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Se consolida la recuperación del receptivo y la caída del emisivo

En febrero el ingreso de extranjeros por vía aérea volvió a crecer en dos dígitos (18,8%), logrando volver a cifras de hace siete años. Sólo caen las estadías promedio. En tanto que el emisivo cayó un 15%, desacelerando el desplome de enero.

 

La megadevaluación del peso continúa dándole aire a la recuperación del turismo receptivo, que en febrero creció un 18,8% en cuanto a arribos por vía aérea. De esta manera, se consiguió el mejor febrero de los últimos siete años. Y si bien la mejoría está siete puntos porcentuales debajo de la de enero, lo cierto es que la actividad acumula cuatro meses de incremento de dos dígitos y promedió un arranque de 2019 con un aumento de llegadas del 22,8%. En cantidad de visitantes esto implica 106 mil más que en enero-febrero de 2018.

Como venimos mostrando mes a mes, la recuperación del receptivo a partir de la devaluación, como es habitual, se siente primero en los números de los mercados emisores de la región. Por caso, desde Brasil, motor tradicional de todas las mejorías, la cantidad de turistas por vía aérea creció en el primer bimestre un promedio de casi el 30% (pese a un desaceleración en febrero), alcanzando en dos meses la cifra de 121 mil visitantes.

Pero también son impactantes los números de Chile, que en ese período incrementó un 60% la cantidad de viajeros emitidos a Argentina. En tanto que los turistas provenientes desde los países hispanoamericanos no limítrofes (México, Colombia y los países andinos) también crecieron un 24%.

Del mismo modo, mercados claves por el nivel de gastos y estadía como Europa y Estados Unidos tuvieron generosos índices de crecimiento. Tanto los provenientes del Viejo Continente como los del país del norte de América y Canadá fueron un 13% más que en el primer bimestre del año pasado.

Un dato para mirar con atención (el único negativo de la serie) es que pese la mayor cantidad de arribos internacionales esto no va de la mano de un aumento en las estadías promedio. De hecho, las pernoctaciones promedio están un 5% debajo de las de 2018.

 

EL EMISIVO NO LEVANTA

Desde junio, cuando la megadevaluación del dólar y la inestabilidad cambiaria empezaron a impactar en las estadísticas oficiales, el emisivo no ha parado de ahondar su crisis. Como consuelo queda pensar que la caída de las salidas de argentinos al exterior cayó en febrero (-15,7%) casi cinco puntos menos que en enero (-20,3).

De todos modos, los datos del primer bimestre muestran con bastante precisión la magnitud del desplome: respecto al período de 2018 fueron casi 172.300 viajes menos al exterior en apenas 59 días o 2.920 salidas al exterior menos por día.

La debacle es tan grande que ahora ya no alcanza con reconocer que ese desplome se opera sobre números altísimos de crecimiento de los viajes al exterior. Aunque es justo reconocer que así y todos los números de enero pasado del emisivo siguen siendo mejores que los de 2016.

En cuanto a los destinos que se vieron más resentidos, Chile es por lejos el que más argentinos viene perdiendo (-50%). Pero las caídas hacia otros países limítrofes no son menos catastróficas: Brasil, -13,5%; Paraguay, -36,5%; y Resto de América casi -50%. Los viajes a Europa fueron de los que menos cayeron (-5,9%).

 

Fuente: La agencia de viajes
16/04/2019