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Darse una vueltita en bicicleta por Mendoza

Al igual que tantas ciudades turísticas del mundo, nuestra provincia también puede descubrirse en bicicleta.

Son jóvenes -en su mayoría-, extranjeros y llegan a Mendoza para beberse su esencia vitivinícola, ésa que ha dado la vuelta al mundo y nos ha llenado de prestigio color Malbec. Se interesan por las bodegas, quieren conocerlas y eligen como medio de movilidad la bicicleta.

Para satisfacer esta demanda, la oferta local se ha preparado y aggiornado. En la actualidad, Mendoza, al igual que otras tantas ciudades turísticas del globo, incluye en su acervo los modernosos biketours.

Mirar la demanda
El auge de turismo extranjero y, sobre todo europeo, ha generado la necesidad de ofrecer este servicio. Ellos tienen muy arraigada en su vida cotidiana la bicicleta como elemental para moverse. “Disfrutar y visitar bodegas y paisajes en bici es distinto a subirse a una camioneta. En los paseos tradicionales te llevan y no tenés otra alternativa que hacer lo que te dicen. En bici, en cambio, tenés la posibilidad de interactuar con gente del lugar y conocer rincones, además de disfrutar del aire libre y sin contaminar” nos dice los especialistas en el tema.

Los tours en bicicleta son un producto difundido. Los extranjeros vienen en búsqueda de eso y lo prefieren a uno tradicional. Si bien los clientes disfrutan de la actividad física, la esencia del tour es que sea accesible para todo el mundo.

La filosofía de los turistas que eligen esta actividad es disfrutar del aire libre, desestructurarse de los tours convencionales, compartir e interactuar con la gente del lugar, manejar sus tiempos.

Consultar los deseos de pedaleo
Los programas están armados básicamente para 2 personas, comenzando cada circuito en un servicio de auto de alta gama y guía bilingüe en el idioma que habla el visitante. Prácticamente todas las actividades están relacionadas con el vino.

Generalmente se trabaja en conjunto con las bodegas que ofrecen el mejor servicio para un cliente exigente, el cual llega a nuestro país luego de haber recorrido una buena parte del mundo y demanda ciertos estándares de calidad en los diversos componentes de la actividad turística (transporte, hotelería, personalización en la atención, puntualidad, etc.)”.

Se diagraman tramos entre cada establecimiento vitivinícola según las preferencias del cliente, el cual es consultado de antemano sobre sus ¨deseos de pedaleo¨ y preparación previa sobre la temática. “Es así que hay tours con más tiempo recorriendo y degustando nuestros vinos mientras otros en los que se pasan las horas arriba de la bicicleta y las bodegas, sirven como punto de descanso y, por supuesto, brindis”.

Los paseos
Cada empresa organiza sus itinerarios de manera particular y pone el foco en alguna característica distintiva. Algunos ofrecen tours guiados que recorren unos 12 km por la zona vitivinícola de Maipú con paradas en tres bodegas y almuerzo en una de ellas.
Otros eligen las calles secundarias de Chacras y Vistalba para llegar a 4 bodegas y almorzar en la cava propia. Este servicio puede contratarse con un guía que acompañe al grupo o auto guiado (en este caso se entrega un mapa con todo el itinerario, reservas de bodegas, referencias, y teléfonos de contacto para solicitar que se busquen los vinos comprados).

Otra de las alternativas discurre por la Ciclovía de Agrelo, que se extiende desde la Bodega Chandon casi hasta el río Mendoza (aproximadamente 12 km). Finalmente está disponible el circuito por el Valle de Uco y Clos de los 7, que implica también la posibilidad de pedalear por los viñedos y almuerzo en la casa de los dueños de la bodega Cuvelier.

Otra de las propuestas consiste en una salida en bicicleta por las fincas de Bodega Zuccardi, visita a la bodega con degustación y almuerzo en Casa del Visitante.

Finalmente, Nieto Senetiner, Lagarde, Vistalba, Carmelo Patti y Altavista, son algunas de las industrias en las que se detienen los grupos de turistas.

¿Qué pasa con los mendocinos?
Lo cierto es que los prestadores de servicios consultados coinciden en que la mayoría de sus clientes son extranjeros y que muy pocos mendocinos toman sus servicios; en general coinciden que a los coterráneos aficionados al pedal suele interesarles un producto de mountain bike por la zona de Potrerillos que se ofrece sólo a pedido.

 

Fuente: Celina De la Iglesia – turismo@losandes.com.ar