Su nombre hace referencia al «tunduque» (Ctenomys mendocinus) que es una especie de roedor endémico de Argentina y que habita la zona. Se considera un lugar sagrado por los antiguos habitantes de pueblos originarios, quienes realizaban rituales, ceremonias, peticiones y agradecimientos a sus tres dioses: el sol, la tierra y el aire, dejando registros en forma de petroglifos.
Allí se puede apreciar una serie muy variada de figuras antropomórficas, algunas con apariencia de avestruz. Hay un rostro con grandes ojos, hombrecillos simples, tridígitos, líneas ondulantes y motivos de claro pero desconocido simbolismo. Una escalera de madera permite llegar hasta el lugar donde están los petróglifos brindando al mismo tiempo una magnífica vista hacia el paisaje montañoso que lo rodea. El cerro Tunduqueral fue declarado Patrimonio Cultural Provincial y Zona de Preservación y Conservación Patrimonial por la municipalidad de Las Heras.