El enoturismo de alto nivel en Mendoza ofrece una manera exclusiva de visitar bodegas con sus viñedos, y disfrutar de los mejores vinos de alta gama a través de sus posadas.
Acá le presentamos un circuito para descubrir los caminos del vino, desde la intimidad de cada posada, ideal para aquellos amantes del buen beber en busca del descanso y experiencias sensoriales.
Muy cerca de la ciudad de Mendoza, las Bodegas abren sus puertas e invitan a recorrer viñedos y las áreas de elaboración con un amplio abanico que va desde la producción con alta tecnología hasta la más tradicional, para concluir en todos los casos con una degustación de sus vinos.
Otras, han ido más allá y suman alojamiento boutique, restaurante, wine bar, galería de arte, etc. Quisimos hacer la ruta de las posadas como una original opción de turismo enológico, descubriendo una variedad de alternativas que combinan el conocimiento de la bebida nacional argentina con relax al aire libre.
CASA ANTUCURÁ “El Alma de la Casa es la Biblioteca”
La primera visita fue a Casa Antucurá en Tunuyán, Vista Flores, ubicada en el Valle de Uco, a unos 100 kms al S.O. de Mendoza capital. Allí nos recibió el manager, quien nos acompañó en todo momento y estuvo atento a todos los detalles durante nuestra estadía.
En un hermoso entorno cordillerano, el ingreso a la Casa fue deslumbrante: lujo, refinamiento y distinción. Un mobiliario suntuoso, pinturas, esculturas y, ubicada entre las ocho Suites, una imponente biblioteca en la planta superior con 8000 volúmenes en diversos idiomas, que se impone como el corazón de la Casa.
Las Suites son increíbles, 4 Master y 4 Junior todas con vista a la cordillera o a los viñedos. La estadía incluye impuestos, desayuno y copa de bienvenida, y lo más importante: la visita a la bodega con degustación, ya que solo está abierta a los huéspedes de Casa Antucurá, no al público en general.
Desde la Master Suite con vista al espléndido jardín, hacía ineludible la contemplación de una fuente con esculturas femeninas de resonancias mattisianas, más la original vaca CowParade.
La piscina semiolímpica rodeada de un espectacular parque para disfrutar del aire libre y del hermoso paisaje andino, junto con la propuesta de la zona de relax & tratamientos corporales, más el microcine, conforman un estándar de servicios de alto nivel.
Por la tarde conversamos con Anne Marie Biancheri, pionera e intuitiva quien nos contó sus experiencias sobre los inicios del proyecto Antucurá en Valle de Uco, hoy zona destacada en la producción de vinos de alta gama. “Antucura significa, en la antigua lengua mapudungun, Piedra del Sol. Elegimos llamar así a nuestra bodega y posada de Tunuyán, porque aquí crecen, naturalmente, entre piedras y rocas, las vides que dan luz a nuestros vinos” nos comentó.
La cena fue en el Restaurante de CA, que incluyó un elegante menú de truchas y salmón maridados con Pinot Noir y el Blend Emblemático de Antucurá. El chef propone un menú de 4 pasos de comida tradicional argentina y regional con toques gourmet.
Es conveniente comer allí ya que existen pocas opciones gastronómicas cercanas (La Posada del Jamón, y Tupungato Divino, son de las muy escasas).
A la mañana siguiente la nota de color y sofisticación fue un simpático pavo real que se paseaba por la galería. Antes de despedirnos fuimos a charlar con el enólogo sobre la elaboración de las líneas Barrandica, Calvulcura y Antucurá, con el Gran Vin Antucura que cuenta con el asesoramiento del winemaker Michel Rolland.
Es un sitio encantador que arrancó nuestra admiración a cada paso, una magnífica alianza entre libros, arte, diseño, excelente cocina y vinos de alta gama.
En la zona de Valle de Uco se pueden visitar muchas bodegas interesantes de diferentes envergaduras, dentro de las más grandes y destacables están: Clos de los Siete, Salentein y O’Fournier todas ellas con excelente arquitectura y gastronomía, más Andeluna y Atamisque.
Cómo llegar. Desde Aeroparque de Buenos Aires a través de los vuelos frecuentes de Aerolíneas Argentinas o LAN a la ciudad de Mendoza, Aeropuerto El Plumerillo. Luego por tierra 100 kms hasta la Casa, alquilando un auto o mediante un transfer, que se puede coordinar con la Casa o contratar directamente en el Aeropuerto.
Para llegar en auto desde Buenos Aires: por la Ruta Nacional Nº 7 hasta la ciudad de Mendoza, allí tomar la Ruta 40 hasta Tunuyán; tomar la ruta Nº 92 hasta Vistaflores; y desde allí son solo 2 kms hasta la entrada a la Finca.
Es muy importante andar en vehículo por la zona, así tampoco perderse de visitar el Manzano Histórico, a sólo 40 kms de Tunuyán, bosque ideal para recorrer en bicicleta o en cabalgata guiada.
ROBLES DE BESARES “El Edén de Chacras de Coria”
En el centro de la zona de Chacras de Coria, esta Posada fue la excepción a la regla: no son productores de vino. Sin embargo, una cava subterránea pertenece a esta casona familiar de Carlos Willink, ex bodeguero, y Laura Madeira, su esposa.
Ideal para huéspedes deseosos de tranquilidad, en esta destacada zona residencial de barrios privados, quintas y restaurantes, a 12 kms de la ciudad de Mendoza y 20 kms del aeroparque.
Es una Posada boutique con 4 coquetas habitaciones, una sala de estar, y un bellísimo parque con una añosa arboleda de robles, ceibos, tilos y otras especies. Completan este cálido paisaje un tanque australiano devenido en piscina, una cancha de tenis, un gimnasio y el hidromasaje. Habituados al arte de la hospitalidad, cuentan tener 2 hijos “pero en realidad son 10 ó 12”, expresa Carlos haciendo referencia a la familiaridad con que atienden a sus visitantes.
Sentimos la cordialidad con que nos reciben y emprendimos un viaje hacia el interior de la cálida casona, que deja ver en cada detalle la impronta femenina de su decoradora Laura. Piezas antiguas capturan la atención, como una vieja salamandra ubicada en la recepción, que nos invitó a pensar como sería una estadía invernal allí junto a esta.
En todo momento se percibe un clima espiritual en el ambiente a través del fondo musical; la armonía y la paz tan finamente logradas son caricias al alma.
El lugar cuenta con habitaciones muy confortables, incluye desayuno y acceso a las áreas de servicio: piscina, gimnasio, hidromasaje, tenis. Ofrecen masajes, paseos en bici a las Bodegas, además de las opciones de turismo aventura como rafting, trekking y cabalgatas.
Chacras de Coria tiene variedad de restaurantes que van desde la cocina tradicional hasta la de distintos países. Nos recomendaron ir a Dantesco, muy exclusivo.
BODEGAS “VECINAS”
Desde esta Posada puede encararse la visita a conocidas bodegas de Luján de Cuyo: Luigi Bosca, Lagarde, Dolium, Chandon, Norton, Cavas de Weinert, etc.
Junto a nuestra guía fuimos a TAPIZ, ubicada en la Ruta Provincial N°15 (vieja Ruta N° 40) km. 32, en Agrelo, Luján de Cuyo. Allí nos recibió su propietaria, quien nos contó que el 90% de la producción se destina al exterior, pero con miras a incrementar el comercio local. Caracterizan a la bodega su alta tecnología, tienen viñedos en Mendoza y Salta, y no podíamos irnos sin probar la línea Reserva de su Malbec y Cabernet Sauvignon.
SALENTEIN fue el siguiente destino. Ubicada en la Ruta Provincial 89, este precioso complejo en Valle de Uco es una visita obligada por su mística y asombrosa Sala de Barricas, donde obviamente degustamos sus vinos.
Incluye un Restaurante donde disfrutamos de un tapeo, luego de recorrer Killka, la galería de arte con sus prestigiosas obras de grandes artistas; una capilla, su posada y el flamante wine bar. Y en éste fuimos invitados con una copa del elegante Salentein Primus Malbec.
FINCA ADALGISA “Aires de Tradición”
Este antiguo casco de bodega fue un verdadero hallazgo también en Chacras de Coria (calle Pueyrredón 2222), atendida por su dueña Gabriela. Ella es la bisnieta de Angel Furlotti, familia tradicional de vitivinicultores y nos contó que nació en Finca Adalgisa, adquirida por su abuela materna a una dama francesa homónima en 1936.
Fue un placer caminar entre los viñedos centenarios con sus árboles frutales, que son la honra familiar y brinda un marco natural bellísimo al Hotel Boutique & Winery de 11 habitaciones. “Sólo producimos un Malbec” nos explicó la propietaria, vino producido por el enólogo asesor Carmelo Patti, con estilo tradicional y una producción anual de solo 5000 botellas.
Los rayos de un sol radiante atravesaban el camino a la bodega. Mientras, en el camino una antigua prensa y la pileta de fermentación revestida con epoxi dieron cuenta de ese pasado pionero de inmigrantes que forjaron la vitivinicultura en Mendoza.
Ansiosos fuimos por aquel Malbec Finca Adalgisa 2007 que nos esperaba en el espléndido wine bar / jardín invernal con vista al viñedo. Las cosechas 2004, 2005, 2007 de este delicioso Malbec se venden en la Finca y se envía puerta a puerta, generalmente al exterior. No se vende en vinotecas o restaurantes a excepción de Francis Mallman. A su vez incursionan, como otras bodegas, en la elaboración de aceite de oliva premium.
Una amplia y cómoda Suite nos alojó, con terraza propia y vista a los viñedos en espera de su vendimia. También ofrecen actividades como Cooking Class, y te acercan al golf, rafting, trekking, pesca.
En cuanto a las bodegas cercanas para visitar son: Alta Vista, Pullmary, Clos de Chacras, Carmelo Patti, Benegas y Pulenta.
Llegamos al último día de esta placentera Ruta de las Posadas en Mendoza. Antes de partir desayunamos en la Finca café humeante, panes recién horneados, cereales, frutas secas y variedad de mermeladas que elaboran los alumnos de la Facultad de Agronomía: mientras en la sala perfectas pinturas de la serie “Las Mujeres y el Vino” de Lucia Coria demoraban un rato más la despedida.
Fuente: Bar and drinks n°40 por Patricia Páez, sommelier