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Un camino por cuevas, aguas turquesas y un monumento natural

Este circuito es uno de los más elegidos por turistas y locales para tener un pantallazo de la naturaleza mendocina. Por él, se llega al Puente del Inca.

La ruta RN 7 de Mendoza colecciona algunos de los hitos naturales y paisajísticos más importantes de provincia. Lo mejor de todo: se pueden lograr algunas panorámicas inigualables, en un recorrido de un día. 

El camino comienza desde la ciudad de Mendoza hacia Luján de Cuyo. A los primeros 40 kilómetros, el viajero ya podrá encontrar la primera parada: las Termas de Cacheuta. Si bien no se encuentran sobre la ruta, se puede desviar unos kilómetros y visitar el parque. El agua de las piletas naturales proviene de deshielo, lo que les da un color particularmente claro.

El camino sigue y atraviesa una serie de túneles que bordean la Cordillera de los Andes con vistas espectaculares.

Después de una curva y una contracurva, un espejo de aguas turquesas se abre camino a lo lejos. Se trata del embalse Los Potrerillos, un lugar elegido por muchos locales para practicar deportes náuticos. A la vera de la ruta, hay un parador desde donde se tendrán vistas panorámicas y se podrán probar algunos bocaditos de fiambres locales.

Siguiendo camino, el visitante podrá parar en Gran Hotel Los Potrerillos para disfrutar de un rico almuerzo, una espectacular vista y algunos viñedos, propios del lugar. Todos los días sirven un menú ejecutivo o la carta que contiene principalmente comida tradicional argentina. Gran parte de sus platos se hacen en horno de barro.

Después de otros 125 kilómetros, la ruta recorre las laderas de las montañas que se bañan con la luz del sol y adquieren decenas de colores, que van desde el ocre al morado. La próxima parada son Los Penitentes, una formación que simula una procesión de monjes y el lugar a donde funciona un centro de esquí.

La altura máxima de sus picos supera los 3.100 msnm y es considerado uno de los centros con mejor nieve del país.

Luego de un par de fotos, el camino sigue hasta el punto más importante del recorrido: el monumento natural Puente del Inca. Esta parada es todo un ritual, no sólo por la icónica foto del lugar, sino también por su historia y la de las personas que trabajan en la feria que antecede la panorámica.

Está a 183 kilómetros de la ciudad y tiene 48 metros de longitud. Su formación surgió por la erosión hídrica del río Las Cuevas que pasa por debajo. Sus sedimentos y el agua termal, provocaron un cemento en la zona que le da un color ferruginoso y hace que toda la estructura mute del naranja, al amarillo y al ocre.

Una curiosidad es que los lugareños dicen que el agua “petrifica” todo lo que se sumerge en ella y venden dichos objetos en la feria de los alrededores. Hace algunos años que sólo se puede observar al puente desde varios metros de distancia.

Finalmente, unos cuatro kilómetros más adelante, el visitante se encontrará con la entrada al Parque Provincial Aconcagua, a donde se encuentra uno de los cerros más altos de Sudamérica. Su cima, cubierta de nieve todo el año, podrá verse desde distintas perspectivas a lo largo del camino.

Al llegar, se puede optar por hacer una caminata corta y gratuita (de unos 10 minutos) a donde se tiene una vista un poco mejor que desde la ruta. Los que tengan más tiempo y estén entrenados, pueden hacer otra de unos 45 minutos en la que se puede apreciar el cerro bien de frente y se conoce algunos lagos que lo rodean.

 

Tips del Viajero

  • Se recomienda cargar nafta antes de salir de la ciudad, ya que a lo largo del camino no hay muchas estaciones de servicio.
  • Se recomienda llevar abrigo, ya que en la zona del Aconcagua suele haber mucho viento.
  • Andar con las luces bajas encendidas y todos los documentos del auto encima, ya que hay controles en el regreso a la ciudad. Se recomienda no tomar alcohol por posible examen de alcoholemia.

 

Fuente: descubrí.com