El Chorro de la Vieja es un hermoso salto de agua de aproximadamente 40 metros de altura, enclavado en una rocosa montaña.
El Chorro de la vieja, se encuentra a una altura de 2500 metros en el Departamento de Tunuyán, distante 140 km de la ciudad de Mendoza (los últimos 11 km son de ripio en buen estado)
Alrededor de la cascada existe un microclima generado por la humedad que otorga el agua al ser transportada por el viento. Hay mucho verde con enredaderas, helechos, etc…, Y se realizan avistajes de Condores y Aguilas.
Al lugar se llega por la ruta 40, de ahi se va al Manzano Histórico y luego por la ruta 94 hasta el comienzo de la caminata, está todo señalizado con carteles durante el camino en vehículo.
En el viaje de ida, 25 km después de dejar la ruta 40 se encuentra a la izquierda del camino la entrada señalizada del Cristo de los Cerros, estatua de 20 metros de alto, recomendamos subir hasta el monumento.
La zona del Manzano Histórico lleva ese nombre porque se cree que en un árbol del lugar descansó José de San Martín tras su regreso de la campaña a Chile. Hay un monumento conmemorativo.
Once km después del Manzano se encuentra El chorro de la Vieja, un pequeño cartel a la izquierda indica el lugar.
Una vez en el lugar se deja el vehiculo y se comienza el trekking, que es corto, de unos 3 kilometros de ida y vuelta, se necesita un cierto estado fisico y tiene dificulta media baja.
Todo el camino es muy hermoso rodeado de montañas rocosas y mucho verde (para ser Mendoza), bordeando un arroyo cristalino de montaña, hasta llegar a un paredón de roca rojiza de donde cae el agua, creando un microclima de humedad con pasto, flores y aves.
Se recomienda siempre buen calzado, pantalones largos y remera o campera manga larga (para evitar raspones con alguna rama). Nosotros siempre llevamos en el auto una muda de zapatillas porque generalmente se mojan.
Cuando uno llega a la cascada a la derecha hay una subida a unas piedras, de donde se ve en plenitud la cascada sin mojarse con el rocio. En ese rincón recomendamos quedarse un tiempito y tomar unos matecitos….es impagable.
Es un trekking fantástico, ideal para fotografía de paisajes y avistaje de aves (cóndores).
Haaaa me olvidaba hay una parte que es la más complicada que se debe subir por una especie de escalerita o manijas y que se cuenta con la ayuda de un cable grueso de acero puesto sobre la roca (es mas facil subir que bajar; para una persona “normal” en edad y peso no hay ningun tipo de problemas, cuesta un poco para personas de edad o con sobrepeso).
Como es un caminata corta es recomendable ir temprano y cuando se termina, volver al auto y buscar lugar para hacer un asadito, en los costados de esa ruta hay muchos lugares para seguir disfrutando de esta otra manera…el asado es infaltable.
Datos útiles
El clima es siempre más frío que en ciudad, recordamos que estamos a casi 2400 metros de altura, llevar abrigo de más.
En la zona del Chorro de la vieja no hay señal de celular, recomendamos descarar mapa de la zona de googlemaps.
Hay interesantes opciones para comer en el Polo Gastronómico “Pergolas” en el corazón del Valle de Uco.
Últimas estaciones de combustibles y gnc en Tupungato, a la vuelta estaciones en Tunuyán.
En el camino hay varias bodegas para visitar.
También desde aquí comienza el circuito Portillo Piuquenes, espectacular cruce de los Andes por un paso utilizado por el Ejercito Sanmartiniano.
La duración total (sin visitar bodegas) es de 8 hs.
La Leyenda de El Chorro de la Vieja
La Vieja, como todos la llamaban había muerto. Sola y centenaria había sobrevivido cobijada en su refugio en ese gran hueco entre los cerros.
Si bien todos los puesteros de las cercanías, la apreciaban, siempre creyeron que estaba loca. Y eso porque día a día siempre bajaba hasta el lejano arroyo para traer agua, con la que regaba las verdes plantas y enredaderas que crecían a la entrada de su cueva. Esta rutinaria tarea, constituyó lo más importante de su vida.
Ya, después de morir y como despertando de un sueño, ella se encontró en un espacio tan nuevo como extraño, y frente a ella estaba el Creador. Por Él supo que desde ese momento ella sería el hada encargada de velar por la vegetación, tan escasa en esas montañas.
Muy rápido, como lo hacen las hadas, se desplazó al lugar donde había transcurrido su vida; el hueco entre los cerros. Allí deseosa de empezar su tarea decidió encontrar agua para sus plantas. Pero como hada, que era, no bajó al arroyito como antes, sino que ascendió a lo alto de esos cerros, donde encontró un fresco torrente que destilaba de la nieve. Con sus poderes de hada, lo fue llevando hasta su amado hueco entre los cerros y allí hizo que cayera en cascada, en forma de blanco chorro, que expandido por la brisa fuera humedeciendo todo el lugar.
Pronto ese hueco se tapizó de helechos, enredaderas, verdes plantas y pastos. Los lugareños no dudaron que había sido la Vieja, quien obrara ese milagro y que así su sueño estaba realizado. Ellos fueron los que le dieron a ese lugar el nombre más apropiado y agradecido, lo llamaron “El Chorro de la Vieja”.
El otro porqué del nombre del lugar, pero menos poético responde al nombre del Arroyo de la Guardia Vieja de Gendarmería, ya que antiguamente existía en el lugar una guardia de Gendarmería.
Fuentes: Wikiloc y Vamos Mendoza