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Conociendo Mendoza 5: Bodegas en San Rafael

bodega

Para el último día de vacaciones en San Rafael me había programado la visita a fincas y bodegas.

Para el recorrido tenía programadas tres visitas y hacia el fin del día, como se nubló sumé una más. El recorrido incluyó: Argenceres, Algodon, Funckenhausen y Bianchi.

Bodegas Argenceres

Antes del viaje ya había hablado con Saúl Huerga de la Vega, Director Comercial de la bodega, quien me invitó a conocer la bodega durante mi estadía en el Oasis Sur. Por un error involuntario de sincronización de agenda telefónica, perdí los contactos, y gracias a Antonio Raviña, me contactaron de la bodega para decirme que me esperaban. Me pasaron las coordenadas para llegar, pero igual me perdí. No estaba fácil llegar si no conocías, pero gracias a Gustavo (Encargado de la bodega) que me guió por teléfono pude llegar a la perfección.

Al ingresar a la finca se encuentran plantados una gran cantidad de olivos (total 450 ha.) luego las vides (100 ha.) y al fondo la bodega.

Al estacionar, me estaban esperando María Elina Gaido (enóloga residente) y Gustavo (encargado y “GPS”).
Lo primero que vimos es la obra que están haciendo en la bodega para montar el equipamiento y tanques necesarios para producir aceite de oliva. Actualmente viaja toda la cosecha a San Juan (donde está la oliovícola) y teniendo planta productora en San Rafael reducirán hasta ocho veces los costos de transporte.

Luego recorrimos todas las instalaciones iniciando desde el lagar y fuimos siguiendo todo el ciclo productivo. Está construida en distintos niveles (hacia abajo) para aprovechar la gravedad y evitar el uso de bombas para el transporte del vino. 

Al llegar a las piletas, vimos una vacía, donde se apreciaba el revestimiento con pintura epoxy, los dispositivos para el control de temperatura y para extracción y toma de muestras.
Luego probamos Malbec y Cabernet Sauvignon directamente de las piletas.
Si bien se los notaba algo crudos se apreciaba la fruta y y el lindo futuro que tendrán estos vinos.
Continuamos pasando a la sala de barricas. Un gran  salón que dispone de un buen juego de barricas de primero, segundo y tercer uso, y algunos tonelitos de 500 litros. Probamos un Malbec que llevaba apenas 4 meses de barrica y que estaba impresionante. En la misma sala se encuentran las botellas estibadas que aún no salieron a la luz.

Finalmente vimos las nuevas instalaciones (en la planta alta) que probablemente se destine a un proyecto de enoturismo (no hay nada firme aún).
Cerrando la visita, pasamos por el laboratorio y paramos a la sala de degustación donde probamos, junto a unos quesitos, el Chardonnay que según Gustavo viene creciendo mes a mes en botella (perfil mantecoso y frutal que me gustó mucho) y una primicia: Vertical (así se llama el vino) que se trata de un corte de tres añadas de tres variedades: Malbec 2010/11/12, Cabernet Sauvignon 2010/11/12, y Bonarda 2010/11/12. Los mismos pasaron entre 12 y 24 meses por barrica y fue embotellado en Agosto de 2012 (6 meses de estiba). De entrada un vino muy complejo y algo duro todavía pero al dejarlo abrir en copa fue desplegando capas y aseguro que tiene un gran potencial.

Al despedirme me obsequiaron una botella de Chardonnay (que la tomamos en nuestra primer reunión aniversario) y una de Vertical que tenemos guardada esperando la ocasión para descorcharla.
Muy agradecido con la atención recibida, volví a subir al coche y encaré el viaje hacia el segundo destino del día.

Algodon Wine Estates
En el Km. 647 de la Ruta 144, en Cuadro Benegas, se encuentra el complejo de más de 2000 hectáreas que cuenta con las fincas con vides plantadas desde 1946 (aprox 830 ha.), la bodega, una fabulosa cancha de golf, un restaurante gourmet, un lodge con 6 cabañas, canchas de tenis, y mucho más.

Al entrar fui directo hacia la bodega, donde me estaba esperando Mauro Nozenso, quien se desarrolla como enólogo residente desde 2007 (previamente trabajó en Alfredo Roca).
Antiguamente la bodega pertenecía a Ricardo Jurado (nieto del golfista José Jurado) y se llamaba Viñedos del Golf. En 2000 fue adquirida por un grupo inversor norteamericano y así nació Algodon Wine Estates.
Durante la recorrida vimos las viejas piletas de fermentación, los nuevos tanques de gran capacidad, la zona de etiquetado y estiba.

Luego cruzamos a la sala de barricas con copa y pipeta en mano para probar algunas cosas. Mientra Mauro iba sacando tapones de barricas para probar, me fue contando cómo se fue armando el proyecto de Microvinificación junto al asesoramiento de Marcelo Peleritti.
Entre las cosas probadas destaco la Bonarda 2012, el Malbec 2012, el Gran Reserva 2011 y el PIMA 2010. El PIMA, expresa el máximo exponente de la bodega y muestra lo que es capaz de entregar el terruño y “la muñeca” de Mauro y Marcelo. Se trata de un blend de Malbec, Syrah, Cabernet Sauvignon y Merlot fermentado en barrica y criado por más de 24 meses en roble de primer uso.

Finalizada la visita a la bodega y agradecido que el enólogo de la bodega me haya recibido, me dediqué a recorrer el lugar, hasta llegar al restaurant donde compré algunos ejemplares para degustar por botella.
Al pasar por la cancha de golf confieso que lamenté no tener los palos en el baúl del auto y más tiempo como para hacer unos hoyitos.

Funckenhausen Vineyards
De ahí partí raudamente para la rotonda del Cristo en la entrada a San Rafael ya que a unos 800 metros se encuentran los viñedos de Funckenhausen. Allí me encontré con Claudia Mercado, responsable del área administrativa, quien me llevó a recorrer gran parte de las 330 has. que van desde la Ruta 150 hasta el Río Diamante.

Mientras recorríamos el viñedo en la camioneta de Claudia, me contó cómo nació el proyecto desde la llegada de Kurt Heilein allá por 2003 que luego de recorrer de norte a sur y de este a oeste la provincia de Mendoza, encontró en estas tierras su lugar, y dos años después, plantó unas 20 has. de Syrah, Malbec y Cabernet Sauvignon, que fueron custodiados, cosechados y vinificados en 2007 por Mauricio Lorca.
Todo el viñedo está provisto de mallado antigranizo y riego por goteo con agua proveniente del Rio Diamante. Para ello tienen construidas dos represas con las que se asegurar la provisión constante de agua.

Si bien esta nota la estoy publicando a mitad de año aproximadamente, la visita la hice en febrero. Faltaba muy poco para la cosecha y pude apreciar los racimos prácticamente en su máximo esplendor.
Para la elaboración de su vino tope de gama, La Espera Blend Kurt Heinlein, se hace raleo a fin de preseleccionar racimos en la planta antes de la cosecha.
Tengo que agradecer profundamente a Alejandro Leirado, de Familia Heinlein (nieto del fundador), quien respondiendo a mi mensaje, me contactó y se puso a disposición para que yo pueda conocer la finca y que además me obsequió una botella de la primera cosecha de La Espera Syrah 2007 (que ya no se consigue).
Luego del rally, volví para la cabaña a buscar a mi familia y nos fuimos todos juntos al último destino:

Casa Bianchi
Luego de haber pasado varias veces por la entrada no podía irme de San Rafael sin antes realizar la visita a la emblemática bodega Bianchi.

Al ingresar se puede ver un museo de equipamiento histórico usado por la bodega para la producción de vino.

 Acá contratamos la visita guiada y recorrimos todas las instalaciones pasando por los tanques y las barricas. En medio de la visita probamos un Malbec joven mientras veíamos un video institucional de la Casa.

Luego continuamos la visita por la Champañera, una planta modelo en Latinoamérica que viene elaborando una espuma de gran calidad desde hace casi 20 años.

La capacidad productiva de toda la bodega es de arriba de los 18 millones de litros (una pavada!!)
Al finalizar la visita, terminamos en el hall donde degustamos un Chardonnay fresco y frutal y funciona el wine store donde se pueden adquirir todos los vinos de la bodega y también el merchandising.

Luego de allí nos fuimos a ver la fábrica de Aceite Yancanelo (no pudimos hacer la visita guiada porque ya era tarde) y el ahumadero Secretos del Monte.
Un día realmente intenso que aproveché al máximo desde que me desperté.
Con esta nota doy por finalizada la crónica de mi viaje a Mendoza quedando pendiente relatar el viaje de vuelta que por una razón melancólica la voy a obviar esperando pronto volver a relatar un nuevo viaje de ida.
De esta forma cierro la crónica completa del viaje.

Fuente: Blog “El vino del mes”,  Esteban Bruno