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El valor de Llancanelo en la región seca del oeste

Un grupo de investigadores del mendocino Instituto Argentino de Nivología, realizó una verdadera “disección” de nuestro humedal.

En las zonas áridas de nuestro país, estimar la disponibilidad de agua es crucial para gestionar los recursos hídricos. Ubicada estratégicamente en el centro-sur de la provincia de Mendoza, la Laguna de Llancanelo es algo más que un importante atractivo turístico.

Es el cuerpo de agua más extenso de la provincia y uno de los humedales más importantes de América del Sur, y por ello, declarado sitio Ramsar por el organismo internacional homónimo debido a su alto valor ambiental.

El área a su alrededor tiene una gran biodiversidad, con varios ecosistemas adyacentes como marismas, pantanos y estuarios donde anidan numerosas especies de aves acuáticas.

Además de su valor turístico y ecológico, en esta nota queremos resaltar particularmente su importancia como expresión de la disponibilidad de agua a nivel regional.

Ocurre que la cuenca del río Malargüe es técnicamente una cuenca endorreica, es decir que las aguas que llegan a la Laguna de Llancanelo no tienen salida a través de ríos o arroyos.

El agua se pierde por infiltración o evaporación, siendo estos procesos importantes dado que la profundidad media del humedal es de alrededor de 30-50 cm y el área que abarca es comparativamente muy amplia promediando unas 19.000 hectáreas.

Esta relación permite que su superficie varíe marcadamente no solo a lo largo del año, sino de un año al siguiente, y de una década a la próxima.

Claramente uno se pregunta: ¿qué causa estas variaciones en el tamaño de la laguna?

La laguna colecta el agua que es transportada por ríos y arroyos andinos, el agua que se infiltra superficialmente en las inmediaciones de la laguna y la proveniente de precipitaciones locales.

Dada su gran superficie, el agua en este lago se evapora por efecto de los vientos intensos que soplan en la región casi todo el año combinado con las altas temperaturas del aire, particularmente durante el verano.

Todos estos factores contribuyen con las variaciones del tamaño de la laguna en el tiempo. El río Malargüe es el principal tributario de la laguna, pero otros arroyos también aportan agua aunque en menor medida.

Las nevadas y las lluvias en la alta cordillera que dan origen al río Malargüe, y al caudal de la mayoría de los ríos de la región, están asociadas al paso de masas de aire provenientes del océano Pacífico.

Por otro lado, las precipitaciones locales que ocurren en la época estival en el piedemonte y en las zonas más bajas aledañas a la laguna, dependen del aire húmedo proveniente del océano Atlántico.

 

Diversidad de factores

Teniendo en cuenta toda esta diversidad de factores que influyen sobre el tamaño de la laguna, los científicos del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), una unidad ejecutora del Conicet-Mendoza, estudiaron cada uno de estos factores por separado y documentaron en cuanto depende la extensión de la laguna del aporte de los ríos y arroyos que bajan de la cordillera y en cuanto de la contribución de las precipitaciones que ocurren dentro de la cuenca.

El estudio, publicado en la prestigiosa revista científica Hydrological Sciences de Francia en 2017, consistió en documentar las variaciones mensuales del tamaño de la Laguna de Llancanelo entre 1984 y 2013. Para ello, los científicos procesaron y analizaron 296 imágenes provenientes de los satélites Landsat.

El análisis de la información satelital arrojó que la superficie de la Laguna de Llancanelo varió notablemente entre 3.500 y 41.100 hectáreas, es decir, un cambio de más de 10 veces entre la superficie mínima y máxima de la laguna.

Para los 30 años de observación, el tamaño medio de la laguna fue de 19.000 hectáreas. La extensión de la laguna superó las 20.000 hectáreas durante los periodos 1984-1988, 2001-2003 y 2006-2009.

Por otro lado, se observó que la Laguna presentó un tamaño reducido, menor a 15.000 hectáreas, entre los años 1989 y 1999, y particularmente en los últimos años a partir de 2010.

De hecho, el área mínima registrada en el periodo 1984-2013 ocurrió en enero de 2012, punto central de la crisis hídrica que vive la provincia de Mendoza desde el año 2010.

 

Las lluvias

Los registros meteorológicos e hidrológicos proveyeron información de la precipitación y de los caudales de los ríos a lo largo de la cordillera de los Andes, desde el norte de Neuquén hasta San Juan.

Comparando los registros de precipitación con las fluctuaciones del tamaño de la laguna, los científicos notaron que el caudal del río Malargüe es el principal factor que regula la extensión de Llancanelo.

Cuanto más agua baja de la cordillera a través del río Malargüe y de los arroyos vecinos, mayor es el tamaño de la laguna. Por el contrario, encontraron que la contribución de las lluvias que ocurren en las zonas aledañas no es muy importante al considerar escalas de tiempo de varios meses a un año.

Sin embargo, los pobladores locales sabrán que después de lluvias muy intensas en las proximidades de Llancanelo, el tamaño de la laguna puede aumentar considerablemente.

Así, los investigadores detectaron rápidos aumentos del tamaño de la laguna en respuesta a lluvias intensas de primavera-verano, pero este efecto es pasajero y la laguna recupera en poco tiempo la dimensión que tenía antes de las tormentas.

Así como el tamaño de la laguna está controlado principalmente por el caudal del río Malargüe, que a su vez depende mayormente de la nieve que cae en la cordillera, las variaciones del tamaño de la laguna también están relacionadas con los caudales de los ríos más cercanos (Atuel, Diamante, Barrancas, Colorado, Agrio) en los Andes Centrales y Norte de la Patagonia. El caudal de estos ríos, al igual que el del Malargüe, también está relacionado con la nieve que se deposita en la alta montaña.

 

Monitoreo

Los estudios del Ianigla indican que la Laguna Llancanelo integra los aportes de agua que llegan en forma de nieve en la alta cuenca del río Malargüe desde el Pacífico con los aportes en forma de lluvias estivales del Atlántico en los llanos.

En conjunto, estos diferentes componentes atmosféricos regulan el tamaño de la laguna, por lo que su superficie representa un mejor indicador del balance hídrico regional que el basado solamente en registros meteorológicos de las cuencas altas de la cordillera o de las planicies bajas al pie de los Andes.

Es por ello que, basados en estas observaciones, los científicos proponen monitorear permanentemente el tamaño de la Laguna Llancanelo con imágenes satelitales y usarlo como un indicador de balance hídrico para esta región árida del oeste argentino.

En este momento, el Ianigla está desarrollando metodologías rápidas y eficientes para derivar en forma sistemática, un índice de las variaciones en la extensión de la laguna que pueda ser empleado por los organismos públicos y privados para prever situaciones críticas de falta de agua en el oeste argentino adyacente a los Andes.

 

Sepa más

Un medio altamente especializado

Hydrological Sciences Journal es la revista oficial de la Asociación Internacional de Ciencias Hidrológicas (AIHS), que proporciona un foro para la presentación de documentos originales  y puntos de vista sobre los avances significativos de la hidrología en todo el mundo.

Conocida originalmente como Hydrological Sciences Bulletin, se publica ininterrumpidamente desde 1956 (62 años).

Los temas que analiza la revista incluyen:

  1. El ciclo hidrológico en la Tierra.
  2. Las aguas superficiales, las aguas subterráneas, la nieve y el hielo, en todos sus procesos físicos, químicos y biológicos, sus interrelaciones y sus relaciones con los factores geográficos, los procesos atmosféricos y climáticos, y los procesos terrestres, incluidas la erosión y la sedimentación.
  3. Los extremos hidrológicos y sus repercusiones.
  4. Aspectos hidrológicos de la utilización y gestión de los recursos hídricos y su modificación bajo la influencia de la actividad humana.

 

Fuente: Por Lucas Bianchi, Ricardo Villalba, Juan A. Rivera, Mauro Britos y Facundo Rojas – Investigadores del Ianigla – Diario Los Andes
22/05/2018