las carnes se me dan muy bien.
Te quito el saludo si le ponés a la comida. Nada, la comida es comida, hay que probar de todo lo más rico y lo menos rico.
Lo mejor que uno puede hacer con un vino malo es agregarle jugo de naranja, piel de naranja y hielo con un dash de soda …
El mejor personaje con el que compartí un vino: mi hija aunque ella todavía no bebe..
Soy capaz de hacer 4000 km para comer en El Central.
El producto mendocino por excelencia es: el tomate.
Recorrer y conocer los distintos destinos a través de su gastronomía es una propuesta turística novedosa y apetitosa. Nosotros tenemos preparado un “camino gourmet” que transita los mejores aromas y sabores de Mendoza, VENÍ A PROBARLO, te esperamos!
Fuente: Gourmet, El Sol. Por Rosario Díaz Araujo