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Recuperación lenta del receptivo ante un emisivo que vuela

Datos de enero del Indec:

El incremento de arribos internacionales en enero –el del debut de la devolución del IVA a extranjeros en alojamiento– fue del 1,8% contra un año donde había caído un 10%. De hecho, aunque marca la sexta variación interanual positiva, el arranque de 2017 es el segundo más flojo de la última década. El emisivo subió un 12,5% respecto a un período donde ya había registrado un alza del 34%. El rojo en el saldo de la balanza de enero fue récord.
El Ministerio de Turismo de la Nación recibió los datos de enero del Indec con algarabía y celebró “seis meses de crecimiento en arribos de visitantes extranjeros” (SIC). Efectivamente, técnicamente desde agosto las llegadas a través de Ezeiza y Aeroparque han registrado alzas interanuales, con picos desde muy moderados (+0,6% en septiembre, por ejemplo) a interesantes (+9% en noviembre). El incremento de enero de 2017 –el del debut de la devolución del IVA a extranjeros en alojamiento– fue el segundo más modesto de la serie, con un 1,8% de alza.
Pero no es el único cruce de datos que invita a ser mesurados, como veremos más adelante. Por ahora, digamos que hay un hecho incontrastable en el cual se apoya el festejo del Gobierno: tras 17 meses consecutivos de caídas, desde agosto se viene sumando una tibia y oscilante recuperación en la mayoría de los mercados. “Arrancamos nuestra gestión al frente del Ministerio de Turismo con los números en rojo, muy abajo, y hemos logrado recuperarnos. La tendencia positiva es firme y contribuye a consolidar a la actividad como uno de los ejes de la economía nacional”, señaló el titular de la cartera, Gustavo Santos.
Como venimos señalando, más de 6 de cada 10 de esos “turistas adicionales” del periodo de recuperación provinieron de Brasil, que desde octubre viene acumulando variaciones interanuales positivas por arriba del 20% en la cantidad de visitantes llegados a Ezeiza y Aeroparque. Y enero no fue la excepción, el gigante vecino fue el único que tuvo un crecimiento significativo (+20%), seguido de lejos por Paraguay (+8,1%), Bolivia (+3%), Uruguay (+2,7%) y Chile (+0,2%). O sea, en el sexto mes de recuperación del receptivo sólo crecieron los países limítrofes y los de larga distancia (básicamente Asia y Oceanía, con un +1,4%). En cambio, hubo un descenso del 5% del continente que más visitas generó, Europa; y de Estados Unidos y Canadá (-1,3%).
EN PERSPECTIVA.
Ahora bien, el +1,8% de enero pasado se produjo contra un mes (enero de 2016) en el que los arribos habían caído un 10% y fue el peor de -como mínimola última década. De hecho, el arranque de 2017 es el segundo más flojo de dicho período.
También llaman a la cautela la no recuperación de la cantidad de pernoctaciones (-1,9%) y de la estadía promedio (-3,6%).
Pero lo que más preocupa a quienes trabajan con el receptivo es que -lejos de mejorar- el saldo de la balanza turística es cada vez más rojo, incluso pese a que el emisivo desde agosto muestra una desaceleración de las tasas de crecimiento interanual.
Para graficar lo dicho con los últimos datos disponibles se puede decir que mientras el receptivo creció un 1,8% contra un año donde había caído un 10%, el emisivo subió un 12,5% con un período donde había registrado un alza del 34%.
El saldo de turistas internacionales fue negativo en 93.600 visitantes, un rojo un 50% mayor al de hace un año. En este sentido, un dato no menor es que de 2009 a 2011 la balanza en enero registraba un número similar, pero de signo opuesto.
De hecho, mientras que la cantidad de ingresos al país vía Ezeiza y Aeroparque fue la segunda más floja de la década, la de egresos de argentinos por la misma vía fue récord y en los últimos dos eneros duplicó la de hace una década.
Los propios datos del Banco Central coinciden en que los egresos brutos de dólares por “Turismo y viajes” y “Pasajes” redoblaron la tendencia alcista del último semestre de 2016 y en el primer mes de 2017 aumentaron un 56% contra el mismo período del año anterior, totalizando US$ 1.433 millones en apenas 31 días.
Dicho esto, la historia del éxito de los últimos seis meses del receptivo debe abordarse con la cautela necesaria para no caer en espejismos.