Luego de la Campaña del Desierto, parte de las tierras incorporadas a la Nación fueron distribuídas entre los militares que participaron de la misma. Uno de ellos fue el teniente coronel Rufino Ortega, quien instaló su estancia (“La Orteguina”) en Malargüe, dedicada a la cría de ovejas y vacunos. De aquel entonces perduran, además del casco, un gran molino harinero –hoy Monumento Histórico–, los Corrales y la Capilla Nuestra Señora del Rosario.
El antiguo parque de la estancia es el actual Parque del Ayer, uno de los principales pulmones verdes de la ciudad, con sendas que lo recorren, tableros de ajedrez y un pequeño anfiteatro. También alberga un museo al aire libre y el Centro de Convenciones.