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¿Por qué visitar San Carlos, en el Valle de Uco?

Todos los atractivos que no te podes perder: turismo de bodegas y naturaleza.

A tan sólo 105 kilómetros al sur de la capital mendocina se ubica, en pleno Valle de Uco, esta localidad que conjuga el silencio de sus calles arboladas, las acequias que recorren sus veredas y extensas fincas dedicadas al cultivo de la vid y otros frutales que son procesados en las plantas industriales ubicadas dentro del mismo valle.

 

Típico pueblo que guarda el encanto de lo rural, invita al turista a recorrer sus calles caminando, en una zona que posee un clima benigno, que ronda los 30°C durante el verano y presenta un paisaje nevado durante el invierno.

 

Toda la región estuvo ocupada por tribus puelches y pehuenches que en su constante migrar fueron ocupando todo el sur de la actual Mendoza y se enfrentaban doblemente a los colonizadores por el norte y a las tribus mapuches más belicosas por el sur.

 

El Origen de su nombre

Justamente para preservar la región de los malones que asolaban las estancias y producían numerosas bajas entre los colonos, el gobierno central de la Capitanía encomendó levantar un fuerte que llevaría el nombre de San Carlos, en honor al Rey de España Carlos III. Este Fuerte tendría jurisdicción sobre todo el Valle del Uco donde, desde el siglo XVIII, se habían instalado numerosas estancias ganaderas.

La idea era contener y parlamentar con las tribus mas aguerridas que se ubicaban al sur; cuentan los documentos de época que las instalaciones del fuerte llegaron a tener una dotación de más de 50 soldados, aunque hubo épocas muy difíciles donde sólo estuvo habitado por dos individuos.

 

Hoy se puede visitar el Museo del Fuerte, que presenta numerosos testimonios de la gesta de colonización de todo el territorio mendocino. 

 

Toda esta zona logró poblarse realmente a partir de casi fines del siglo XIX, con la llegada masiva de inmigrantes europeos que se afincaron en el área para quedarse. También fue el marco de la gesta sanmartiniana, ya que cuentan los relatos que el mismo San Martín se reunió con caciques pehuenches a los efectos de lograr su aprobación para poder cruzar las tierras que le permitían al Ejército de los Andes utilizar los pasos cordilleranos a esta latitud.

Con un damero predecible, una plaza central es el corazón de esta localidad y frente a ella la Iglesia San Carlos Borromeo, que es el patrono local. A tan sólo 2 kilómetros al sur de San Carlos se encuentra la Villa Eugenio Bustos, donde se localizan los principales servicios de la localidad.

 

Bodegas y Viñedos

El departamento de San Carlos nos recibe en nuestro recorrido con la posibilidad de realizar turismo enológico.

 

Un paisaje próspero, que nos aporta sus fincas productivamente activas, con cultivos de vid que luego de su proceso de fabricación originan vinos reconocidos mundialmente.

 

Como el nombre de la región lo indica, el Valle de Uco alberga a este departamento que nos invita a disfrutar de los valles mendocinos fértiles, del contraste de áreas de viñedos con la aridez circundante, a vivir la prosperidad que cada finca posee gracias a la mano del hombre que ha logrado modificar en forma artificial las condiciones de estos suelos y ha sabido obtener de ellos producciones vitivinícolas de excelencia… un verdadero oasis inmerso en suelo cuyano.

El recorrido por bodegas y viñedos nos da la posibilidad de conocer de cerca la producción de los vinos más finos de nuestro país. Conocer las bodegas más importantes de la provincia a través de sus técnicas de cultivo, elaboración de diferentes estilos de vinos, cavas que albergan en forma recelosa ejemplares históricos de cada producción como así nuevas cepas que se van creando.

 

Bodegas Boutique

Hoy, podemos conocer dentro del turismo enológico un nuevo concepto: las Bodegas Boutique. Se trata de emprendimientos nuevos, que han apostado a la producción en menor escala, casi en forma exclusiva. En sus comienzos, las bodegas boutique nacieron para satisfacer los mercados extranjeros, pequeños grupos de alta jerarquía ávidos de calidad y que reconocían en los vinos boutique la excelencia. Actualmente, las bodegas boutique han logrado integrarse en el mercado nacional y son reconocidas como productoras de vinos altamente calificados

 

Laguna del Diamante

La reserva se sitúa 200 kilómetros al Sudoeste de la ciudad de Mendoza, dentro del departamento San Carlos. Fue declarada reserva en 1994. Posee unas 110.000 hectáreas y está protegiendo un importante sector de la cresta de la Cordillera Principal, en los Andes Centrales, que comprende al Volcán Maipo de 5323 metros y la laguna propiamente dicha, a 3300 metros de altura. Esta laguna es uno de los principales reservorios de agua dulce de la provincia.

 

En este lugar se encuentran guanacos, zorros colorados y patos, entre otros animales silvestres. La Laguna se alimenta de aguas de deshielo y constituye las nacientes del río Diamante. Las rocas más importantes luego de la formación de la caldera son lavas provenientes del volcán Maipo. Sus erupciones construyeron un edificio de aproximadamente 5200 metros.

 

Este volcán presenta una típica forma triangular que reflejada en la Laguna forma el Diamante, al que hace referencia el nombre.

 

Un aspecto a destacar son los efectos del congelamiento estacional. La acción del frío y las cubiertas de nieve provocan diversos procesos, pudiéndose destacar la crioclastía, es decir la fracturación de las rocas por efectos de la expansión del hielo presente en las grietas y también por amplitud térmica. Los flujos de destritos a lo largo de las laderas son muy comunes en áreas con grandes cubiertas de materiales de origen volcánico, piroclastos, una de las características principales del área de la reserva.

 

Caminos de Altamira

En Caminos de Altamira, en el distrito de La Consulta, se puede vivenciar todo tipo de experiencias rurales, acompañado por vecinos del lugar que abren sus puertas para mostrar sus vidas. Hace ya varios años, un grupo de vecinos rurales se reunieron en forma espontánea y sumaron esfuerzos para constituir una genuina experiencia rural. Su objetivo siempre fue brindar y compartir con quienes los visitan una imagen fiel de la cultura que profesan.

 

Realizar tareas agrícolas como regar, atar, podar y cosechar, permiten a los turistas recrearse y disfrutar de un paisaje de colores y aromas de campo. Muy interesante resultan las tareas de amasar pan y tortitas para combinar con unos exquisitos mates y dulces caseros.

 

Caminos de Altamira cuenta con alojamiento en casas de campo; la gastronomía local es primordial a la hora de decidir sumergirse en esta cultura: chaya, carne a la olla, chivo, empanadas y sopaipillas, acompañadas por sabrosas frutas y vinos de excelente calidad, hacen al deleite pleno de quienes los visiten.

También se encuentra la posibilidad de realizar otras actividades al aire libre tales como senderismo, trekking, avistaje de aves, paseos a caballo y sulkys.

 

Fuente: MDZ Trip