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Divisadero Largo, una atractiva opción en Mendoza

Actividades en Divisadero Largo

Actividades en Divisadero Largo

Esta zona ubicada a pocos kilómetros del microcentro ofrece una interesante agenda de actividades para disfrutar en familia o con amigos, estando en contacto con la naturaleza.

Mendoza es una provincia con paisajes que maravillan. Algunos tienen la intervención del hombre, mientras que otros se conservan como reservas naturales. Cada uno de esos rincones tiene su propio atractivo e historia. Y muchos de ellos son ideales para visitar en esta época.

Una de las opciones para disfrutar es la Reserva Natural y Santuario de Fauna Divisadero Largo, ubicada en ruta provincial 99, a tan sólo ocho kilómetros del microcentro mendocino.

Esa zona, ubicada en el Circuito Papagayos, tiene una superficie de 492 hectáreas, está a 1.050 metros sobre el nivel del mar mientras que el cerro Divisadero Largo tiene una altitud de 1.200 metros.

Su nombre hace referencia al cerro Divisadero Largo, un punto panorámico que para los nativos constituía un sitio de avistaje de animales, como guanacos y choiques, a los cuales les daban cacería. La reserva posee diversos valores ambientales, como la presencia de una falla geológica y las evidencias de su desplazamiento, que han conformado el afloramiento de diferentes niveles de rocas de origen sedimentario que representan un intervalo de tiempo mayor de 200 millones de años.

En esta zona se han encontrado numerosos y variados fósiles en rocas y restos arqueológicos de una mina del siglo XVIII. Tiene una gran biodiversidad por hallarse enclavada en una zona de transición entre dos ecorregiones: el monte y el cardonal, confiaron desde Recursos Naturales.

Entre las especies típicas de la planicie se encuentran algarrobos, chañares brea, y animales como el zorro gris, el jote, la martineta. Y dentro de las especies propias de la precordillera hay cactáceas, yales, piquitodeoros, zorros colorados, águilas moras, entre otras.

Tener un área natural protegida tan cerca de la Ciudad es fundamental porque la gente -mendocinos y turistas- quiere encontrarse con la naturaleza. Le da un valor agregado al turismo.

En noviembre reabrió sus puertas para que los visitantes puedan disfrutar de sus atractivos. Desde allí hay una vista panorámica impresionante de la Ciudad mientras se está en contacto con la naturaleza.

 

Actividades para disfrutar Divisadero

Aviturismo: las últimas luces del atardecer son ideal para que los visitantes se sorprendan con la diversidad de aves. Es una actividad apta para todo público y dura aproximadamente una hora y media.

Astroturismo: la reserva es el lugar apropiado por su baja contaminación lumínica para observar el cielo, sus estrellas y algunos cuerpos celestes que no son visibles al ojo humano.

Se podrá conocer una serie de circuitos de interpretación dentro de la Reserva, donde se podrá observar la flora y la fauna del lugar, distintas quebradas y fallas geológicas, un arroyo, el cual nace en una cascada, historia minera, con las ruinas de la Mina La Atala, entre otros atractivos.

En el lugar trabajan ocho guardaparques y está abierto todos los días de 8 a 20, el útlimo turno para ingresar es a las 18.

 

Fuente: El Sol por Gema Gallardo