Si bien todavía no lo inauguran, el Gran Hotel Potrerillos ya aloja a algunos turistas. Se luce un viñedo frente al lago. Estuvo cerrado por 10 años.
Dique, cordillera o bosque son las tres alternativas de paisaje que se pueden apreciar desde las habitaciones del Gran Hotel Potrerillos. Se trata del histórico complejo de montaña que data de 1942 pero que estuvo cerrado los últimos 10 años.
Hoy sus instalaciones han recuperado todo su esplendor y se encuentran abiertas en modo “preapertura”, ya que estiman que la inauguración oficial será en dos semanas. Por el momento se aloja a unos pocos pasajeros que llegan por recomendación o curiosidad; se realizan eventos y se reciben comensales en su restaurante principal. Lo que falta son algunos detalles de decoración y señalética.
La puesta en marcha del Gran Hotel Potrerillos, de gran valor patrimonial, concesionado a Gonzalo Sarriguren- presidente de Nell Joy- y Fernando Porretta -titular de Ceosa-, fue postergada en varias oportunidades por atrasos en las obras, pero ahora parece estar todo listo para comenzar a recibir a los visitantes.
El espacio verde incluye una pileta, espacio de salud y un teatro con gradas naturales para realizar espectáculos. Afuera también se pueden apreciar amplias galerías y un restaurante de cocina clásica y parrilla. Además, en una segunda etapa, se incluirá un salón para eventos, una casa para hospedaje privado y un spa.
En el centro de los jardines resalta el casco principal del hotel, que se intentó preservar como en sus antiguas épocas. “Las pérgolas y columnas están realizadas en piedras claras justamente para que no opaquen el casco principal”, explicó la joven.
En el interior del Gran Hotel Potrerillos se encuentran las 34 habitaciones que se dividen en dos categorías: clásica para dos personas y suite para familias. “Se mantuvo el estilo arquitectónico español californiano del hotel, por lo que se mantuvieron las escaleras con las mayólicas características, las puertas y las vigas originales”, detalló Graffigna, quien nombró a los arquitectos Cerutti y Carminatti como los encargados de la reconstrucción. Lo que se le añadió al lugar fueron grandes ventanales para mejorar la vista y permitir la entrada de luz, además del mobiliario contemporáneo.
Allí también se encuentra el restaurante principal, que ofrece cocina de autor resaltando productos locales. “Abrimos los fines de semana el restaurante y se acerca mucha gente”, deslizó Diego Palacios, empleado de ese sector del hotel. En el segundo piso se encuentra además una sala circular multipropósito que tiene capacidad para 50 personas.
Valor patrimonial
Desde el Ente Autárquico de Turismo Mendoza explicaron que el hotel todavía no tiene la inspección técnica final, pero se están recibiendo invitados y brindando algún tipo de servicio a modo de prueba.
“La empresa ya vino a buscar los papeles pero todavía no los presenta. Una vez que lo hagan tenemos que hacer una inspección técnica que va a permitir inaugurar oficialmente”, explicó Marcelo Reynoso, director de Calidad y Servicios Turísticos. El funcionario destacó la inversión de la firma en beneficio de toda la provincia: “La empresa se ha esmerado mucho y ha trabajado en el sostenimiento del valor patrimonial del edificio a pesar del sacrificio que significa”.
Con respecto al atraso de la reapertura del hotel (que en principio estaba prevista para marzo del año pasado), Reynoso comentó que tuvieron las demoras típicas de una obra de esas características. “Por ejemplo tuvieron que cambiar el revestimiento de las habitaciones porque la original no se adaptaba al clima del lugar”, precisó.
Otro aspecto en el que recaló el funcionario del Ente Autárquico fue que más adelante se inaugurará una segunda etapa con el spa y el salón de fiestas. “Hubo una orientación de nuestra parte porque ellos querían inaugurar todo junto, pero les pedimos que abrieran la primera parte y luego la segunda”, recordó Reynoso.
Fuente: Diario Los Andes
08/04/2016