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IVA: Entre la incertidumbre y el escepticismo

El ambicioso objetivo del Gobierno es compensar los $ 600 millones que dejarían de entrar por año al fisco con los $ 1.400 millones de ingresos adicionales por gasto turístico. Ni entre los hoteleros, beneficiados directos de la reglamentación, hay certezas de poder alcanzar los objetivos fijados desde el MinTur. Los operadores receptivos no saben cómo se resolverá operativamente la devolución del IVA y lamentan que se llegue tarde para rectificar la temporada alta del receptivo, en un año que acumula el peor registro de los últimos siete años. Desde Suipacha 1111, silencio fantasmal.

Con una puesta en escena mucho más generosa que los detalles de la decisión, el presidente Mauricio Macri anunció el martes pasado la reglamentación de la ley de devolución del IVA al extranjero sobre los servicios de alojamiento, contratado tanto en forma directa como a través de agencias de viajes.

Aprovechando el Día Mundial del Turismo y ladeado por los ministros de Hacienda, Alfonso Prat Gay, y de Turismo, Gustavo Santos, el primer mandatario le dio 60 días a la AFIP para dictar el esquema operativo que pondrá en vigencia una ley aprobada hace 15 años (ver recuadro La quinceañera de Lombardi) y que el titular de Suipacha 1111 viene anunciando como inminente desde marzo pasado.

El ambicioso objetivo del Gobierno es compensar los $ 600 millones que dejarían de entrar al fisco con los $ 1.400 millones de ingresos por gasto turístico que aportarían los 120 mil nuevos viajeros que alumbraría esta medida, que además propiciaría la creación de 8.000 nuevos puestos de trabajo.

O sea, se sabe el qué, el para qué, se intuye el cuándo (antes que finalice noviembre), pero no se sabe el cómo. Y en ese hiato entre objetivos y pautas para materializarlo aparecen las dudas de un receptivo que la está pasando mal.

Hace 15 años la devolución del IVA en servicios hoteleros también nacía con la idea de ser la martingala para recuperar la competitividad perdida. Hoy los problemas siguen vigentes, pero Argentina se suma con una versión conservadora al club de países de la región que desde hace tiempo ya ofrecen incentivos fiscales. Chile, Perú, Colombia y Uruguay, por caso, tienen versiones más generosas que la nuestra (ver recuadro).

UN PASITO ADELANTE.

Ahora bien, entre la dirigencia empresarial nadie le quiere sacar el banquito al anuncio, aunque reconocen sus limitaciones para alcanzar per sé los objetivos con que se carga a la medida. “Yo pienso que lo ideal sería la exención, pero dentro de todo –después de tantos años de propiciar el reconocimiento del turismo como una exportación no tradicional– éste es un primer paso positivo”, señaló el presidente de la Faevyt, Fabricio Di Giambattista.

El cómo lo van a aplicar las agencias es un tema aparte. Más claro está el escenario por el lado de los hoteleros. “El cliente que viene por mostrador recibirá una factura con el total de la tarifa, incluyendo el IVA, pero en el pago de la tarjeta le van a devolver automáticamente el IVA”, explicó el protesorero de la Fehgra, Rafael Miranda, quien se mostró optimista respecto al impacto de la medida: “Hoy estamos atravesando un problema muy serio por la baja de ventas, la cual sumada a los altísimos costos fijos que tenemos hace que los negocios se transformen en no rentables. O sea, si al menos logramos aumentar los volúmenes de facturación tendríamos buena parte del inconveniente resuelto”.

Pero ni entre los hoteleros, beneficiados directos de la reglamentación, hay certezas de poder alcanzar los objetivos fijados desde el MinTur. “Cumplir la meta de 120 mil turistas nuevos en un año no es tan factible, ya que primero se deben dar situaciones macroeconómicas para mejorar la competitividad nacional y alivianar las presiones impositivas y de costos de los establecimientos”, afirmó el titular de la Fehgra, Roberto Brunello, quien respecto de la creación de 8.000 puestos de trabajo matizó: “Hoy la prioridad es cuidar los actuales”.

Del mismo modo, el presidente de la AHT, Aldo Elías, planteó que lo más destacable es el precedente que sienta: “Es una excelente noticia. No tanto porque efectivamente vaya a impulsar los ingresos de turistas extranjeros, sino porque queda en evidencia que el sector es parte de la agenda del Gabinete. Este tipo de incentivos ya los tiene toda la región, en realidad nos estamos poniendo en línea. Por eso insisto en que haber obtenido algo que hace 15 años no lográbamos es lo más significativo, demuestra que algo está cambiando”.

LA INCERTIDUMBRE DE LAS AGENCIAS.

Antes de seguir, refresquemos brevemente por qué las agencias querían la exención. Con ese modelo el hotelero factura directamente al operador o al cliente sin el 21%. O sea, en teoría, una habitación que valía $ 121 pasaría a costar $ 100. Bajo el formato de devolución del IVA, el 21% se sigue facturando pero luego es reintegrado al consumidor vía su tarjeta de crédito. Y el problema es que las operaciones de las agencias no son en forma directa con el pasajero a través del plástico.

Para encontrarle la vuelta alintríngulis están hace tres meses trabajando los asesores de la Faevyt en una mesa con los de Turismo y Economía. Pero, aun después del anuncio de Macri de la semana pasada, las partes siguen sin poder explicar cómo se hará efectiva la devolución cuando haya intermediación mediante. “Si todo sale como está previsto va a ser excelente para las agencias, los operadores, el sector y el país. Está todo consensuado, pero hasta que no salga no vamos a decir nada porque no queremos que el diablo meta la cola”, confesó uno de los partícipes en los cónclaves.

“Cuando hablamos de mecanismos de devolución pensamos en procesos engorrosos y que demoran meses. Por eso hicimos dos propuestas, el Ministerio hizo las suyas y de ahí se consensuó una reglamentación que nosotros entendemos que es la que más se adapta a la realidad económica de las agencias”, aclaró Di Giambattista, quien dijo que esperan que la AFIP siga el modelo validado: “Si después te piden 240 papeles, 342 instancias y 70 declaraciones juradas se vuelve más complicada la operatoria que el beneficio”.

Pero no es lo único que preocupa a los intermediarios, que siempre pensaron que la exención licua el impacto del incentivo, ya que no se puede promocionar en el precio final. “La idea es que esto tiene que servir, serle útil a las agencias y para eso nos deberían permitir publicar los precios de los paquetes con el valor neto, con el beneficio incluido. Para que el pasajero entienda que tiene un precio comparativamente mejor y después seamos nosotros los que manejemos el tema administrativamente con la AFIP”, completó el titular de la Faevyt.

Es un enigma por qué el Gobierno y el Ministerio anuncian algo que no está claro y después se llaman a silencio. Desde Suipacha 1111 dicen que no hablarán hasta que no esté reglamentado (ver recuadro “Silencio fantasmal”). Pero lo cierto es que mientras tanto los operadores receptivos ven pasar un anuncio tras otro de la misma medida cuando suman 16 meses consecutivos de caídas interanuales y el acumulado desde enero es el peor registro de los últimos siete años para el segmento.

FUERA DE TIMING.

Uno de los empresarios receptivos y exdirigente sectorial, Tomás Ryan, confesó: “No tengo idea de cómo se va a instrumentar la devolución, pero espero que no sea un dolor de cabeza”. El titular de Ryans Travel dijo que como está planteada la cuestión “parece que está hecho por alguien que no sabe absolutamente nada de cómo está configurada la red comercial”, y pidió que se tenga en cuenta que si se quieren resultados hay que destacar cuál es el precio que va a pagar el pasajero: “No sirve decirle a alguien que va a pagar $ 100 y después le van a devolver $ 21. No es práctico”.

Otra empresaria que está en la trinchera de la comercialización del destino en el exterior, Cecilia Ursino, reconoció que no hay información sobre cómo se va a aplicar la medida: “Esperemos que si se aplica bien termine siendo un atractivo para el turismo. Si uno pudiera bajar el 21% y eso se percibiera en los precios estaría buenísimo y podría llegar a cambiar la tendencia”. La directora de Cynsa lamentó que cuando salga la devolución del IVA la temporada alta ya va a estar definida: “Y no fue buena. Esperemos que a lo sumo pueda servir para levantar un poco el tráfico de los latinoamericanos y repuntar una baja que viene muy caída”.

Ryan coincidió en la falta de timing en el anuncio: “El tema era levantar la cosa ahora. Octubre y noviembre son los dos meses más altos de turismo extranjero, sobre todo en Patagonia. Hace unos días estuve en Ushuaia y con quien hablabas lloraba por los resultados del invierno. En El Calafate, lo mismo, se conformaban con que fuera igual a la del año pasado, que fue mala. Pero después lees los comunicados del Ministerio y resulta que fue maravillosa. Nadie entiende nada, hay algo que no cierra”.

Por su parte, Osvaldo Stancato, presidente de Tiempo Libre, señaló que si bien es un “pasito adelante”, no se explica por qué se avanzó en un modelo de devolución a través de los hoteles y no en la exención para que el operador pueda facturar sin IVA: “Es engorroso. En el receptivo el que factura es la agencia, el último eslabón de la cadena. A ése hay que sacarle el IVA”. El empresario graficó que esta medida tiene que servir para que “alguien que vaya mirando las vidrieras caminando por las calles de Berlín pueda notar que el producto final está más barato. Si sigue apareciendo a $ 121 en vez de $ 100 y se empieza a complicar el tema con la devolución no sirve”.

Fuente: Ladevi
07/10/2016