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San Rafael, mucho más que rafting en los mejores paisajes de Mendoza

El sur mendocino cautiva tanto a los que buscan descansar, como a quienes prefieren la aventura en torrentosos ríos. Además gastronomía de primer nivel, viñedos y bodegas de fama mundial y pesca.

Son muchos los que, al pensar en la ciudad de San Rafael, en Mendoza, se imaginan en el divertido y tradicional rafting, un descenso en gomones por los correntosos y cristalinos ríos que embellecen el paisaje. Pero lo cierto es que esta preciosa ciudad cuyana tiene mucho más para ofrecer a quienes quieran visitarla: gastronomía de primer nivel, viñedos y bodegas de fama mundial, pesca de especies muy preciadas, amplia y variada hotelería, y unos paisajes que difícilmente podrán olvidarse. Ubicada en el sur de la provincia de Mendoza, a menos de 1.000 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, San Rafael se presenta como una excelente opción para todos los que buscan alternativas a los destinos tradicionales para las vacaciones.

Por la diversidad de las actividades que pueden realizarse, es un típico lugar “apto para todo público”: “Lo interesante de San Rafael es que tenemos ofertas para todos los gustos: si vienen con chicos, si son jubilados, si son jóvenes en busca de adrenalina y diversión o si son parejas que vienen a descansar y a disfrutar del paisaje, les garantizo que aquí encontrarán lo que buscan”, explica el presidente de la Cámara de Turismo de San Rafael. Y lo cierto es que la amplia oferta hotelera, gastronómica, las actividades para realizar y las bellezas naturales, parecieran darle la razón. “De los cinco ríos más importantes que hay en Mendoza, dos —el Atuel y el Diamante- están en San Rafael; mientras que de los siete lagos, cinco están aquí; y todos ellos con temperaturas que entre diciembre y Semana Santa oscilan entre los 20 y los 22 grados de temperatura, lo que los hace sumamente agradables para nadar o hacer deportes acuáticos”, agrega.

Por supuesto, también está presente el turismo aventura con el ya clásico rafting, pero también con la posibilidad de hacer “tirolesa” en el imponente Cañón del Atuel, trekking diurno y nocturno en Valle Grande visitando cuevas y lugares encantados, circuitos en camionetas 4 x 4, tirobangi cruzando el Lago de los Reyunos, atravesar montañas y senderos en cuatriciclo o realizar cabalgatas con guías especializados, entre otras muchas alternativas.

¿Qué hacer? Las excursiones más conocidas son el recorrido por el Cañón del Atuel, con paisajes imponentes desde el principio hasta el final; Los Reyunos, recorriendo diques, bodegas y pueblitos con mucha magia; y Las Leñas, que aunque está muy asociada a los deportes de nieve, en verano es un lugar realmente hermoso.

Excursiones:

Cañón del Atuel. En este recorrido se destacan los 56 kilómetros de este imponente accidente geográfico. De principio a fin, este camino va bordeando el río Atuel y custodiado por paredes de 260 metros en ambos costados. Los colores que imagine se destacan en la roca, destacándose los detalles de las centrales hidroeléctricas y con diversión garantizada con las geoformas a su paso. Durante el recorrido se conoce Cuesta de los Terneros, Mirador San Francisco de Asís, El Nui (embalse, Club de Pescadores y Villa El Neil) y Valle Grande. Aquí se puede hacer un placentero viaje en catamarán, rafting o cabalgatas.

Los Reyunos. En un mix de vinos, historia, tecnología y aventura, en esta excursión conocerá bodegas, la Villa 25 de Mayo, el área fundacional, los diques Galileo Vitale y Los Reyunos. También se pasea en catamarán y el tirobangi.

Las Leñas. Este paseo se sitúa en uno de los escenarios más bellos del mundo, como es la Cordillera de los Andes, una sucesión de cordones montañosos que albergan tesoros al alcance de la mano. Durante el recorrido conocerá Salinas del Diamante, El Sosneado, Los Molles (con opción de un fantástico baño termal), la laguna de la Niña Encantada, el Pozo de las Ánimas y el Valle de Las Leñas.

Día de Aventura. Esta es una excelente opción para los amantes de la naturaleza, en una zona de paisajes deslumbrantes. La aventura empieza al embarcarse en lancha para internarse en el lago de Los Reyunos. Tras media hora de navegación, se desembarca y comienza una caminata hasta el inicio de la escalada en vía ferrata (70 metros). Luego, una tirolesa que lo llevará hasta los mejores puntos panorámicos, para terminar con un emocionante Rappel de 50 mts de extensión.

Caminos del vino. Como no podía ser de otra forma en estas tierras de buen y variado vino, esta es una alternativa tentadora para disfrutar en cualquier época del año. Se conoce allí todo lo que rodea al mundo del vino y sus procesos de producción, con visita a una fábrica de corchos, viñedos y degustaciones incluidas en la famosa Bodega Goyenechea. El paseo se inicia Alcornoque, lugar donde se descubre por qué el corcho natural es la mejor opción para preservar un vino. Luego se realiza la visita a una aceitera, donde se observan los nuevos procesos para la obtención del aceite de oliva y sus virtudes y secretos. El camino termina en una bodega boutique, con sus secretos del buen vino mendocino en el marco de charlas sobre las variedades de la vid, y una experiencia práctica sobre el trabajo en la misma; finalizando con una degustación dirigida de cuatro varietales y una fabulosa picada de fiambres artesanales y empanadas horneadas en casa de campo.

Caverna de las Brujas. Es un paseo hacia la moderna ciudad de Malargüe en la que se encuentra Manqui Malal —o “el mundo de los fósiles”, como muchos la conocen— y la increíble Caverna de las Brujas, un lugar para dejar de ser sólo un caminante de la superficie terrestre. Durante el recorrido se conocen la ciudad, el Museo Regional Plaza San Martín, el dique Blas Brisoli, el Criadero de Truchas, Cuesta del Chihuido y Manqui Malal. El recorrido de la reserva Caverna de Las Brujas demanda unas y 2 horas, en las cuales aprecian extrañas formaciones de estalactitas y estalagmitas.

Alta Montaña. Desde San Rafael se viaja a la ciudad de Mendoza, para internarse entre los cordones más altos de la Cordillera y llegar a la base del Cerro Aconcagua, el más alto de América. Durante el recorrido se conocen Luján de Cuyo,  Potrerillos, Uspallata, Puente de Picheuta, Centro de Esquí Penitentes, Puente del Inca, Mirador del Aconcagua, Las Cuevas, y el Cristo Redentor.

Estas son solo algunas de las actividades que pueden disfrutarse en San Rafael, una ciudad dueña de algunos de los paisajes más imponentes del país y donde el tiempo pareciera correr más despacio.

Fuente: Diario La Capital