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San Martín por aquí

San Martín en Alameda

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Lugares que cuentan la historia de la gesta libertadora y circuitos diseñados siguiendo las huellas del prócer, una propuesta par alas vacaciones de invierno. 

Que San Martín dejó su impronta en tierras mendocinas es algo que todos sabemos. No obstante, en distintos puntos de la geografía provincial hay sitios históricos de interés turístico – que, a pesar de cotidianos, se vuelven invisibles a nuestros ojos apurados de todos los días.

Y, según cuentan los historiadores, tal vez haya vivido aquí una de las etapas más importantes de su vida profesional y personal, y al mismo tiempo dejó hitos en numerosos rincones del territorio provincial que son una excusa más para recordarlo. 

La biblioteca pública fundada por él, la bandera de los Andes, la Alameda, Canota, el Campo Histórico de El Plumerillo, el Manzano Histórico, el Fuerte San Carlos, el puente Picheuta o la casa donde vivió, entre muchos otros, son sitios en los que permanece el espíritu del Libertador de la Patria.

 

Hitos Sanmartinianos capitalinos

En la Ciudad se encuentran muchos de los hitos que dejó San Martín, como la Alameda, la biblioteca y el solar histórico; el Área Fundacional, la maestranza del Ejército, la basílica de San Francisco, el monasterio de la Buena Esperanza (Colegio Compañía de María), el Cerro de la Gloria y el Memorial de la Bandera, aunque estos dos últimos si bien son considerados hitos, no fueron lugares con los que San Martín tuviera relación en vida.  Respecto de la Basílica, se debe informar que allí se encuentran los restos de la hija de San Martín, Mercedes; de su primera nieta y de su yerno, Mariano Balcarce.

 

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Hitos Sanmartinianos lasherinos

Las Heras es un departamento sanmartiniano por excelencia. Además, allí se encuentra el Campo histórico de El Plumerillo y el monumento a Canota, hitos destacados de la historia del General en nuestra provincia. 

“Es importante aclarar que no hay un número de hitos fijos sino que hay procesos de investigación constantes que hace que se modifiquen. Lo segundo que hay que decir es que muchos de los hitos actuales hay que modificarlos producto de una evolución en su estudio”, explicó Luciano Romero, director del área del Bicentenario de la comuna. 

Por ejemplo, Romero citó el caso de las Bóvedas de Uspallata, ya que algunos estudios topográficos recientes indican que allí habría funcionado un puesto de pastura y herraje, fundamentales para la logística del Ejército, pero no una fundición, como se pensaba. 

Redescubrir nuestro pasado nos hace saber más acerca de quiénes somos. La puerta a una parte importante de la historia colectiva está abierta en Las Heras, aseguran desde el municipio.

Así, uno de los sitios sanmartinianos por excelencia es el Campo Histórico El Plumerillo.

Los lasherinos recuerdan con orgullo que en este lugar, a fines de 1815 el general reunió los regimientos de los cuarteles de La Cañada, San Agustín y Santo Domingo para formar el Ejército de los Andes; con el que emprendió en 1817 la gloriosa Campaña Libertadora de Chile y Perú. Los terrenos fueron cedidos en préstamo por un vecino, don Francisco de Paula de La Reta. Allí el ingeniero Álvarez Condarco, delineó el campamento y el brigadier Bernardo O’Higgins construyó los cuarteles definitivos.
 
Desde ese lugar partieron las distintas columnas militares hacia Chile, entre ellas, las que estaban a cargo de los generales Las Heras y San Martín. El paso del tiempo trajo de la mano primero el abandono y luego el olvido. Recién en 1935 ese espacio fue revalorizado con un monumento, que actualmente es su pórtico de acceso, ya sin los cañones originales que alguna vez lo flanquearon, porque fueron fundidos.

En ese museo de recreación de la gesta sanmartiniana hay una zona ambientada que rescata, a través de sus construcciones, mobiliario y vestuario, el espíritu de la época en que soldados, oficiales y milicianos de nuestra tierra preparaban el Ejército Libertador.
 
En el paseo se llega hasta las barracas que antaño fueran de adobe con techos de caña y paja, el suelo de arenilla y las puertas de cuero, tal como se estilaba construirlas allá por 1816. Se pueden ver réplicas y originales de los muebles, uniformes, armas, documentos, cartas y hasta periódicos de aquellos días. También se conoce en la visita quiénes fueron, con nombre y apellido, los jóvenes que se lanzaron a la aventura de liberar el continente americano.

La Capilla Histórica El Plumerillo, también tiene su historia para contar. En un principio era un oratorio de la familia Segura y luego devino capilla. Su trascendencia se debe a que durante todo el tiempo que San Martín estuvo en el campamento del Plumerillo, iba a misa allí. 

 

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Fuente: Los Andes