Por primera vez desde el levantamiento del cepo, en julio el Central informó una caída en el egreso de divisas por viajes al exterior (-9%), mientras que sigue creciendo la liquidación de dólares de los turistas en el país a través del canal oicial (+33%). El déicit en la balanza sigue siendo muy grande, pero fue levemente menor.
Pese a la devaluación, el fin del cómputo del dólar turista y al enfriamiento de las ventas al exterior, el informe del Banco Central sobre el movimiento de divisas no había mostrado hasta ahora grandes disrupciones. De hecho, en los seis primeros meses del año respecto al mismo período de 2015 siguió incrementándose el monto solicitado para hacer frente a pagos en el exterior por turismo (casi un 19% más que en 2015, la más alta desde 2013).
El duelo entre esas cifras (las salidas por Ezeiza también aumentaron de a dos dígitos) y la sensación térmica en las agencias de viajes era explicado como producto de la enorme venta anticipada de 2015, tratando de ganarle a la devaluación. Muchos vaticinaban que el evidente enfriamento comercial posterior se iba a empezar a notar recién en el segundo semestre del año.
Un signo de ello es que en julio pasado las compras brutas en el mercado de cambios para la realización de viajes de residentes argentinos al exterior totalizaron US$ 771 millones, disminuyendo en unos US$ 75 millones respecto al mismo periodo del año anterior. O sea, una caída de casi el 9% en la demanda de divisas.
De ellas, US$ 360 millones correspondieron a la compra de moneda extranjera para su entrega a la entidad bancaria en pago del saldo por uso de tarjetas en el exterior. Y, como sabemos, no todas las compras con plásticos implican viajes al exterior, pese a que se sigue computándolas como Turismo. Este será un dato sensible en los próximos meses a medida que se aceite la liberación de las compras por Internet y el retorno del puerta a puerta.
MENOS TURISTAS, MAS DÓLARES
La buena noticia que se consolida es el aumento de la liquidación de divisas procedente de los turistas extranjeros que visitan Argentina. Este ítem había reaccionado inmediatamente a la unificación cambiaria y por primera vez desde 2013 dejó de caer en el primer semestre. De hecho, frente a 2015 el ingreso de dólares a las arcas oficiales por receptivo aumentó un 33%. En julio la cifra se repitió calcada, ya que los ingresos por los gastos de turistas no residentes en el país alcanzaron casi US$ 100 millones, unos US$ 25 millones más en términos interanuales.
Una variación que se explica fundamentalmente porque la unificación cambiaria hizo que los visitantes ya no recurran al mercado informal para sacarle jugo a la brecha entre el oficial y el blue (que llegó a tocar el 70% el año pasado). De hecho, lejos de crecer, el ingreso de turistas extranjeros acumula una retracción del 7% en 2016.
Tan fuerte fue la distorsión del cepo cambiario sobre el turismo receptivo que mientras que en 2014 se alcanzaba el récord de ingresos de extranjeros, las divisas oficiales generadas tocaban su punto más bajo en los últimos años.
BALANZA DESBALANCEADA
Desde 2010 que la balanza entre ingresos y salidas de divisas en el MULC es negativa. Aunque desde la puesta en marcha en 2012 del cepo cambiario el déficit se multiplicó, superando los US$ 4.000 millones en cada semestre. En julio la brecha se acortó levemente por primera vez en mucho tiempo.
Fuente: Ladevi
12/09/2016