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Operadores receptivos alertan por el encarecimiento

Operadores advierten sobre aumento de precios

Pese a la devaluación del 40%, las tarifas en dólares de hoteles y otros servicios turísticos comercializados por los operadores se mantienen sin cambios (en algunos casos incluso llegaron a registrar aumentos). Los hoteleros dicen que esto no altera las expectativas de los turistas extranjeros, pero los intermediarios sostienen que está en juego el futuro de un producto que se ha vuelto caro en términos internacionales y más oneroso aún a nivel regional. Las que bajan, sin dudas, son las llegadas de extranjeros al país. Silencio de radio del MinTur y el Inprotur.

Al Gran Bonete del receptivo se le ha perdido la esperanza de la competitividad pos devaluación. “Yo, ¿señor?”, responden unos; “Sí, señor”, interpelan otros; “No, señor”, responden todos. Y a coro en el sector (menos las autoridades ocupadas en jugar otro juego) se preguntan: “Pues entonces, ¿quién la tiene?”.

Una ronda no exenta de tensiones entre los operadores, que acusan a los hoteleros de quedarse con el beneficio competitivo que podría haber implicado la medida; y los alojamientos, que responden que es incorrecto señalar que corresponde a la hotelería modificar las tarifas en dólares de sus habitaciones (ver el descargo en la carta de la Ahrcc publicada en página 60).

Es que a diferencia de lo sucedido en otros países de la región (Brasil o Chile, por caso), donde la devaluación se tradujo en un leve abaratamiento de los precios del receptivo, el 40% que implicó la unificación cambiaría en estas tierras pasó desapercibido para las tarifas en dólares del producto argentino. Con casos extremos donde lejos de bajarlas para ganar mercado, lo que hubo fueron más aumentos. Y con otros –igual de excepcionales– donde hubo un tenue acomodamiento a la baja.

Para los hoteleros, el statu quo “no altera las expectativas de los turistas extranjeros”. Para los operadores del producto argentino, sí. “En la nota de la Ahrcc decía que esto no afectaba al visitante y mi realidad, que estoy frente a ellos todos los días cotizando, es que sí afecta”, comenzó relatando un receptivo porteño que prefirió no ser citado: “El programa que le había pasado a unos españoles antes de la devaluación a US$ 350, al lunes siguiente les salía US$ 400. Ellos mismos no entendían y nos decían que habían leído en el diario que habíamos devaluado”.

Pero al margen de este rifirrafe sobre percepciones ajenas, lo que está en juego es el futuro de un producto que se ha vuelto caro en términos internacionales y más oneroso aún medido relativamente respecto a sus principales mercados emisores. “Los países limítrofes tuvieron el efecto de sus propias devaluaciones, con lo cual se les encarecieron las salidas al exterior. A eso se suma que en algunos casos acá no solo no bajaron las tarifas, sino que las aumentaron. Y todo eso explica por qué se cayeron Brasil y en menor medida Chile”, explicó el titular de Tiempo Libre, Osvaldo Stancato, quien lo ilustró con un contundente ejemplo: “Tengo un cliente de Brasil que tiene dos grupos para febrero y directamente nos dijo que si no le ajustábamos las tarifas no las podía soportar

LA ELOCUENCIA DE LOS NÚMEROS.

Las estadísticas oficiales, aunque con delay, son elocuentes de esta encrucijada de problemas propios y ajenos. De enero a octubre las reservas de vuelos internacionales hacia Argentina a través de agencias de viajes en el exterior retrocedieron un” 25% en el caso de Brasil, un 21% desde España, y un 15% desde Chile y Colombia. Pero esa tendencia se profundizó aún más en los últimos meses medidos por el Observatorio de Amadeus, llegando a una retracción del 65,8% en septiembre y del 33,8% en octubre. La propia ETI del Indec y el MinTur reconocen caídas de dos dígitos en el trimestre de agosto a septiembre (en promedio un 15%) en cuanto a llegadas de extranjeros por avión.

Y la temporada alta en ciernes para el receptivo internacional tampoco trae buenos números. Dependiendo del destino y del operador con que se hable, la retracción está entre el 15% y un largo 30%.

NI UN DÓLAR MÁS DE AUMENTO.

Es en ese contexto en el que surge la idea de que el producto Argentina no admite más aumentos y el horizonte de las advertencias está puesto más allá de marzo. “Aunque la suerte de esta temporada ya está echada, una vez confirmada la devaluación debería haber habido un ajuste de las tarifas en dólares.”, prologó el titular de la Faevyt, Fabricio di Giambattista, antes de encender las alarmas: “Sacando algunas excepciones, los destinos tienen precios que vamos a tener que convalidar en la Fitur y que creo nos van a poner en una difícil situación de competitividad en la región”. Vale recordar que más del 60% de los vuelos internacionales que recibe el país provienen de Sudamérica.

Lo cierto es que los operadores, en muchos casos sin tarifarios a futuro, saben que no tendrán fácil el trabajo en las próximas paradas de las misiones internacionales de promoción. “Hay algunos que han sacado tarifas para el año que viene y son las mismas que este año. Sólo excepcionalmente hubo un reacomodamiento de tarifas hacia abajo. En la mayoría, nada”, resumió Stancato. En la misma línea, Tomás Ryan, presidente de Ryans Travel, dijo: “El tema es que van a la Fitur sin tarifario. Y el que lo lleva lo hará con las mismas tarifas en dólares que se volvieron caras e hicieron que este año cayera un 30% al 40% el receptivo”.

Un operador porteño planteó que la situación en la Ciudad es aun más compleja y lo peor que se puede hacer es ignorarla: “Es una pena esto que está pasando, porque justo ahora se está reactivando el mercado de Europa. Pero los aéreos a la Patagonia con cuatro destinos les salen más caros que cruzar el Atlántico. Y eso los sorprende, porque los europeos viajan a lugares exóticos en Asia a precios muy baratos y en low cost. Todo eso genera que la industria no esté bien. Así que digamos la realidad porque es la manera de resolver los problemas que están alejando a Buenos Aires de los manuales internacionales”.

PASAR EL VERANO.

Como dijimos, la principal preocupación está puesta en definir las reglas de juego para después de marzo. Lo cual no quita que en el mientras tanto el tironeo entre opera- dores y hoteleros (lo mismo ocurre con casas de tango o guías, por caso) siga estando presente.

Una de las modalidades que en el corto plazo ha zanjado las brechas de intereses entre las partes es la de hacer arreglos a corto plazo, reconociendo un tipo de cambio diferencial: “La situación se encarriló sólo en algunos casos, siempre a corto plazo y condicionado por las relaciones de amistad. Para llegar a marzo algunos hoteles están dando un dólar referencial a $ 12”, reveló Ryan.

Desde la óptica de los establecimientos, la caída de la rentabilidad y la baja ocupación que caracterizaron los últimos tiempos ameritan el consejo a los operadores de que opinen con prudencia y moderación. “No hay aumento de costos en pesos que justifique que las tarifas en dólares se mantengan estables con una devaluación del 40%”, retrucó Stancato, quien completó: “Me preocupa el futuro del producto Argentina. Si no se modifican los valores va a seguir siendo un país caro. Aunque confío en que el mercado va a poner las cosas en.

Fuente: Ladevi
15/01/2016