Ubicado en el departamento Maipú constituye uno de los patrimonios históricos y culturales de la provincia y es visitado por unos 80 mil turistas por año.
El Museo del Vino, ubicado en el departamento Maipú, es el más importante de Latinoamérica, con más de 6.000 piezas originales, algunas de hasta cuatro siglos de antigüedad, constituye uno de los patrimonios históricos y culturales de la provincia y es visitado por unos 80 mil turistas por año.
El establecimiento se encuentra en la localidad de Coquimbito, a unos 15 kilómetros de la ciudad capital, en el predio de Bodegas La Rural, y es considerado una pieza clave para el enoturismo.
El museo permaneció cerrado durante medio año en 2016, período en el que se realizó un proceso de puesta en valor de sus piezas, de refuncionalización de las instalaciones y de rescate de las piezas históricas, algunas de las cuales datan del 1600.
La conformación del museo es una tarea que lleva décadas de búsqueda y de mantenimiento del patrimonio vitivinícola argentino, que comenzó con Francisco Rutini, hijo mayor de Felipe Rutini, y tuvo su impulso decisivo con Rodolfo Reina Rutini.
Según Adolfo Cueto, doctor en Historia, del Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, “Francisco Rutini le da inicio a la idea de Museo, cuando decide empezar a reunir las piezas antiguas en vez de desprenderse de ellas, e inicia así una primera exposición de pocas piezas”.
Luego, según el catedrático, “será Rodolfo Reina Rutini quien continúa coleccionando piezas, y es a partir de 1977 cuando decide no sólo continuar reuniendo las piezas utilizadas en el proceso productivo de Bodega La Rural, sino que sale en busca de piezas representativas de toda la vitivinicultura argentina”
De esa manera, continuó, le dio “el primer viso de museo, llegando a ser lo que hoy se conoce como el Museo del Vino, único en su tipo y de los más importantes a nivel mundial”.
Pilar Fontana, encargada de Turismo del establecimiento, dijo a Télam: “Este Museo del Vino es un patrimonio turístico y cultural para Mendoza, tanto por sus raíces iniciales de la mano de la familia Rutini, como por todo ese grupo de piezas que a lo largo de la historia conformaron lo que es la industria del vino como la conocemos hoy”.
“Es un patrimonio -agregó- no sólo para todos los mendocinos, sino para los argentinos, donde lo que se rescata es trasmitir esa cultura del vino que para los mendocinos es tan natural e importante”.
Fontana consideró que “estas alrededor de 6.000 piezas transmiten de alguna manera una evolución histórica en el tiempo, de una historia que nace por aquel final del siglo XVII de la mano de pioneros italianos como Felipe Rutini”.
La gerenta de Relaciones Públicas del establecimiento aseguró que la bodega “es muy visitada por turistas de todo tipo, tanto extranjeros como locales” y precisó que “muchos de ellos llegan en bicicleta, por el circuito que se ha armado sobre todo para los turistas del exterior para recorrer toda esta zona de Maipú”.
Los visitantes pueden conocer “toda esta concentración de bodegas y viñas que hay en los alrededores, y transitar por estos callejones, un atractivo extra en términos de opción turística”, añadió.
Respecto de las refacciones en el Museo, dijo que lo que se busca “es poder mantener en el tiempo esta historia, y poner en valor todo este edificio que ha sido fruto de una arquitectura super noble, que data de hace más de 130 años y que no ha hecho falta hacerle demasiado mantenimiento”.
El Museo de Coquimbito integra el programa “Catedrales del Vino”, una propuesta turística y cultural creada a través de un convenio entre el Ministerio de Turismo de Mendoza, Bodegas de Argentina y el Colegio de Arquitectos de Mendoza, que apunta a poner en foco la arquitectura bodeguera de la provincia, rescatar el patrimonio histórico y destacar sus diseños, tecnología constructiva y paisajismo.
“Pertenecer a las denominadas “Catedrales del Vino” y la idea de ingresar a esta propuesta del grupo de arquitectos que ha rescatado y puesto en valor estos edificios patrimoniales, nos impulsó a remozar nuestro Museo del Vino”, planteó.
En ese sentido, Fontana invitó a visitar esta bodega, “única en su esquema -aseguró- con un museo propio, que es el museo vitivinícola más importante de Latinoamérica sin duda, tal vez el segundo a nivel mundial, y se ve plasmado en todo este recorrido”.
El Museo del Vino de Bodega La Rural que recibe en promedio unas siete mil visitas mensuales, está abierto al público de lunes a sábados -además de los feriados- de 9 a 17, y ofrece visitas guiadas en inglés y en español.
Cuando te llevemos por los Caminos del Vino podrás visitar esta “Catedral”, parada obligada en nuestra ruta enoturística, y experimentar de cerca la historia de nuestra vitivinicultura.
Fuente: Jornada