Termas de Cajón Grande
Siete piletas termales con diferentes temperaturas; un refugio de montaña, un parque de nieve en proceso y gastronomía típica son algunos de los servicios que pueden disfrutarse.
A tan solo 135 kilómetros al suroeste de la ciudad de Malargüe, se encuentra uno de los atractivos que combina movimiento y relax: las Termas de Cajón Grande, lugar de una belleza excepcional y que cuenta con un abanico de servicios para que sus visitantes disfruten de su estadía al máximo.
Rubén Flores, concesionario del lugar, contó cómo se está viviendo esta temporada: “Se ha trabajado mucho, hemos tenido muchísima gente de afuera y del lugar.» La visita se enmarcó en un fam press organizado por la Dirección de Turismo.
Las Termas de Cajón Grande, temporada tras temporada, suma servicios y comodidades para quienes la visitan, además de contar con una vista inigualable al pie del Cerro Campanario, “Hemos colocado quinchitos y mesitas para que la gente pueda tener sombra cuando hay mucho sol; tenemos también un “pomita” (medio de ascensión) la idea era hacer en invierno una pista de nieve para la familia, pero ya estará operativo para el año que viene”.
Las Termas de Cajón Grande cuentan con 7 piletas, hechas con piedra. Las temperaturas oscilan entre los 25 y 37 o 40 grados, “depende si corre viento o hace calor; “la propiedad principal de la terma es que es vasodilatadora, tiende a relajar y a bajar un poco la presión”.
Según informó el prestador, para el próximo verano tiene planificado realizar otras 10 piletas, en madera, de 2.5 por 2.5, “para que haya más piletas y que la gente pueda aprovechar más las aguas termales”.
Flores expresó que los visitantes llegan hasta las termas de Cajón Grandes movilizados por diferentes inquietudes, “buscan las aguas termales, otros venir a la montaña a caminar, relajarse, desconectarse un poco de lo que es la ciudad”.
Las Termas de Cajón Grande, cuenta con alojamiento tipo refugio, con habitaciones de 4 camas cada una, totalmente calefaccionadas y un baño principal; comedor y despensa. Para aquellos que quieran contar con mayor privacidad, este espacio cuenta también con 2 cabañas.
Flores, nacido en esta zona, contó: “Estamos a 20 kilómetros de la aduana, 8 kilómetros por la ruta 143 y 12 kilómetros de tierra; es un tema complicado el de la aduana porque nosotros no nos oponemos al control pero sí a la prohibición; si llegas con tu familia a las 6 de la tarde no podes pasar, podes llegar a Las Loicas, podes ir a Vergara, podes ir casi al límite del Vergara y no tenes problema pero para venir para las termas o para el Real del Pehuenche siempre hay algún inconveniente con el tema del horario, tendrían que ser un poco más accesibles”.
Fuente: malarguediario.com por Gustavo Yañez