image

Un paseo por el Volcan Malacara y la Laguna Llancanelo

Un relato en primera persona de las experiencias vividas en estos dos magníficos lugares de Malargüe.

Desayunamos y poco después nos pasaron a buscar con la combi. Nuestros compañeros de viaje serían dos familias provenientes de Buenos Aires. Nuestro destino sería el Volcán Malacara que se encuentra 35 km al sureste de la ciudad de Malargüe. Llegamos a las 10.30 de la mañana y todos nos preparamos para el ingreso.

El Volcán Malacara es llamado así por los lugareños, debido a las características de los caballos con una mancha en la cara. Esta formación es denominada hidromagmática, dado que se produce cuando el volcán está en erupción y la lava entra en contacto con una napa de agua fría. Se caracteriza por ser una erupción muy violenta. La erosión de las tetras (material volcánico depositado en finas láminas) y el desgaste que aporta el agua, el viento, han dado origen a pasadizos, cárcavas y chimeneas con casi 30 metros de altura.

 

Caminar por esos lugares hace que la imaginación desarrolle figuras, destacando colores reales en amarillo, rojo y negro. Sin lugar a dudas era muy diferente a los volcanes de la Payunia. 

 

En este volcán directamente pudimos entrar a su interior, los pasadizos son hermosos, sus formas y sus cavernas están como pulidas por el magma y el agua, la verdad todo era muy diferente a lo visto anteriormente. Subimos y bajamos, caminamos hasta llegar al centro del volcán que tiene una enorme chimenea central de unos 30 metros, es decir que con el tiempo la chimenea se fue erosionando y también dentro de ella se llenó de arena, pero antiguamente todo era más profundo y su chimenea mucho más larga. El lugar se prestaba para sacar muchas fotos y eso hicicmos… un lugar increíble.

Salimos de su interior y nos fuimos a la combi, nosotros teníamos que llevar el almuerzo así que improvisamos un picnic dentro de la camioneta ya que afuera había mucho viento y arena. Sándwich, empanadas, jugos, y hasta una botella de vino para recordarnos que estábamos en Mendoza, un festín un poco incomodo pero lo disfrutamos a pleno. A continuación seguimos la caminata pero hacia la cumbre del volcán, pasamos por un campo de bombas y llegamos a la cima, desde ahí se puede ver la chimenea y sus pasadizos, una vista increíble, sin dudas sacamos muchas fotos. Después de un rato tuvimos que bajar por un lado un poco complicado, era bastante empinado y la arena hacia que nos patináramos hacia abajo, tanto es así que parecíamos esquiadores sin ski, algún que otro porrazo y caída de culo no faltaron. La verdad la pasamos genial y todo estaba terminando, la excursión dura medio día así que volvimos a la combi y nos despedimos del Volcán Malacara, la verdad un placer haberlo conocido.

Por la tarde ibamos a conocer la “Laguna Llancanelo” otra atracción de las tantas que tiene Malargue.

 

Laguna Llancanelo

Costeamos el volcán Trappal hasta llegar a los limites con la laguna, debimos dejar la combi y continuar a pie por que era una zona de mucho barro. Seguimos hasta lo más cerca que pudimos, desde ahí sacamos fotos a las aves.

La Laguna de Llancanelo es una reserva natural situada a sólo 75 km de la ciudad de Malargüe, este lugar tiene 65000 has. ubicado a 1300 msnm. En medio de un paisaje semidesértico, este enorme oasis se ha transformado en albergue de la mayor cantidad de aves de Sudamérica, destacándose entre ellas el flamenco común.

 

Un lugar paradisíaco que puede visitarse todo el año, ideal para realizar ecoturismo, safaris fotográficos y disfrutar del avistaje de aves. 

 

Luego le dimos la espalda a la laguna y nos fuimos a subir el volcán Trappal para ver la laguna desde ahí, solo a unos pocos metros comenzamos a subir, la vista desde ahí es increíble y se ve toda la laguna completa, pero si nos damos vuelta podemos ver de fondo la pre-cordillera de las Andes, no tengo palabras como contar lo que pude ver, es algo que jamás voy a olvidar, Malargue es mi sitio en el mundo, mirando al sol les di las gracias a Dios y a la naturaleza por tan hermosa vista.

 

Fuente: Descubriendo realidades