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Terapia acuática: una experiencia para conectarse con el paisaje mendocino

El turismo terapéutico es una de las nuevas modalidades que genera emprendimientos en todo el país. Conocé una de las opciones para visitar en Mendoza.

 

Mendoza, mucho más que una tierra de vinos. Los entornos naturales son los destinos más elegidos para hacer un viaje cuando el objetivo es desconectarse y escapar de la rutina. 

 

En nuestro país hay paisajes de todo tipo: desde la calma de los lagos y montañas patagónicas, los colores del desierto del NOA; el imponente caudal de agua de las Cataratas del Iguazú, las opciones que tienen para elegir los turistas son muchas.

Mendoza hasta ahora era reconocida por el enoturismo de la ruta de los vinos y también la posibilidad de hacer turismo aventura.

Y para demostrar, no sólo su poder de relajación, sino además la belleza y particularidad de cada uno de los entornos naturales, están surgiendo emprendimientos que muestran esto a través de experiencias innovadoras. Uno de ellos es Soundwater, en la provincia de Mendoza.

 

“Soundwater es la integración de diferentes terapias acuáticas con la meditación y el sonido. Lo que hacemos es integrar el paisaje mendocino con una experiencia de bienestar”, cuenta Javier González, la cara de este emprendimiento.

 

Si bien esta experiencia surgió mientras ofrecía servicios de relajación en piletas climatizadas de hoteles, Javier quería llevar la actividad a más gente, y por eso que comenzó a buscar lugares que tuvieran una conexión con la naturaleza y los paisajes mendocinos.

 

“Elegimos hacerlo en Uspallata porque tiene un entorno energético y además hay un silencio tan profundo que facilita que quienes hacen la experiencia puedan enfocarse en el interior y encontrarse”. 

 

Para conocer cuál es la mejor terapia para cada turista, antes de realizar la experiencia cada uno debe llenar un formulario y en base a eso, ver cuál es la actividad que más necesita y mejor se adapta. Las opciones van desde una caminata consciente, una flotación controlada en pileta hasta  trabajar en camillas con sonidos.

“Cuando están en el agua, las personas experimentan distintas sensaciones, desde un estado placentario, punto cero, hasta estados de relajación muy profunda. Para lograr eso es clave el silencio, y por eso elegimos este entorno natural para hacerlo”, asegura González.

 

Los beneficios de esta actividad no son sólo para los turistas, ya que su llegada ayuda a fomentar actividades locales. Las cabañas o complejos donde se ofrece esta terapia se benefician por recibir más clientes, así como también también los restaurantes y otros negocios de la zona.

Las personas que buscan experimentar esta actividad vienen de todos lados: desde zonas cercanas de Mendoza hasta turistas de todas partes del mundo, como Israel, España y Francia.

 

Fuente: TN