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Las aguas termales son otra alternativa del turismo en Mendoza

Aguas Termales de Mendoza

Aguas Termales de Mendoza

La provincia de Mendoza ofrece al viajero seis alternativas diferentes para disfrutar de los beneficios que aportan las aguas termales. Al aire libre o en complejos sofisticados, hay opciones para todo tipo de turismo.

Mendoza, cuenta con seis áreas donde se ofrecen al viajero los beneficios de aguas sulfurosas únicas en el mundo, cargadas de minerales por los procesos biológicos y geológicos que tienen lugar en esta zona Cordillerana.

Las aguas termales pueden ser de origen volcánico, magmático o telúrico. Y las sales que se absorben en los baños ayudan a tratar dolencias en la piel, huesos, sistema digestivo, respiratorio, locomotor o circulatorio.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la terapia hidrotermal como parte de la medicina moderna complementaria. Además, se recomiendan para tratamientos de belleza y relajación.

 

Termas de Cacheuta

Uno de los centros termales más destacados de la provincia de Mendoza es Cacheuta, ubicado sobre la RP 82, en el departamento de Luján de Cuyo y muy cerca de Potrerillos. Distante apenas 38 kilómetros de la ciudad Capital, el establecimiento permanece abierto durante todo el año, entre las 10 y las 18.30.

Con los picos nevados de la Cordillera de los Andes como telón de fondo, Cacheuta ofrece un Parque de Agua Termal y Aventura. Un área natural en el que fueron construidas diferentes piletas con aguas hipertermales, que oscilan de 35°C a 50°C de acuerdo a los manantiales.

La particularidad de este complejo mendocino es que sus aguas provienen de deshielo, se infiltran a grandes profundidades, elevan su temperatura y chocan con la roca granítica de Cacheuta para volver a la superficie. La absorción de todos los minerales en este proceso, le genera características únicas en el país.

Dentro del establecimiento, el viajero encuentra una piscina semicubierta; una acondicionada con burbujas; y otra estilizada con olas artificiales y rodeada de una playa de arena. Hay duchas masajeadoras; un tobogán acuático; quinchos y parrillas para el típico asado argentino.

A los tratamientos de descanso, su suman en Cacheuta actividades guiadas de trekking, rapel, una tirolesa que cruza el río Mendoza -el cual rodea todo el complejo y finaliza en una cascada-, cabalgatas, bicicletas y rafting. El hotel dispone también de cancha de paddle, restaurante, pool y variados juegos de mesa.

 

Camino a Valle Hermoso

Inmerso en un valle y situado a 50 kilómetros del casco urbano de la localidad mendocina de Malargüe, se encuentra el Complejo Termal Los Molles. Se trata de otro de los preferidos por el turismo que busca una propuesta de relax y descanso, en funcionamiento los 365 días del año. Con aguas de elevada concentración salina, el centro termal alberga piletas sulfurosas y ferrosas, cada una con propiedades terapéuticas diferentes, a temperaturas que van de 38°C a 48°C. Aparte, se ofrecen fangos aconsejables de aplicar en zonas del cuerpo con inflamación.

Por su parte, el departamento de Malargüe cuenta además con otros espacios termales. Al noroeste del casco urbano, están las Termas del Azufre con baños a cielo abierto que solamente pueden tomarse en temporada estival por estar al pie de la Cordillera de los Andes. El sitio ofrece áreas de acampe y cabalgatas.

El otro complejo, distante 135 kilómetros al oeste de la ciudad de Malargüe, lo constituyen las Termas de Cajón Grande, con cinco piletas descubiertas. El sitio se ubica en el camino que conecta a la Argentina con el vecino país de Chile, a través del Paso Internacional El Pehuenche.

 

A minutos de la capital

En el departamento de Las Heras, a escasos siete minutos de la ciudad Capital de Mendoza, el visitante encuentra las Termas de Challao. Un complejo situado a 850 metros sobre el nivel del mar, beneficiado por la presencia de un particular clima templado y seco que permite su apertura durante todo el año.

En el predio, funciona un spa con aguas termales de características sódicas, cloruradas, cálcicas y magnésicas. Además, para el hospedaje el turista encuentra una hostería con 44 plazas y una posada para 30 personas. Ambas poseen infraestructura gastronómica, piscina no termal, solarium y áreas para eventos.

 

En San Rafael

Junto al río Atuel, a unos 2.180 metros de altura sobre la RP 220, el visitante accede a un abandonado complejo termal que supo ser en las décadas del 30 y el 40 un suntuoso alojamiento de alta gama. Se trata de las ruinas del Hotel Termas El Sosneado, inactivo por razones que muy pocos conocen.

Ubicado en la zona sur de la cordillera mendocina, el manantial de aguas termales es de origen volcánico y en temporada estival recibe turistas que aprovechan sus propiedades curativas. Los restos de la antigua hostería, funcionan incluso como campamento base para andinistas y excursiones de caza y pesca.

Desde las ruinas del hotel se accede a la Laguna El Sosneado, ideal para la práctica de buceo; la Cueva del Indio; y el Glaciar de Las Lágrimas, donde cayó en plena Cordillera el avión que transportaba a rugbiers uruguayos en 1972. Una tragedia de la que hubo sobrevivientes, cuya historia dio lugar a la película Viven.

 

Fuente: Telam