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El paraíso está en los valles de Malargüe

Valle Hermoso ubicado a solo 90 kilómetros de Malargüe, en las cercanías de los Valle de Los Molles y Las Leñas ofrece naturaleza y un paisaje pastoril inigualable para disfrutar de un verdadero descanso. 

Malargüe es uno de los departamentos más ricos de la provincia en materia turística y pese a que los atractivos se explayan por sus 42.000 kilómetros cuadrados, la cordillera sigue siendo el escondite de los más increíbles paisajes naturales. Los Molles y Las Leñas hacen de antesala a uno de estos tesoros malargüinos ubicado a 21 kilómetros del centro de esquí por un ríspido camino de piedra que sólo se halla habilitado en verano. 

Por las características de la ruta, es recomendable hacer el recorrido en vehículos altos aunque es posible hacerlo en bajos con precaución.

La flora agreste y la forma imponente en que la cordillera envuelve el paso de los autos van descubriendo el encanto de la naturaleza, mientras que el ganado caprino aparece y se acerca sin tapujos, sabiendo que en esa zona están a salvo. A una altura aproximada de 2000 msnm, los ríos Cobre y Tordillo cruzan el camino que permite visualizar la belleza del Valle Hermoso con su pequeña laguna casi dibujada. Este mismo continuará hasta “El Mirador” donde se podrá observar una vista única del valle y la imponente mole de piedra denominada El Centinela. En ese punto se alcanza unos 3000 msnm aproximadamente para descender hasta el complejo existente junto a la laguna. El lugar cuenta con camping que permite acampar o simplemente realizar picnics con espacios para fuego, servicios de sanitarios y un restaurante que ofrece buena gastronomía.

Algunos se animan a hacer el recorrido hasta la Laguna del Sosneado en bicicleta, mientras que otros van por la exquisitez del agua cristalina de deshielo con la intención de realizar deportes náuticos del tipo ecológicos, ya que no se permite ninguna navegación a motor.

El kayak es uno de los preferidos, mientras que los amantes de la pesca con mosca le hacen frente al caudal del Río Tordillo atrapando buenas truchas.

En el complejo es posible contratar cabalgatas, siendo una óptima propuesta para disfrutar la jornada. Las mismas pueden tomarse por hora, siendo pequeños paseos a caballo por las inmediaciones sin demasiadas dificultades o tomar la cabalgata de tres horas que permite introducirse en el paisaje y llegar hasta el surgente de aguas termales naturales. Esta última comienza en la laguna y se dirige al oeste, atravesando los ríos Cobre y Tordillo, donde se llega a las aguas termales de azufre, que invitan un baño reparador.

Los visitantes pueden sumergirse en aguas calientes y relajarse en medio de la naturaleza.

Desde este paraje también se contratan las cabalgatas que hacen el cruce sanmartiniano por la Cordillera de Los Andes, una aventura que requiere entrenamiento y disposición de por lo menos una semana.

Otra opción interesante es la caminata a los petroglifos – rocas grabados de tipo aborigen que poseen una concordancia con las constelaciones- las cuales atrapan la curiosidad de estudiosos en materia de astronomía y arqueología. Es importante tener en cuenta que durante el día el clima es caluroso altamente soleado con pocas sombras que permitan el reparo por lo que es conveniente contemplar la protección solar y durante la noche refresca bastante. 

Una excursión inolvidable, con todos los ingredientes para vivir una jornada a pleno, en medio de la naturaleza…nosotros te podemos llevar

Fuente: Los Andes, por Carla Luna