Técnicos de la Administración de Parques Nacionales visitan hoy el proyecto Uspallata-Polvaredas.
Funcionarios de la Administración de Parques Nacionales (APN) recorrerán hoy junto a guardaparques locales la zona cordillerana, en una visita crucial para definir si Mendoza tendrá finalmente un Parque Nacional en su territorio. El principal objetivo de la misión técnica es analizar el proyecto de reserva Uspallata-Polvaredas, según indicó uno de los funcionarios locales que participan en el proceso.
Es probable que el itinerario del Parque Nacional se extienda hasta la Quebrada de Matienzo, en Las Cuevas. Este valle, vecino al Parque Provincial Aconcagua, es otra de las opciones que el gobierno mendocino ha propuesto a la APN.
Para un próximo visita quedará la zona del Paso Pehuenche y sus valles contiguos, en Malargüe. Las vegas y arroyos de la zona representan un ecosistema que podría ser valioso para la APN, y que completa el trío de ambientes que están bajo estudio.
Mendoza es una de las dos jurisdicciones del país que no cuentan con un Parque Nacional. Todas las reservas locales, como el Aconcagua, o la Laguna del Diamante, son de propiedad y gestión de la provincia. En cambio, los Parques Nacionales como el Nahuel Huapi, Los Glaciares o Iguazú, son territorios federales, administrados por el gobierno nacional a través de la APN. Este organismo, creado por figuras como Carlos Thays y Francisco Pascasio Moreno (el famoso perito) a principios del siglo XX, tiene a su cargo 41 áreas protegidas. Resguarda cerca de 1,5% del territorio nacional.
Hace tiempo que la APN busca hacer pie en Mendoza, y se han analizado opciones como ceder reservas ya existentes -el caso más difundido es el del Parque Tupungato, que podría funcionar dentro de las “Reservas de la Defensa” (una categoría para territorios a cargo de las Fuerzas Armadas). Pero ahora existe consenso acerca de que la llegada de Parques Nacionales sea mediante una nueva reserva, que sume ambientes o ecosistemas a la red de Areas Naturales Protegidas de Mendoza.
Por eso la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial de Mendoza (que dirige Humberto Mingorance) seleccionó los tres proyectos que ahora visitan los técnicos nacionales: Uspallata-Polvaredas, Quebrada de Matienzo y Pehuenche.
El caso de Uspallata-Polvaredas es estratégico, porque existe una puja de intereses en torno a las actividades extractivas en la zona, principalmente minería metalífera. Ambientalistas y organizaciones vecinales de Uspallata vienen impulsando la creación de una reserva natural. Patrimonios como el Camino del Inca (declarado Patrimonio Mundial por la Unesco), los glaciares del cerro Tambillos y el Cordón del Tigre quedarían así bajo protección.
Por su parte, la Quebrada de Matienzo, un hermoso valle cordillerano que corre al oeste del Aconcagua y paralelo al límite internacional, le aportaría a la APN un ambiente de alta montaña en los Andes Centrales, un ecosistema que actualmente no está representado en la red de reservas nacionales. Los glaciares del fondo del valle, como el Piloto, o el Rubio, son una importante riqueza de nuestras montañas.
En el caso del Pehuenche, en Malargüe, las grandes vegas del sur provincial, con su transición hacia la estepa patagónica, configuran un ambiente singular y de gran fragilidad, que también aportaría valor al sistema de Parques Nacionales.
Fuente: Mdz Online
02/09/2016