La mayoría de los ambientes del piedemonte o la precordillera son aptos y atractivos para la práctica de mountain bike, por las posibilidades del terreno árido y pedregoso.
Las aventuras, el panorama y el clima de diversión hacen que este deporte resulte un programa muy atractivo para quien quiera disfrutar la naturaleza a pleno, a través de los diversos circuitos que existen como alternativa.
Luego de una charla instructiva podrá subir y bajar por barrancas y sierras, encontrar manantiales, cuevas o emprender largos descensos entre montañas. La bicicleta todo terreno será así un excelente medio para conocer desde muy cerca algunos atractivos naturales y recorrer largas distancias al ritmo propio (desde el nivel de principiante al avanzado) bajo la atenta supervisión de guías experimentados.