Postales de los Castillos de Pincheira
Se trata de una formación natural rocosa de 60 metros de altura. Vistos desde lejos, los Castillos de Pincheira parecen una verdadera estructura medieval.
Los Castillos de Pincheira son una formación de roca volcánica que se asemeja a un castillo, a cuyos pies corre en el Río Malargüe y arroyo Pincheira.
Es otra de las atracciones turísticas naturales que el departamento de Malargüe tiene para ofrecernos. Un cúmulo de rocas gigantes se erigen sobre la montaña para, imaginación mediante, dar paso a unas imponentes torres, dignas de un castillo medieval. Los Castillos de Pincheira son uno de esos lugares que tienen mucho para ofrecer pero que no son muy visitados por los turistas. Aquí, trataremos de convencerte de que, cuando vengas a Mendoza, no dejes de asistir a esta experiencia única.
Ubicación
Sólo basta viajar 27 km desde la ciudad de Malargüe, para sumergirse en un entorno natural de ficción. Para llegar a los castillos, primero hay que llegar a Malargüe, a 650 km al sur de Mendoza.
A ellos se accede camino al sur, por la RN 40, tomando un desvío en dirección a la Cordillera de Los Andes. Este es un camino de ripio digno de recorrer. Como todo carretera de este tipo de superficies, te obliga a transitarlo lento, para no perdernos nada del hermoso paisaje que nos rodea. Su estado es óptimo y puede completarse en cualquier tipo de vehículos.
Al llegar al lugar, la zona se pone un poco más húmeda. Árboles verdes y césped natural asoma sobre la margen del río Malargüe. En ese lugar existe un camping que ofrece servicios básicos para una cómoda estadía. Desde allí se contempla la inmensidad de los Castillos de Pincheira.
Área Natural Protegida
Lo menos que podía hacer el ser humano, en respuesta a esta maravilla que nos ha regalado la naturaleza, era declarar a esta zona como Área Natural Protegida. Así, existen una serie de normas y prohibiciones que rigen el lugar y que tienen como objetivo procurar su estado natural, con la menor intervención humana posible.
Por lo tanto en el año 1999, se creó la Reserva de Paisaje Protegido Castillos de Pincheira, de 650 hectáreas. En el lugar, se puede acampar, hacer trekking y cabalgatas.
Una opción entonces es permanecer en el camping y, simplemente, contemplarlos, mate de por medio. Otra es la de caminar hasta el lugar, cruzando el río por un puente peatonal y llegar hasta los monumentos naturales. Una vez allí, es posible ascender y “adentrarnos” en el castillo. Desde allí es viable obtener una vista privilegiada del camping, el río y toda la zona.
La leyenda detrás del nombre
Cuenta la leyenda que, a principios del siglo XIX, habitaban la zona de Malargüe los hermanos Pincheira. Estos formaron una banda de bandidos que, en contra de las ideas independentistas del momento, se encargaron de enfrentarse a los patriotas, a instancias de las órdenes de los realistas. Los más osados historiadores de la zona aseguran que los Pincheira se encargaban de robar y saquear los pequeños comercios. Pero sólo lo hacían para dárselo a los pobres. Lo cierto es que, cuando estas personas eran buscadas por los independentistas, se escondían en las formaciones rocosas que hoy conocemos como los Castillos de Pincheira.
Más de un puestero del lugar recomienda no habitar el lugar de noche, ya que podríamos escuchar, o incluso ver, a los hermanos Pincheira escondiéndose de sus perseguidores. Aunque, obviamente, esta teoría no tiene demasiado sustento.
En los alrededores, suelen encontrarse puntas de flechas y restos de cerámica indígena.
Origen geológico
Los Castillos de Pincheira parecen aflorar entre las montañas, pero en realidad son sedimentos de erupciones volcánicas, lo mismo que los conos de derrubio que hay entre ellos y el río Malargüe. La arenisca que compone este conjunto sedimentario se desgasta con facilidad por la acción del agua y del viento, lo que genera las formas que permiten jugar con la imaginación. La gran amplitud térmica de la zona, tanto diaria como estacional (nevadas y viento zonda a dos mil metros de altura) mantiene vivos sus colores y solidifica esas formas que se convirtieron en atractivo turístico.
Restaurant Altos Sauces
Inmerso en la imponencia del paisaje se encuentra este restó donde se sirve el producto estrella de la región, el chivito. La cocina de este resaturante se encuentra con la limitación de la falta de electricidad por lo que sus métodos de cocción son simples y enaltecen las virtudes del producto, pero toman tiempo. Además se sirven otras opciones como pastas, minutas y empanadas.
El Camping
Aquí las parcelas están equipadas con asadores, parrilla, mesa y bancos. Dentro del camping también hay una proveeduría que ofrece servicio de rotisería y exhibe artesanías regionales. Además hay una pileta y, desde aquí, existe la posibilidad de realizar una caminata autoguiada a la formación rocosa. También se puede optar por pasar sólo una jornada en los Castillos de Pincheita, en cuyo caso si bien se cobra un ticket de ingreso por persona, esto habilita a hacer uso de todos los servicios del predio, incluídos la pileta y la caminata autoguiada (dentro del predio no se cuenta con electricidad ni gas, por lo que solo hay luz y agua caliente en las duchas en horario nocturno).
Durante la temporada invernal el camping permanece cerrado ya que las condiciones climáticas no permiten su correcto funcionamiento
Glamping
Es un emprendimiento familiar, que encontró su espacio en este predio gracias a su carácter innovador y su calidad de servicio. Con sus domos buscan sumarle toda la comodidad y confort a la experiencia de camping, estos están construidos a base de madera y equipados con colchones y blanquería.
Hay domos grandes, con capacidad de 2 a 5 personas, con baño y ducha, que están equipados con mesa, sillas y ropa de cama con acolchados de pluma, además incluyen desayuno campestre.
A su vez los domos chicos, que no posee baños en su interior, también están equipados con ropa de cama y acolchados de pluma, con desayuno campestre incluido.
Fuentes: SerArgentino.com, por Exequiel Nacevich; castillosdepincheira.com y descubri.cadena3.com