Almorzamos en Piedra Infinita, el restaurante de Bodega Zuccardi Valle de Uco. En esta reseña una descripción de la propuesta en la que se destacan los vinos de alta gama y una genuina cocina de producto.
El restaurante Piedra Infinita está ubicado en Altamira, San Carlos. Es el restaurante de la Bodega Zuccardi Valle de Uco, premiada (dos años consecutivos) como mejor viñedo y mejor arquitectura del mundo, y con muchos de sus vinos en lo más alto de los rankings internacionales. Las expectativas son altas para todo aquel visitante que tiene esta información. Y cuando esto sucede, el desafío para los hacedores es doble, ya que la propuesta debe ser de excelencia para cubrir las expectativas.
El chef Matías Aldasoro es quien está a cargo de la cocina, y además de la creación del menú se ocupa personalmente de adquirir los productos que se convertirán en exquisitos platos.
El viaje desde la ciudad hasta el Valle de Uco es un placer, sobre todo cuando las rutas asfaltadas se van haciendo menos transitadas hasta llegar a una calle de tierra rodeada de árboles y viñedos con la cordillera de fondo. La bodega es imponente. El camino desde el estacionamiento a la puerta principal es un lindo preámbulo para lo que encontramos en el interior de esta moderna obra arquitectónica. Cemento, madera, vidrio y arte. Un salón de paredes transparentes con vista a los viñedos y a la cordillera, y con una galería para los que prefieren comer al aire libre. Gran parte de la cocina está a la vista, atrás de una barra de mármol. Y junto a los fuegos, la “chef table”, esperando a los que reservan una experiencia privada.
De qué se trata la propuesta
No hay una carta con múltiples opciones, sino un único menú de 4 pasos de “cocina de producto” (cocina que pone de relevancia la materia prima y en la cual se distinguen los ingredientes). Este menú está compuesto por dos entradas, un principal y un postre, con diferentes opciones de maridaje en las que varía la selección de vinos y en consecuencia el precio. Hay alternativas para vegetarianos y celíacos, como afortunadamente es habitual en casi todos los restaurantes de bodega en Mendoza que ofrecen menú de pasos. Los productos utilizados son casi en su totalidad del Valle de Uco (salvo la carne de res), orgánicos y por supuesto los disponibles en cada estación, o conservas de muy buena calidad (como las berenjenas en escabeche de la casa).
Lo que comimos y bebimos
Al principio nos trajeron a la mesa cuatro tipo de panes (de campo, focaccia, blanco y galletas de algarroba), con ensaladita de porotos con zanahoria y vinagreta. Además para los amantes del oliva (especialistas o neófitos) un valioso e inesperado plus: 4 tipos de oliva virgen extra, 3 de la línea Varietales de Familia Zuccardi, Coratina, Changlot, Arauco; y un Arauco orgánico especial de Piedra Infinita.
- El primer paso fue una berenjena asada al horno de barro a leña, con una vinagreta (o limoneta mejor dicho) de miel, limón, comino y jarilla, granada, pequeños crouttons, semillas de sésamo, y hierbas frescas orgánicas de Colonia Las Rosas. Una mezcla cremosa y dulzona (por el interior de la berenjena asada), ácida ( del aderezo), suavemente amarga (de las hierbas frescas), y crocante (por los crouttons) . Acompañó un Zuccardi Q Chardonnay de 2016, con uvas de Tupungato, vino fresco con poco paso por madera.
- El segundo paso fue un plato simple, suave, de esos que solemos denominar “al natural” y “sanos”. Una papa tibia hervida, con una trucha fría de Los Chacayes (también hervida), un mix de hojas verdes, y brotes de ajo fritos crocantes, pimiento rojo en pequeños cuadraditos (brunoise), rabanitos, pimentón de San Carlos, oliva, y con una vinagreta de mostaza. Acompañó un Fósil Chardonnay 2018 de uvas de San Pablo (en Tunuyán), sin paso por madera, fermentado y añejado en ánforas de concreto.
- El principal fue un corte de res (Prime Rib, ojo de bife con el hueso), lo sirven en el punto de cocción que el comensal prefiera (en mi caso jugoso) con un chimichurri infusionado con jarilla, presentado en una tabla acompañado por unas papas crocantes (hervidas en leche, ajo y laurel, aplastadas y doradas al horno), berenjenas al escabeche, y pimientos “Calahorra”. Este plato está pensado para compartir, tipo “family style”. Este paso estuvo acopañado por 2 vinos con la intención de que el comensal pueda apreciar las diferencias y determinar su preferencia: un Concreto Malbec 2017, y un Zuccardi Aluvional 2014 de Altamira.
- El postre fue una manzana tunuyanina asada, con crema inglesa, granola de frutos secos (almendros, nueves y pistachos) y miel, queso mascarpone de leche de cabra, con piel de pomelo, presentado con hojitas de menta y flores. Con un Malamado Solería, un torrontés añejado durante 40 meses en barrica de roble francés al sol, dulce, y alto grado alcohólico (19,5º).
Datos útiles
Dirección: Costa Canal Uco Km1.5. Altamira. San Carlos. Mendoza
Días y horarios: miércoles a domingos mediodía (con reserva).
Forma de pago: efectivo y tarjetas.
Alimentación especial: opciones vegetarianas y para celíacos
Estacionamiento privado
Ambiente climatizado
Espacios: salón y mesas al aire libre en galería exterior
Kid friendly: menú infantil y sillas altas para niños.
Wine friendly: cava climatizada y sommelier.
Facilidades para personas con discapacidad: baño y rampa de acceso
Fuente: Mdz, por Alicia Sisteró