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Todos los caminos conducen a Luján de Cuyo

Entre los lugares más completos en gastronomía, actividades culturales y recreativas, paisajes, etc, surge, rápidamente, la provincia de Mendoza y Luján de Cuyo como su estrella principal.

La imagen de la copa de vino y la montaña nevada de fondo son un símbolo del departamento mendocino de Luján de Cuyo, ya conocido por sus paisajes, ahora pretende demostrar que todo lo que representa Mendoza como provincia, se puede concentrar y encontrar en ese mismo lugar.

 

La comida entra primero por los ojos (o no)

En el caso de Mendoza, algo en lo que todos los que la visitaron estarán de acuerdo es que la gastronomía es exquisita, y Luján de Cuyo es la reafirmación de esto.

 

Con la “excusa” del maridaje con los vinos, las carnes son las protagonistas de los platos lujanenses. Cordero, trucha, salmón, vacío, bondiola, son algunos de los cortes y carnes que se disfrutan y enamoran a los turistas.

 

El restaurante de Bodega Vistalba, Lares de Chacras (en Chacras de Coria), La Mosqueta en Potrerillos, Rosell Boher Lodge, Furrer cervezas y chocolate, Casona Perdriel o el primer wine garden de Argentina, The Casero, son algunos de los más elegidos por quienes quieren disfrutar de una gastronomía de gran nivel.

 

Luján de Cuyo, tierra malbec

Así como el slogan lo indica, sus producciones son 80% malbec y 20% del resto de los varietales. En las 180 bodegas que posee la ciudad de Mendoza, por distintos caminos, casi todas llevan al malbec.

Las bodegas están preparadas para hacer vivir al turista (o al mendocino) la experiencia de acercarse al mundo del vino: desde las 10 hasta las 15 hs. se encuentran abiertas al público con propuestas en cada una de ellas. Algunas poseen restaurante, lo que las hace (aún) más tentadoras.

Casarena con sus espumantes, Nieto Senetiner con su cabernet, Vistalba con sus malbec, Catena Zapata con su trayectoria y su edificio en forma de pirámide maya, y Rosell Boher con sus imponentes ‘condos’ y su cava propia (y vinos de bodegas amigas) son algunas (solo algunas) de las cualidades de estas bodegas. Y todavía quedan 175 más…

 

Cerca, cerquita de capital

A solo 20 minutos de la capital mendocina, se encuentra Chacras de Coria, localidad en la que se concentran las casas de fin de semana y grandes estancias para los que necesitan la tranquilidad de la naturaleza (pero cerca la city).

 

La oferta hotelera en este sector es diversa, se compone de hostels y posadas, hoteles boutique, casas y lugares más alejados con diferentes opciones. Por ejemplo, en Cacheuta se encuentra el Hotel & Spa Termas Cacheuta, y en el corazón de Chacras de Coria se encuentra el Plaza Paradiso Petit Hotel con una ubicación privilegiada, cerca de todo.

Si lo que se busca es tranquilidad, Rosell Boher, además de sus vinos, posee condominios y habitaciones de lujo (6 hasta el momento, 9 más en construcción). Se ubica a 45 minutos de Chacras de Coria, alejadas de todo el ruido de la ciudad y con imponentes vistas al Cordón del Plata.

Otra opción es Entre Cielos Luxury Wine Hotel & SPA, pegadito a la bodega Nieto Senetiner, con el primer Hamam tradicional (circuito de baños turcos) de Latinoamérica. Además, el hotel cuenta con una particularidad: tiene, entre sus 14 habitaciones, una ‘edición limitada’: aislada de las demás, entre los viñedos y con vistas a la montaña.

 

Actividades para todos los gustos

Entre los principales atractivos de la provincia se encuentran las actividades de aventura: rafting, canopy, cabalgatas, paseos en bicicleta, puenting, bungee jumping. Las vistas son inmejorables, ya sea desde el rafting en medio de la naturaleza o desde los saltos desde alturas impensadas. Rafting, en Potrerillos, es uno de los más elegidos para vivir grandes experiencias. En Chacras de Coria, podés alquilar servicios de bici y recorrer pedaleando ese pintoresco pueblito lujanino.

 

Además, entre las actividades hay paseos culturales y visitas a casas de reconocidos artistas: por ejemplo, la visita al atelier del artista Víctor Delhez es una de las obligadas en Chacras de Coria. Su hijo Mario y su mujer, la artista plástica Milly Gómez, son fantásticos anfitriones.

 

La invitación está hecha, la oferta es tentadora… ¿vamos a Luján de Cuyo?

 

Fuente: Infonegocios