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Dólar desbocado, medios de pago cortados y rumores varios en una semana negra para las operaciones

La alta volatilidad del tipo de cambio llevó a que los operadores se protegieran dejando de aceptar pagos con tarjeta “hasta nuevo aviso”. Paralelamente, otras reacciones agrietaron aún más el ánimo sectorial: por un lado, la versión de que el Gobierno estudia aplicar un impuesto al emisivo; y, por el otro, el rumor de que algunos hoteleros informaron que sólo aceptarían pagos en dólares incluso para argentinos.

Cuando arrancó la semana pasada el dólar para la venta se ubicaba en $ 31,5. Cinco días después, concluía la jornada con la divisa oscilando en $ 39. Y este lunes el tipo de cambio del BSP para las emisiones aéreas comienza en $ 37,40. Semejante oscilación y falta de certidumbre hizo que la mayoría de las reacciones del mercado sean de manual: apuro para cerrar las reservas que se vencían antes del jueves, compás de espera hasta el lunes para las que no se caían y un 100% de acuerdo entre los operadores para cortar hasta nuevo aviso la aceptación de pagos con tarjetas de crédito para servicios terrestres. Todo en el contexto de un agosto malo en nuevas ventas, tanto como julio y junio.

Pero la locura de la semana no sólo se mide en reacciones, también pesan en la balanza la ola de rumores, como que el Gobierno nuevamente estudia aplicar un impuesto al turismo emisivo; y las avivadas de siempre, como la de algún que otro hotelero local que empezó a informar que sólo aceptaría pagos en dólares incluso para viajeros argentinos (ver recuadro).

 

TARJETA ROJA

“Debido a la constante fluctuación de la moneda nos vemos obligados por el momento a tomar solo desembolsos en dólar estadounidense o euros. Por este motivo también los pagos con tarjeta de crédito, para servicios terrestres, por el momento no se toman, hasta nuevo aviso”, palabras más, palabras menos, así fueron los cientos de mails que se dispararon la semana pasada desde los operadores a las agencias de viajes, a los cuales también se sumaron los de rentadoras, representaciones y cualquier otro tipo de servicio terrestre a prestar en el exterior. Los plásticos sólo siguieron siendo aceptados como medio para abonar aéreos y cruceros.

“Cuando no hay un valor de referencia para la divisa la venta con tarjeta se hace insostenible si la vas a cobrar 28 días después”, señaló el titular de la Faevyt, Fabricio Di Giambattista, quien justificó la “lógica reacción de los operadores”.

Por su parte, José González, presidente de la Asociación de operadores (Aaovyt), reveló: “Cuando el dólar se escapó decidimos dejar de tomar pagos con tarjeta para la parte terrestre y sólo aceptar operaciones en efectivo. Lo hicimos porque este tipo de fluctuaciones hacen que en dos segundos no sólo pierdas la rentabilidad, sino que tengas que poner plata de tu bolsillo para que viaje el pasajero. Por suerte, la mayoría de los minoristas entendió la situación”.

Asimismo, el dirigente empresario dijo que la medida seguirá vigente hasta que se haya estabilizado el tipo de cambio: “Mientras los mercados sigan alterados vamos a continuar con esta política, porque ya se ha perdido bastante dinero en el club de los operadores con problemas bastante serios a la hora de transferir”.

 

LLOVIDO SOBRE MOJADO

El viernes a última hora el diario El Cronista sorprendía a propios y extraños con una información provista por una fuente oficial, según la cual en una reunión entre el presidente Mauricio Macri y su círculo más cercano se habría debatido la inclusión de un “impuesto a los consumos en el exterior” en el paquete de medidas para estabilizar la situación económica.

En junio ya había habido versiones cruzadas entre los propios ministros del Ejecutivo respecto a la veracidad de que se estuviera analizando subir el impuesto a los pasajes al exterior o en su defecto implantar un tributo a las compras con tarjetas en el exterior para reducir el déficit de dólares turísticos. Sin embargo, la propia devaluación se encargó de empezar a poner lentamente en orden ese desbalance y no se volvió a escuchar nada al respecto. Pero con el rebrote de la crisis cambiaria vuelven a escucharse llamados de economistas cercanos al Gobierno agitando la falacia de “los dólares que le faltan al país se los dan a los que viajan a comprar a Miami”.

Al respecto, Di Giambattista señaló: “Nosotros ya nos reunimos varias veces con los funcionarios pertinentes y les presentamos toda la información necesaria para que se entienda que el problema no es el turismo, el ingreso de divisas por receptivo no está bien medido y el desbalance no es real. Pero quedará a consideración de las autoridades cuanto creen de lo que les dijimos”.

Más tajante aún resultó la respuesta del titular de la Aavoyt, quien dijo que si el Gobierno decide avanzar con la medida estaría dando “un manotazo de ahogado que no sólo no le haría bien al emisivo, sino tampoco al receptivo. No nos verían como un país serio y eso, por más que haya ventajas comparativas, no va a generar una venida masiva de turistas. Además, si no hay una vía de ida y vuelta en los flujos no va a funcionar la revolución de los aviones. También se fomentaría la compra de dólares en el mercado negro. Entonces, me parecería una pésima decisión, que nos atrasaría 10 o 20 años. Son medidas espasmódicas con más efecto mediático que real”.

Fuente: Ladevi
07/09/2018