A recorrer bodegas, degustar exquisitos vinos con almuerzo incluido!
Elegimos cuatro bodegas que queríamos visitar y comenzamos con Catena Zapata, seguimos con Bodega Benegas, almorzamos en Bodega Casarena, y por últimos visitamos Clos de Chacras.
Probamos exquisitos vinos en cada una de las paradas. Nos recibieron excelentes guías que nos contaron sobre cómo se elabora el vino, cuáles son las variedades de vino que comercializan, y también la historia de cada bodega.
Además de degustaciones guiadas, hay “gift shop” donde se pueden adquirir vinos, libros, o merchandising de la bodega.
Catena Zapata
Imponente: Catena Zapata impacta con su infraestructura. Recorrimos la sala de barricas, una terraza con una vista formidable, y probamos 4 ricos vinos en un elegante living con un prolijo y cuidado servicio. Además vimos un video sobre la historia de la bodega.
Closdechacras
Una hallazgo: muy interesante la historia de la familia Gargantini de la Bodega Clos de Chacras, sus pasillos subterráneos y su hermoso paisajismo. 100% recomendable. También hay restaurante. Su guía, la más simpática y didáctica.
Benegas
Una perlita: en Bodega Benegas, excepcionalmente pudimos probar una joyita de su cava, el corte tinto FBL 2007, del cual solo se producen 600 botellas al año y tiene un costo de $1.200. Fue una excepción (no está incluido normalmente), ya que justo había pasado un crítico a probarlo y tenían la botella abierta. ¡Qué afortunados! Además los amantes de lo antiguo valorarán el jardín, el antiquísimo edificio y la colección de ponchos (entre ellos uno de Juan Manuel de Rosas). El guía, un capo que se tomó el tiempo necesario para que aprendiéramos y disfrutáramos.
Casarena
El almuerzo en Casarena. El chef recientemente se ha hecho cargo de este restaurante, el cual tiene un estilo de cocina regional de autor. Se puede optar por un menú de 8 pasos o también por uno más económico de sólo 3 pasos. Ambos incluyen aguas y vinos. El lugar es hermoso, el edificio de la bodega es antiguo, pero el restaurante es súper moderno, minimalista, y todo vidriado (se pueden apreciar los viñedos y la montaña).
Menú Casarena
Nosotros optamos por el menú más económico, el cual incluyó 2 empanadas, un plato de carne braseada con verduras, y de postre bananas caramelizadas con helado de dulce de leche, ganache de chocolate y naranja. Rico, simple, bien nuestro y súper abundante. Acompañamos con un malbec de la línea 505 de Casarena, y una copa de espumante en el postre.
Lo que más nos gustó del restaurante: el servicio rápido, y la comida muuuy rica, sobre todo las empanadas de carne (espectaculares).
El espacio gastronómico de Casarena posee mesas al aire libre, Estacionamiento privado, Seguridad y Acceso y baños para personas con discapacidad
Además ofrece Menú vegetariano y para celíacos con previo aviso y reserva
Fuente: MDZ, por Alicia Sisteró