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El Manzano se posiciona como sitio turístico de veraneo

El Manzano, lugar histórico de Tunuyán ha dejado de ser un paraje para acampar en fechas patrias. Variada oferta y en franco desarrollo.

Este lugar del Valle de Uco dejó de ser un punto al que se concurría mayoritariamente para acampar en las fechas patrias para convertirse en punto de encuentro de muchos veraneantes.

Mendocinos que quieren días de relax sin viajar tan lejos. Turistas nacionales que buscan respirar aire de montaña. Extranjeros que eligen vinos de calidad y deporte aventura. El Manzano Histórico se posiciona cada vez más como destino turístico del verano, sobre todo para disfrutar un fin de semana en familia.

“Realmente estamos encantados. Hemos caminado, andado a caballo y subido cerros como nunca”, comentó María Pilar Gómez, mientras se sacaba fotos a los pies del emblemático monumento Retorno a la Patria. La mujer es de la ciudad de Buenos Aires y viajó a Mendoza por una semana con su familia y dos parejas amigas. “Nos quedamos tres días aquí y, pese al mal tiempo, la pasamos bárbaro”, indicó.

Los lugareños dicen haberse acostumbrado a la variedad de acentos y estilos culturales. La mayor afluencia turística se da los fines de semana, que es cuando -a las actividades propias que ofrece la zona- se suman el espectáculos artísticos, artesanos y puestos de comidas.

“¡Se va poniendo linda la cosa!”, gritó ayer Emanuel, un puntano que viajó con sus amigos a realizar trekking en la cordillera. Los chicos se sentaron con un vaso de cerveza artesanal en las gradas del mini anfiteatro, dispuestos a escuchar buen folclore y a dar su visto bueno con unos estridentes gritos cuyanos.

Desde el área de Turismo de Tunuyán, Marcelo Flores indicó que el nivel de ocupación en los alojamientos del lugar supera el 80%, cada fin de semana. “Esto pese a las continuas tormentas que hemos venido sufriendo, que han bajado un poco las reservas. Hay turistas -sobre todo los mendocinos- que desisten del paseo, cuando ven que el pronóstico no viene bien”, acotó el funcionario.

“Esto se ha convertido en un sitio muy federal”, apuntó Darío Peñaloza, el hombre encargado de la conducción del ciclo ‘Música entre montañas’, un bloque musical que tiene lugar todos los domingos en el Manzano de 17 a 19,30, dependiendo de las “amenazas de tormenta”.

“Así como vienen muchos vecinos del Valle de Uco, nos llama la atención la cantidad de visitantes nacionales; sobre todo porteños, cordobeses, puntanos y sanjuaninos. También hay varios chilenos. Pasan un momento agradable en familia y hasta se animan a bailar una danza”, acotó el locutor, antes de presentar a los artistas locales Los trinares del Piuquén y a Uco-che.

Ayer, una multitud de gente recorría los distintos rincones. Algunos por el paseo de artesanos, los chicos se adueñaban de la placita de juegos y chapoteaban en las acequias circundantes, las familias buscaban precios en los puestos de venta, otros subían los escalones para fotografiarse con la imagen de San Martín, algunos visitaban el museo arqueológico o el sanmartiniano y los más relajados degustaban exquisiteces en la plaza del mate.

La cerveza artesanal, las bolas de fraile que hace un lugareño y las sopaipillas -con o sin agujeros- son las estrellas de la tarde. “Abrimos sólo los fines de semana y hay muchos turistas circulando”, confió Susana, dueña de un puesto de venta de comidas.

Cada vez hay más cabañas, venta de regionales y restaurantes, cuya capacidad generalmente se completa con las reservas previas al fin de semana.

Los deportistas -y la familia en general- encuentran un escenario magnífico para realizar trekking, alquilar bicicletas, andar a caballo, pescar y hasta realizar escalada en roca en Los Arenales. “Fuimos a recorrer distintas bodegas en bicicleta. Realmente, no sé cómo volvimos a la cabaña”, se rieron Mónica y Emiliano, dos cordobeses que aseguran que volverán algún fin de semana largo del año.

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Fuente: Los Andes, Gisela Manoni