La plaza España está ataviada de mayólicas, fuentes, faroles de forja, arboledas y un mural de cerámica pintada, donde se entrecruzan el fundador Pedro del Castillo y escenas del Quijote y el Martín Fierro, en una declaración orgullosa del mestizaje.
En el monumento central destaca la escultura de una mujer grande y poderosa que simboliza a España y la de otra mujer, más joven, que representa a la Argentina, pujante y enérgica. Es una de las cuatro plazas equidistantes a la Plaza Independencia que forma parte del diseño de la Ciudad Nueva de 1863.