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Días de campo en Colonia el Zorzal de Maipú

En los alrededores de la calle Castro Barros y Ruta 60, seis emprendimientos potencian sus esfuerzos en Maipú para atraer al turismo y conformaron la Colonia El Zorzal. Hay hospedajes, olivícolas, bodegas y venta de delicatessens.

Un grupo de pequeños emprendedores de una zona ubicada entre Russell y Coquimbito, de Maipú, se reunió para conformar la Colonia El Zorzal, una asociación civil que tiene como objetivo principal promover el lugar para atraer a turistas. La idea es que los visitantes puedan tener diversas experiencias en un mismo ámbito rural, ubicado a apenas 25 kilómetros de la Ciudad.

Los integrantes plantean que el turismo rural se asocia sólo al enoturismo y buscan ofrecer una gama más amplia de actividades.

 

La Colonia El Zorzal, este nuevo polo de turismo rural, agrupa a familias que en su mayoría se dedicaban a la agricultura pero se fueron diversificando y hoy tienen posadas, restaurantes que ofrecen delicatessen, salas de degustación, cava de cosmética, cava de vino, olivícolas, bodegas, productos gastronómicos naturales. Se posicionan como un circuito campestre, en el marco de las plantaciones de vides, olivos y frutales. 

 

La idea es que los visitantes puedan vivir el día a día de la elaboración de vinos, en el caso de las bodegas Atilio Avena, La Iride y Finca El Zorzal, o la cosecha y selección de frutales que se hace en Frutta Roja y en Nobile para la elaboración de dulces y aceites de oliva. Quienes busquen un alojamiento rural podrán hospedarse en Villa Mia Famiglia o en Casa Rural Maruca.

Para potenciar a Colonia El Zorzal con sus seis emprendimientos asociados, la Municipalidad de Maipú –desde el área de Turismo–  ha rescatado la zona haciendo una apuesta a la conservación del patrimonio rural, con nuevas luminarias, paradas de micros y cartelería identificando las calles, se facilita el acceso de turistas y mendocinos que quieran conocer el lugar.

 

Villa Mia Famiglia

En un chalet antiguo, una típica “villa” de verano maipucina se ha reciclado en un hotel rural con 15 plazas de alojamiento, completamente equipadas. En el amplio comedor con vista a la cordillera se sirven exquisitos desayunos campestres, almuerzos y comidas de elaboración casera. Villa Mía Famiglia se especializa en cocina tradicional argentina e italiana elaborada con productos de primera línea.

 

La Iride

Bodega y viñedos La Iride elabora vinos con los secretos de los primero inmigantes italianos que llegaron a Mendoza. Sus dueños son descendientes de Iride Papotti y su esposo Gino, campesinos humildes que, al menos desde la primera mitad del siglo XIX, se habían dedicado en Parma, Italia, al cultivo y cuidado de viñedos. En la Argentina  continuaron dedicándose a la vitivinicultura y sus hijos, a fabricar maquinaria vitivinícola y tanques de acero inoxidable. La sabiduría y experiencia familiar se respira en las fincas de La Iride que tiene una espectacular vista a la montaña mendocina.

 

Olio Nobile

En la aceitera de tipo familiar, Olio Nobile el aceite de oliva extra vírgen se produce de manera artesanal. Todo el proceso de elaboración por métodos mecánicos, en una planta con un sistema continuo de dos fases, está a la vista y se puede apreciar. En época de cosecha los turistas pueden disfrutar también la experiencia de la selección y recolección de aceitunas a mano.

Atención: lunes a sábados, de 9 a 16. Domingos: sólo con reservas, de 10 a 17.

 

Frutta Roja

Tres hectáreas de cerezos y ciruelos son la base de sustento del emprendimiento rural y familiar Frutta Roja, donde se elaboran productos gourmet en forma artesanal y sin conservantes. Con el arte culinario «de las abuelas» en Frutta Roja se cocinan dulces de cerezas y ciruelas que luego se conservan mediante un «baño maría hirviente». En la línea de delicatessens de Frutta Roja se destacan las pastas de tomates y aceitunas –verdes o negras– y el siempre ponderado tomate seco. Todas estas exquisiteces, bañadas en el mejor aceite de oliva extra virgen y un suave condimentado.

La Finca se riega por goteo, tiene malla antigranizo y se trabaja con técnicas de laboreo de última generación. Los cerezos en primavera son un primor.

Horario de atención: lunes a sábados  de 10 a 18.

 

La Maruca

Un día de campo en La Maruca quizás no alcance.

 

Un fin de semana largo hospedados en esta Casa Rural nos dará el tiempo suficiente para disfrutar del campo mendocino con la Cordillera de Los Andes siempre visible.

 

En una casa nueva con estilo rústico, un parque rodeado de árboles frutales y una piscina enorme, La Maruca propone estadías campestres «para sentir el agua por los canales de riego y escuchar el trinar de los pájaros»; actividades agrícolas para toda la familia como poda, raleo y riego, cabalgatas, bicicleteadas o tours en cuatriciclo, degustaciones de vinos y delicias en las fábricas aledañas, o simplemente caminatas entre los frutales de la finca. La casa tiene ocho plazas y servicio de hotelería.

 

Atilio Avena

La bodega familiar de los descendientes de Don Atilio Avena, hijo de inmigrantes piamonteses, continúa con la filosofía del fundador, trabajando en forma manual y artesanal sus viñedos. Además de los excelentes vinos, en Atilio Avena se podrán deleitar con exquisitas pastas de aceitunas verdes y negras, variedades de aceitunas enteras y descarozadas, y un blend de aceita de oliva (50% Frantoio, 30% Arbequina y 20% Farga 20%) que ha obtenido las medallas Prestigio Oro Olivinus 2007 y Oro Olivinus 2011.

 

La Colonia El Zorzal es un paseo para conocer lugares nuevos a 20 minutos de la ciudad de Mendoza.

 

Fuente: Inmendoza y Los Andes