image

Repercusiones sobre la gestión Meyer

Ex Ministro Meyer

A la nota que publicáramos el número pasado, se suman ahora cuatro miradas diversas, cuatro testimonios de protagonistas que enriquecen un debate sobre Meyer que no solo permanece abierto, sino que acaba de nacer.

En el número pasado (N°1392, del 7 de diciembre) publicamos una nota titulada “Doce años de una forma particular de acumular poder”, en la que analizábamos la gestión de Enrique Meyer como ministro de Turismo de la Nación. El artículo generó diversas repercusiones y opiniones de varios protagonistas del sector que aquí presentamos.

LA MIRADA DE LOS PROFESIONALES Y GRADUADOS.

Por Adriana Romero, presidente del Foro de Profesionales en Turismo

“En 2005, al aprobarse la Ley Nacional de Turismo, en el recién creado Foro, notamos que en el Anexo, habían excluido a los licenciados y técnicos. Iniciamos una serie de acciones, desde envíos de mails masivos y entrevistas con los legisladores, a quienes tuvimos que explicarles la sinrazón de tal exclusión. Ganamos la pulseada ya que el proyecto inicial fue modificado, y así en el Anexo de la Ley 24.997 se puede leer que formamos parte de las actividades directamente vinculadas. Pese a que la Ley 24.997 declaró que el sector privado era su socio estratégico, el Poder Ejecutivo, es decir el Ministerio de Turismo, no logró modernizar la normativa sobre las agencias de viajes; y así, llegamos a 2015 con una ley de la década del ‘70, y un proyecto del Ejecutivo que fracasó en su intento de tratamiento en Comisión. Dimos a conocer en su momento nuestra opinión contraria a que no se mencione a los responsables técnicos de las agencias, que con su firma habilitan el poder obtener la correspondiente licencia, y se nos respondió con la excusa de que se los incluirá en la reglamentación. Eso contradice uno de los principios enunciados por el proyecto: la profesionalización. Tampoco fuimos convocados para expresar nuestra opinión, sino que lo hicimos al enterarnos del proyecto. El Ministerio, a través de Enrique Meyer y sus funcionarios, ha incluido en su relato, la calidad y la profesionalización. Pero en los hechos, han desconocido a colegios y asociaciones, al punto de elaborar ‘Lineamientos para la mejora de la formación de los RR.HH. en Turismo’ sin habernos dado participación, en absoluto. La Ley de Turismo Estudiantil fue forzada, contrariada, porque al crear un Registro de Coordinadores de Turismo Estudiantil, el MinTur con su socio estratégico la Faevyt, lo delegó a una ‘Asociación de Padres’ creada adhoc, con la gravedad enorme de no contemplar la exigencia de un título de Guía de Turismo para los coordinadores, sino simple y llanamente, mayoría de edad y algún cursito. La Asociación de Padres, cobra matrícula, haciendo un negocio de algo tan delicado como la seguridad de los estudiantes. Así hay casos de intentos de violación, violación, un coordinador preso, y de parte del MinTur, silencio absoluto. El MinTur ha sido recurrente en convocar a consultoras amigas, dos o tres a lo sumo, autoras de innumerables trabajos: es notable la cantidad de intervenciones de una de ellas, en Nación, provincias y municipios. Una especie de Ministerio paralelo, a contramano de la transparencia y competencia en igualdad de condiciones que debe respetar el Estado en una República.”

ALGUNAS CORRECCIONES.

Por Tomás Ryan, ex presidente de la Aaavyt

“Leí con mucha atención los artículos de la última edición y si me permiten les voy a hacer algunas correcciones. En la nota, donde dice que Meyer estuvo en alguna de las reuniones que mantuve con Moreno, es erróneo, Meyer estuvo en todas las reuniones y en la mayoría acompañado por el presidente de la CAT. Un ejemplo de ello es la que se realizó en la Casa de Gobierno, con la presencia del Presidente de la Nación (N.de R.: Néstor Kirchner) y su ministra de Economía (N. de R.: Felisa Miceli).

Donde –con buena información– dicen ‘se quebró el frente interno’, deberían agregar que miembros de mi regional y por indicación del ministro Meyer, visitaron agencias para que ellas pidieran mi renuncia, a mí me lo dijo Moreno: ‘no me podía reventar’, pero sí como me lo expresó personalmente ‘podía reventar a muchas agencias y podía hacer que fuera mi culpa por no prestarme a lo que él quería’, la mentira.

Lo mismo cuando mencionan las cataratas de inspecciones, como bien lo dice el libro “El buen salvaje”, citado por ustedes en el artículo, yo soporte todas: hubo días que hacían cola los inspectores para que los atendiera.

También me gustaría que publicaran, ya que citaron frases del referido libro en la parte que Moreno habla de los peronistas y de los radicales, mi respuesta textual y publicada en el libro ‘a los radicales nos pueden acusar de inoperantes, de inefica- ces, pero nunca de indecen- tes’. Creo que la realidad me dio la razón y espero que con los juicios que se irán desa- tando me la den más.

Terminando mis comentarios, los cuales agradecería que publiquen, no quiero dejar de reconocer que con mi alejamiento y con la complicidad de mis ex pares y del Min- Tur, se manipuló el Indec, el turismo generó deflación como querían Moreno y Meyer, y la entidad realizó una exitosa FIT y demás. Lo único que me pregunto es si valió la pena haber arriado los pabellones de la independencia de la entidad.

Un abrazo y muchas gracias.”

TRATEMOS DE ENCONTRAR UN NORTE.

Por Osvaldo Lombardi, ex director nacional de Modernización y Competitividad de la Sectur

“El título de tapa de la edición del 7 de diciembre de ‘La Agencia de Viajes’ debería provocarnos algunas reflexiones. La primera y de acuerdo a los dichos del ministro saliente, las nuevas autoridades deberían buscar el consenso, se supone que con los actores de la actividad turística argentina y lo que representan cada uno. Pero creo que primero deberíamos jerarquizar el concepto de consenso como el punto de interacción entre diferentes visiones, con el objetivo, no solo de encontrar la brújula del armado institucional de un ministerio, sino una visión que dé cuenta hacia dónde debe ir la actividad en los años venideros.

En este sentido y mirando al país turístico, entiendo una visión que relacione destinos con mercados de demanda internacional, regional, limítrofe, nacional y territoriales internas, como así también relacione productos de nicho con los segmentos de demanda respectivos.

Esto nos llevaría a una racionalización en todos los niveles de la planificación, tanto sea del Estado nacional, como de los provinciales o municipales, y se relacionaría directamente con la trascendencia de la oferta o el esfuerzo que hace cada territorio en la estructuración de una oferta que se relacione con los niveles de mercados enunciados anteriormente, tendiente a consolidarse como destino turístico o mercados de excursión.

Como muestra, algunos botones: si se quiere consolidar un turismo de todos los niveles de mercados de demanda en la Provincia de Buenos Aires, el gran aliado es la conectividad. La infraestructura vial y de servicios de transporte es esencial para revitalizar el turismo, y en paralelo trabajar para elevar la calidad de la oferta recreativa y de productos, como así también la de servicios directos e indirectos del turismo de este destino.

También la conectividad de los diferentes destinos del país y la infraestructura conexa, es la gran aliada del turismo; rutas, ferrocarriles, transporte fluvial y marítimo y aéreo deberían constituir una red de canales de flujo de personas y un pilar en los desarrollos turísticos de determinados territorios.

Si queremos recuperar mercados internacionales tradicionales deberíamos concentrar nuestras estrategias de marketing en esos mercados y racionalizar el calendario de promociones exóticas. En mi pueblo dirían, no gastar tanta pólvora en chimangos. Otro ejemplo claro, es la necesidad de generar acciones de promoción directa y eficientes sobre segmentos de alto y medio nivel económico de países limítrofes y otros mercados seleccionados de América como Colombia, Ecuador, Perú, México, Estados Unidos y Canadá.

Otra cuestión importante será medir los resultados por objetivos. Una medición real y transparente que permita la toma de decisiones y la elaboración de políticas.

Las alianzas estratégicas deberían constituirse en base a objetivos de desarrollo y consolidación de destinos turísticos y ya no en base a las tradicionales relaciones políticas público-privadas. Tanto la gestión pública como las representaciones empresarias deberán trabajar para esos objetivos y los resultados concretos. Ya no basta armar organismos públicos o cámaras privadas por doquier, sino que las instituciones se deberían consolidar por los resultados, y uno de los principales debería ser consolidar un destino turístico competitivo sea del nivel que fuera.

La deuda de la actividad turística con la era del conocimiento se ve reflejada en la escasa vocación de las organizaciones públicas, privadas y académicas del turismo para la investigación y la poca articulación entre ellas para los desarrollos innovadores y la creación de visiones estratégicas de mediano y largo plazo que auspicien futuros emprendimientos.

Hay mucho más para enunciar y generar un pensamiento estratégico, pero simplemente y a modo de colaboración a un país que queremos ver crecer y crecer todos con él. Una pequeña reflexión: no perdamos tiempo en encontrar una brújula que hace tiempo se nos esconde. Algo más simple, miremos todos el Norte.”

LA CONDUCCIÓN QUE ASUME DEBE PROMOVER UN DEBATE ESCLARECEDOR.

Por Ariel Dulevich Uzal, José María Ferrucci, Germán Pérez, Tomás Ryan, Alvaro García García, Equipo Técnico de Turismo de la UCR

“La actual edición del semanario de su digna Dirección, traza una reseña de los 12 años de gestión kirchnerista en el ámbito del Turismo, que destaca objetivamente el estilo autoritario que permitió acumular poder a través de una metodología que caracterizó en su conjunto al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, con cuyo contenido manifestamos ple- na coincidencia. Durante este lapso en nuestro carácter de miembros del Equipo Técnico de Turismo de la UCR, hemos ido señalando sin concesiones los errores y excesos provenientes del oficialismo en la materia, aunque obedeciendo siempre a la impronta de crítica constructiva que supone brindar alternativas.

En tal contexto señalamos la improcedente interferencia del Ministro en la elección de autoridades de la CAT, que Meyer niega enfáticamente en la entrevista que Ladevi reproduce, mientras se permite imaginar acuerdos con quien lo reemplazará en Suipacha 1111, en torno a una supuesta continuidad de Políticas de Estado que solo existen en la reiterativa dialéctica del Ministro y hasta en la afirmación rayana en la hipocresía: ‘Mi consejo es que tome las decisiones por consenso’. Huelgan los comentarios.

Ahora superada por determinación de la voluntad popular la ‘Década ganada’, sumamos nuestra adhesión a la esperanza ciudadana y miramos hacia adelante con optimismo, incorporando la experiencia vivida con beneficio de inventario, en virtud de los excesos, ineficiencias y corruptelas que le prodigó al sector.

Estimamos que la conducción que asume debe promover un debate esclarecedor y exhaustivo con participación de todos los actores integrantes del ‘cluster’ comercial propio de la operatoria, universidades e institutos de capacitación profesional, representación de entidades gremiales vinculadas al segmento y la participación orgánica de las agrupaciones partidarias, a efectos de abordar la revisión, actualización y reforma de la Ley Nacional de Turismo que fue sancionada en trámite express sin que se aceptaran siquiera modificaciones sugeridas por legisladores del oficialismo, a través de la ‘escribanía’ en que se transformó el Congreso Nacional.

La Ley 25.997 consagró un sistema centralizado mediante las facultades conferidas al titular de la cartera, que permitió su manejo discrecional del área y así mismo, de los fondos provenientes del gravamen del 5% a los pasajes al extranjero –logro del gobierno del recordado presidente Alfonsín– y que en la actualidad el creciente emisivo ha elevado a cifras récord de recaudación. Dicha circunstancia desvirtúa la esencia federal de la normativa y lesiona el pluralismo republicano, impidiendo la justa participación que le corresponde a las Provincias, dueñas de atractivos naturales y culturales que potencian la oferta del país, con aportes que permitirán paliar la severa crisis de las economías regionales. Direccionar el destino de los ingresos en el mismo articulado de la ley, tal como fue consensuado en el año 1989 durante el 1° Congreso Nacional de Legislación Turística, viabilizará una distribución equitativa, a salvo de desviaciones. Corresponde también modificar el Capítulo IV, que abre la puerta a la representación del empresariado en la integración del Instituto Nacional de Promoción Turística, cuyo texto desnaturaliza el sentido participativo que lo motivó, estableciendo una proporcionalidad oficial-privada de manifiesto desequilibrio, con una ratio de 9 a 3 integrantes a favor del primero.

Al amparo del proceso convocante y motivador que propusimos, surgirán por consenso las ideas fuerza del sector que permitirán diseñar una Política de Estado Turística, que de ninguna manera se agota en la jerarquía político-administrativa del área. Si bien sostenemos la conveniencia de un rango ministerial, ello no puede ser un fin en sí mismo. Se reclamaba a voces una silla en el Gabinete, mientras la Presidente gobernaba prescindiendo de dicho órgano superior que crea la Ley Suprema, deviniendo superfluo el reclamo. El Turismo será Política de Estado en tanto el Poder Ejecutivo Nacional lo declare y ejecute los respectivos cursos de acción que involucren a todos los estamentos de la estructura gubernativa, en pos de comunes propósitos. Precisamente la Ley de Turismo creó con esa finalidad el Comité Interministerial de Facilitación Turística que nunca se constituyó. Demanda el país una Política de Estado de Turismo, integral e idónea, cuyas estrategias y objetivos resulten compartidos y coordinados con sus pares de los demás segmentos públicos. Solo así se compatibilizará la macroeconomía con la micro política turística, dependiente de aquella por su significación productiva, ambas manifiestamente divorciadas. La balanza turística deficitaria por la fuerte caída del turismo receptivo, agrava el desequilibrio de divisas que sufre el país. Consecuentemente la aptitud exportadora del turismo –valorada como ventaja económica comparativa–, se ha transformado en perjuicio para nuestras alicaídas finanzas internacionales y expone la dramática realidad del “país turístico” del relato K.

Cabe celebrar la anunciada reestructuración técnica del Indec, en tanto resulta imprescindible contar con estadísticas profesionalmente elaboradas de transparente metodología –indispensables para orientar negocios e inversiones–, que generen confianza y certidumbre. En nuestro campo la “Cuenta Satélite de Turismo”, adoptada por numerosas naciones y avalada por la OMT, debe implementarse sin demora en tanto fue anunciada en el año 2003 por el MinTur, pero hasta hoy no se avanzó un solo paso en su implementación.

Diversas medidas que la experiencia comparada califica por sus benéficos efectos, coadyuvarán para satisfacer antiguos reclamos del sector: devolución del IVA a turistas extranjeros; deducción del impuesto a las ganancias en gastos turísticos; reducción del IVA en los establecimientos hoteleros; extensión al turismo de las desgravaciones impositivas que rigen para la industria; eliminación del impuesto al cheque en las transacciones turísticas; habilitación de líneas de créditos blandos; morigeración del arancel por derechos intelectuales que gravan hotelería y gastronomía; regulación del hospedaje que impida la competencia desleal; entre otras que omitimos.

Persuadidos, Sr. Director, que estos parámetros –aún sin conformar un programa taxativo–, suponen un andamiaje básico para encarrilar ordenadamente la planificación transformadora que la hora demanda, solo cabe agregar, que deberá inspirarse en la moderna concepción del desarrollo turístico sustentable, de nexo directo con la filosofía medioambiental y la lucha contra al cambio climático, enmarcada en la axiología humanista que hoy domina al mundo y de la que no podemos ni debemos, estar ajenos.

Fuente: Ladevi
17/12/2015