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Malargüe: un gusto este verano

Los paisajes sureños atrapan con su variedad y colorido en tiempo estival, una apuesta que no defrauda. Entre cavernas, volcanes, lagunas y ríos: mucha aventura.

Malargüe es una excelente alternativa para disfrutar de la temporada estival. Sus múltiples atractivos naturales invitan a un contacto preferencial con la creación, y a divertirse en familia haciendo cabalgatas, trekking, mountain bike, tirolesa, cuatriciclos, excursiones 4×4 y mucho más en medio de parajes increíbles.

La amabilidad de los habitantes, el ritmo tranquilo de la ciudad y la belleza paisajística, adentran al viajero en segundos en un clima vacacional -ya sea que vaya por 2 ó 7 días. El corte con la rutina y la renovación de energías, están asegurados.

Es sabido que este departamento mendocino sureño cuenta con verdaderos santuarios, refugios de biodiversidad y formaciones geológicas únicas, que ningún mendocino o turista deben dejar de conocer.

Entre los casos más sobresalientes la Reserva Provincial Payunia ha sido propuesta por la Unesco para ser declarada patrimonio de la Humanidad por su valor universal excepcional, compuesto por diferentes estilos eruptivos, los campos de bombas y lapilli, las coladas de lava individual más largas de la tierra, un imperdible, si los hay.

La Caverna de las Brujas es más famosa. A ella llegan los visitantes anhelando observar las esculturas que a través de las filtraciones de agua se han generado durante miles de años. Estalactitas, estalagmitas, columnas y coladas, crean un ambiente fascinante en las entrañas de la tierra, pasillos y salas, dignos de películas de ciencia ficción.

Para recorrerla se ingresa con turnos de 10 personas. El circuito tiene una duración de 2 horas aproximadamente y cuenta con dos niveles: Sala de la Virgen, apto para mayores de 4 a 6 años y el completo es apto para mayores de 7 años. Lo mejor es que en el sitio se brinda toda la información para aprender sobre estos caprichos que natura nos permite ver y que no nacieron de un día a otro, sino que se formaron con la paciencia de los cambios en el planeta.

Con el corazón contento por los obsequios de esa mágica caverna, quizá sea tiempo de ponerse en acción y esta vez vibrar de risas y carcajadas. Es momento de llegar a Turcará, ubicado a 35 km de la ciudad y enclavado en medio de Bardas Rocosas donde el Puente Colgante, es apenas el primer desafío.

Luego puede combinarse con Barranquismo (Vía Ferrata), visitar una misteriosa caverna, realizar tirolesa, trekking paleontológico para conocer sobre lo que era esta zona hace millones de años y los animales que la habitaban. Los chicos, fascinados.

Además toda la familia puede animarse a escalar en una pared natural de 35 metros, y así disfrutar del parque de diversiones natural. Comer algo rico, el premio para un día agitado. En ese caso los chivitos más conocidos de la provincia y las truchas, son excelentes alternativas, incluso cuentan con sus propias rutas -entre restaurantes y criaderos- para elegir un sitio cada día.

Los circuitos lejos están de agotarse. El Volcán Malacara, situado a 42 km. al sureste de la urbe, es otro de los parajes para soñar que se está visitando otro planeta o quizá el comienzo del nuestro. Resulta que en lejanos tiempos, una gran erupción, muy violenta, tuvo lugar aquí. Se mezcló agua acumulada en la corteza terrestre con la lava que surgía del corazón del volcán y todo explotó dejando sugerentes huellas.

En nuestros días pueden verse grandes cárcavas de casi 30 m de altura; pasadizos secretos y caminos únicos por los que ingresan los trekking guiados, diseñados especialmente para toda la familia.

Hay más. Si los chicos quieren saber algo de bandidos rurales, que huían y se escondían en la montaña, deben llegar a Castillos de Pincheira. Es una formación rocosa que se parece mucho a antiguos castillos donde, dicen, se escondían unos malhechores con sus caballos, entre miles de leyendas que cuenta esta zona. Enfrente, el restaurante Altos Sauces para degustar comidas típicas, hacer pic nic, quedarse en el camping con pileta o emprender safaris fotográficos.

La cascada de Manqui Malal, es otro de esos lugares que asombran. Se encuentra a 30 km al sur de la ciudad. Su nombre deriva de dos vocablos en lengua mapuche: Manqui (Cóndor) y Malal (Barda).

Este lugar está rodeado por grandes paredes (Bardas) de origen marino. Sí, aquí hubo mar. Las paredes fueron elevadas por la orogenia andina, lo que hace posible encontrar restos fósiles, amonitas y bivalvos, a través de un trekking guiado. Una genial aventura al pasado remoto. Allí también hay un restaurante donde se degustan muy buenos chivitos.

Además de lo anterior, Las Leñas ha preparado un verano con todo. No sólo alojamiento para diversos bolsillos sino mucha aventura y una novedad: esta temporada el valle ofrece esquiar en verano. Imaginen ascender a más de 3.000 m.s.n.m. para calzarse esquíes en pleno enero.

Además excursiones a caballo, caminatas guiadas, mountain bike, tirolesa, recorridos en cuatriciclos, excursiones 4×4 a sitios lejanos en la montaña, visitas a la Laguna Escondida y el mirador.

Por otra parte Malargüe, a través del Paso El Pehuenche, conduce a la VII Región del Maule. Son en total 320 km hasta la ciudad de Talca y 100 km más para arribar al Pacífico.

Todo esto te parece poco? Vení a conocer Malargüe: tenemos excursiones a la Payunia, a la Caverna de las Brujas, a Las Leñas, a los Castillos de Pincheira, al Volcán Malacara y mucho más mechado con aventurismo y sobretodo chivitos y truchas…que estás esperando…date un gusto este verano

 

FUENTE: diario Los Andes