Ubicado en Uspallata, a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, el sitio es un atractivo para personas de todas partes del mundo que desean admirar los petroglifos que allí se encuentran.
Misterio, magia, historia y un increíble contacto con la naturaleza es lo que pueden vivenciar las personas que visitan el Cerro Tunduqueral, en el distrito lasherino de Uspallata.
El Cerro Tunduqueral está emplazado siete kilómetros al norte de la villa cabecera de Uspallata, por la ruta 52, y a unos 2.000 metros sobre el nivel del mar. El cerro se llama de esa forma por el tunduque, un pequeño roedor que habita la zona realizando pequeñas cuevas en el suelo.
El lugar tiene un valor histórico ya que reúne el conjunto más relevante de petroglifos reportados para la región, hechos en tiempos prehispánicos: más de 400 grabados realizados en 22 soportes rocosos. El cerro es considerado patrimonio cultural provincial y, en 2015, las autoridades solicitaron a la UNESCO que el sitio forme parte del área de amortiguación del Qhapaq Ñan (Sistema Vial Andino).
“Juan Schobinger, pionero en el estudio del arte rupestre del Tunduqueral, atribuyó a los grabados carácter ritual y sagrado y estimó que procedían de los siglos V a XI, aunque actualmente se estima que no todos los petroglifos del cerro pertenecerían al mismo periodo cronológico”, aseguró en un artículo Diana Aloia, profesional adjunta del CONICET en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Cuyo.
Los petroglifos, también llamados grabados rupestres, son diseños simbólicos hechos en rocas. Los del Cerro Tunduqueral han sufrido el paso del tiempo y también la acción egoísta de los humanos que en varias oportunidades han atentados contra ellos. Por este motivo, la comuna de Las Heras tuvo que realizar diferentes acciones para proteger el lugar y no se puede ingresar a este museo a cielo abierto sin su autorización.
“Las tierras donde se encuentra el cerro pertenecen al Ejército Argentino y el municipio administra el lugar en cuanto al desarrollo, cuidado y al mantenimiento del mismo. Respecto a la conservación de los dibujos rupestres, nos basamos en un plan de manejo realizado en conjunto con el CONICET y la UNCuyo”, confió el director de Turismo de esa comuna, quien señaló que en el área de amortiguación del cerro -actual playa de estacionamiento- están realizando unos sanitarios (un sistema de baños secos) que prontamente estarán al servicio del visitante.
El año pasado, integrantes del Laboratorio de Paleoecología Humana de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y del CONICET realizaron la renovación y colocación de la nueva cartelería informativa en el predio de este parque arqueológico.
Noches de caminata y senderismo
El cielo en ese sector es un verdadero espectáculo y en las noches de luna llena, el cerro tiene una vista privilegiada. Por ello, la comuna –previo a la pandemia- organizaba caminatas nocturnas que eran copadas por visitantes de todos lados, quienes no podían evitar asombrarse ante el conjunto de historia y belleza natural que encierra el lugar.
“Se considera un sitio mágico y con una energía especial. Seguramente lo sea por la paz que transmite el lugar, alejado de lo cotidiano y del ritmo de vida que uno lleva en plena ciudad. Por la pandemia debimos cerrarlo al público y, actualmente, ya contamos con todos los protocolos listos para pronto volver a abrirlo al turismo interno”, indicaron.
Caminatas a la luz de la luna llena era una de las actividades que proponía la Municipalidad de Las Heras durante el verano pasado.
La idea es comenzar los fines de semana y feriados con grupos reducidos, manteniendo el distanciamiento y teniendo en cuenta que el cerro tiene una capacidad para un máximo de 20 personas.
“Anterior a la pandemia, recibíamos muchos visitantes nacionales e internacionales, también turismo educativo y social. Hay que destacar que en épocas normales, el lugar se encontraba abierto los 365 días del año”, dijo el funcionario municipal y agregó que “el cerro es uno de los atractivos turísticos histórico-arqueológicos más interesantes de la región y el personal de la Dirección de Turismo de Las Heras brinda visitas guiadas, que permiten vivenciar experiencias e historias de los primeros habitantes con los que contó el pueblo de Uspallata”.
Fuente: El Sol, por Gema Gallardo