image

Las vacaciones de invierno no alcanzaron para la industria del turismo, que agoniza hace 15 meses

Las vacaciones de invierno no alcanzaron para la industria del turismo, que agoniza hace 15 meses

Se pierden 220 empleos formales por día y piden la apertura de fronteras para empezar el proceso de recuperación. Cifras escalofriantes.

Las vacaciones de invierno ya terminaron en casi todo el país, y si bien, desde la Cámara Argentina de Turismo (CAT) reconocen la importancia de que se haya dado lugar para que esta industria trabaje, aseguran que están económicamente devastados. “La peor crisis en la historia del turismo”, afirman a PERFIL. Más de 1,7 millones de personas viajaron por el país. Sin embargo, esta cifra no representó una ganancia ni un empate para las empresas, sino una supervivencia. Por día, se pierden 220 empleos formales en la industria turística. Las expectativas están puestas en llegar a fin de año con una “relativa normalidad”, y con ello, lograr un repunte significativo.

Toda la actividad en Argentina se vio perjudicada por las restricciones de movilidad. Con las fronteras cerradas, el turismo receptivo está paralizado. En este contexto las agencias y operadores se vieron muy afectados. El transporte terrestre también fue muy golpeado, con gran dificultad de recomponerse. Además, la conectividad aérea se redujo en forma drástica. “Realmente es una pesadilla lo que estamos atravesando. Además, hay que agregar la caída de todo el comercio que se mueve en torno al turismo” indicó a este medio el presidente de la CAT, Gustavo Hani.

Hotelería

Dentro de la industria del turismo, la actividad hotelera es la más perjudicada, y en lo que va de la pandemia se perdieron 15.000 puestos de trabajo en todo el país. Roberto Amengual, presidente de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), señaló a PERFIL que necesitan alrededor de 6 años para recuperarse económicamente.

 

Estas vacaciones representaron 43% de ocupación hotelera versus el 74% que hubo en 2019 prepandemia. Algunos destinos como Jujuy llegaron a un 82% de ocupación hotelera y Sierras de Córdoba a un 55%. Mientras que la gran perdedora fue la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que durante toda la pandemia nunca superó el 10% de ocupación hotelera. La poca previsibilidad fue el factor que marcó estas vacaciones y que cambió la tendencia de no hacer reservas con mucho tiempo anticipación. El 80% de las reservas se realizaron 48 horas antes.

Transporte

En lo que respecta al transporte aéreo, Felipe Baravalle, director ejecutivo de la Cámara de Compañías Aéreas en Argentina (JURCA) señaló que sólo quedan operando como vuelos domésticos de cabotaje Aerolíneas Argentinas, Flybondi y Jetsmart cuya actividad está alrededor del 17% respecto a su normal funcionamiento en 2019.

Por otra parte, en cuanto a vuelos internacionales, están a un funcionamiento del  2%. Se pasó de 250 vuelos diarios a 4. En Argentina entraban 15.000 pasajeros diarios por Ezeiza; mientras que actualmente el cupo de 1000 pasajeros diarios, que en realidad, son argentinos varados en el extranjero y no representan actividad turística. Si nos enfocamos en los colectivos de larga distancia, la situación no es muy diferente.

Fernando Boulin, vicepresidente de la Cámara Empresaria del Transporte (CELADI), explicó a PERFIL que operan con “relativa normalidad” más allá de restricciones o pedidos que pone algún distrito para viajar a su provincia. “Igualmente estamos hablando de niveles muy por debajo a lo que era el transporte en vacaciones de invierno en periodo prepandemia. Estamos trabajando a un 20% en comparación al 2019”, agregó. En detalle fino un 75% del personal no ha vuelto a trabajar, lo que representa aproximadamente 12.000 trabajadores. Lo mismo les ocurre en cuanto al parque móvil, ya que más del 70% de los ómnibus continúan guardados por la baja demanda. “El parque móvil es un capital que tiene una vida útil de 10 años, y que ya perdió 18 meses de su vida útil, lo que implica que se ha achicado nuestro capital”, enfatizó Boulin.

Gastronomía

Tanto las vacaciones de invierno como el día del amigo permitieron aumentar el nivel de ingresos en todo el país. Sin embargo, como en cada actividad que conforma la industria del turismo, la leve suba no es suficiente. Además, la gastronomía tiene mucha mano de obra intensiva, lo que representa un gasto fijo importante. Desde la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina, difundieron que de cada $100 que ingresa, $40 van destinados a impuestos. Por su parte, el delivery, en el mejor de los casos, implica un 25% de ingresos y no alcanza para mantener la estructura.

“La mejora gracias a las vacaciones de turismo y el día del amigo ayudaron, pero no nos cambia la realidad y la facturación negativa. Las expectativas están puestas más hacia el verano”, dijo a PERFIL Gabriela Akrabian, vicepresidenta de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafes (AHRCC). Verónica Sanchez, miembro de la Cámara de Restaurantes de la AHRCC, afirmó a PERFIL que en lo que va de la pandemia sólo en CABA cerraron 2.500 establecimientos gastronómicos, lo que representa 22.000 puestos de trabajo perdidos. La situación varía mucho según la zona. Por ejemplo, en la gastronomía barrial no afecta la actividad turística –lo que no significa que la situación sea mejor-. En cambio, tanto en microcentro como en macrocentro –Puerto Madero, Tribunales, etc.- son consideradas zona de emergencia porque dependen directamente del turismo. A nivel nacional cerraron 11.800 establecimientos gastronómicos, lo que representa 170.000 puestos de trabajo perdidos.

Turismo receptivo e interno

Actualmente, el turismo receptivo internacional está prohibido con el objetivo de  controlar el ingreso al país de la nueva cepa delta de Covid-19. Sin embargo, este tipo de turismo es fundamental para la industria ya que representa más de del 53% del gasto turístico en Argentina. Es decir, que aunque el turismo nacional estuviera funcionando al 100%, el sector tendría un gasto turístico de menos del 50%. “Empezar el proceso de recupero no es viable hasta q no se abran las frontera internacionales”, afirmó Roberto Amengual, presidente de AHT. Tenemos expectativas que ante la reapertura de fronteras rápidamente se produzca la reactivación del turismo internacional.  Y, en cuanto al turismo interno, si bien ya vemos que hay una incipiente reactivación, medidas de estímulo como el Previaje 1 y PreViaje 2 facilitarán que se acelere la reconstrucción del turismo.

Ayuda del Estado

El aporte del Estado ha sido el fondo de auxilio para prestadores turísticos (FACT), el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) en 2020, y actualmente se encuentra en vigencia el REPRO II. También cuentan con líneas de crédito blandas con el respaldo del Banco Nación. Sin embargo, diferentes cámaras y asociaciones del sector manifestaron a PERFIL que la ayuda fue tanto en cuanto a cifras como en políticas económicas que les permitiesen un respiro. Indicaron que el REPRO II son $22.000 pesos por empleado, y que, los créditos que dan son escasos. “Las perdidas aún son incalculables y las proyecciones de una mejora no se observan a corto plazo. La recuperación se va a producir muy lentamente durante los próximos años”, afirmó a PERFIL Gustavo Hani.

Fuente: Perfil – por Brenda Funes
04/08/2021