En un extenso diálogo con la prensa especializada, el flamante ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos, planteó que la caída en las llegadas de viajeros extranjeros al país no se puede explicar sólo desde la crisis del contexto internacional y reconoció que el producto Argentina tiene problemas de competitividad.
En este sentido, fue terminante al señalar que tiene que haber una reingeniería de la estrategia del Inprotur: “El ministro se va a poner al frente del Instituto y lo va a conducir con mano dura. Voy a llevar adelante un desarrollo fuerte porque necesitamos divisas en el país. Precisamos que vuelva el mercado receptivo a Argentina”. Asimismo, planteó que el flojo comienzo de la temporada estival en los destinos nacionales está directamente vinculado a las distorsiones generadas por el anterior Gobierno: “Llegamos cuando ya tres millones de argentinos habían optado por viajar fuera del país con un dólar de $ 9 y en 12 o 18 cuotas sin interés. Hoy eso se está reflejando en el mercado interno, que está amesetado y con tendencia a la baja”. Respecto a los pedidos del sector privado de propiciar incentivos fiscales que ayuden a ganar competitividad, Santos respondió con la idea de generar “un gran acuerdo sectorial” en términos de productividad: “En ese marco podemos llegar a analizar todas las cuestiones. Pero no como una acción puntual que implique que el Estado tenga menos ingresos para que se beneficie una actividad. El planteo es diferente, es ponernos de acuerdo en generar una serie de medidas donde uno recibe y al mismo tiempo da otra cosa y genera equis cantidad de empleos para una Argentina que necesita crecer”.
15/01/2016