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Circuito Sanmartiniano

Un legado patrimonial valioso y el relato de la historia del cruce de los Andes se reviven en un recorrido por sitios que han dejado una huella imborrable del magnífico episodio.

La ciudad de Mendoza destaca cada una de las acciones que llevaron al general San Martín a realizar la heróica liberación de tres naciones hermanas y las revaloriza en varios espacios de memoria.

Quizás el más imponente de esos espacios sea el monumento que se encuentra en el Cerro de la Gloria y que se erigiera en honor al Ejército de los Andes. Llegar hasta la cima del parque San Martín y enfrentar dicha alegoría lleva a sentirse impactado primero por la hermosa obra que el escultor uruguayo Juan Manuel Ferrari realizó con piedra y bronce. Luego, deslumbran cada uno de sus frisos, donde se relatan los pasos previos y posteriores al cruce de los Andes. En su simbología está la base del mensaje que quiso dejar el autor.

El espíritu de libertad y la ayuda de todo un pueblo que apoyó la iniciativa sanmartiniana están presentes en cada conjunto escultórico.

Frente a la Casa de Gobierno se puede visitar el Memorial de la Bandera de los Andes y hasta emocionarse con el sentido patriótico de ese espacio. Allí se puede ver la enseña que acompañó la gesta y que luego fue regalada al pueblo mendocino por el general San Martín. En una construcción moderna e imponente se la resguarda, custodiada por el Regimiento de Granaderos a Caballo. La llama votiva y la frase que evoca el juramento del Gran Capitán en el campo El Plumerillo antes de marchar producen un sentimiento muy conmovedor.

En el Museo y Biblioteca General San Martín se atesoran sus pertenencias personales; puede visitarse sobre el Paseo La Alameda. Reliquias de esa época muestran su vida civil y militar; se lucen elementos que pertenecieran a él y a su esposa Remedios de Escalada y uniformes del ejército libertador.

Hay ademas monumentos, museos y placas en varios departamentos de la capital y en los departamentos de Las Heras, Maipú, San Carlos, Tunuyán, entre otros. Todos ellos rinden honor e inmortalizan la figura del general José de San Martín. Algunas casas o sitios donde habitó o simplemente estuvo de paso hoy ya han desaparecido; pero en cada uno de ellos existe una insignia que recuerda su espíritu de lucha, que lo considera un héroe aun cuando no había nacido en la provincia de Mendoza. Desde agosto de 2019 se puede disfrutar de un nuevo museo histórico: la casa donde vivió el prócer argentino, pero sobre todo, donde nació su única hija, Merceditas, el 24 de agosto de 1816. Se trata de un complejo edilicio de dos plantas, ubicado en la calle Corrientes 343, en la Cuarta Sección, a pocos minutos del microcentro de la capital.

La casa del prócer es un lugar histórico puesto en valor que se integra al circuito Sanmartiniano de la Ciudad de Mendoza. De acuerdo con la memoria histórica y la historiografía se logró localizar la vivienda donde residió el general entre 1814 y 1817. En 1975 el lugar fue declarado Sitio Histórico Nacional y se colocaron placas conmemorativas, pero ahora es un Museo.

Mientras los restos del General San Martín descansan desde 1880 en la Catedral Metropolitana, frente a Plaza de Mayo, respetando los deseos del prócer, los restos de su hija Merceditas, “la mendocina”, su yerno Mariano Balcarce y su nieta María Mercedes descansan en Mendoza, en la Basílica de San Francisco, donde fueron trasladados desde Francia en 1951.

 

El puente testigo de planes heroicos

Saliendo ya de la capital mendocina, unos 20 km después de la villa turística de Uspallata, a unos pocos metros de la ruta 7 que llega hasta Las Cuevas, en la cordillera de los Andes, se encuentra el Puente de Picheuta, otro hito en la Ruta Sanmartiniana, un sitio por donde cruzó una de las columnas del Ejército de los Andes.

Transitar por esas quebradas hace imaginar la gesta de los hombres que atravesaron los caminos indómitos de la cordillera para llevar a cabo la libertad de Chile. El coronel Las Heras, a cargo de la columna que avanzó por el Paso de Uspallata, cruzó por ese sendero de piedras unidas con argamasa.

Este puente colonial de piedras se levanta sobre el arroyo del mismo nombre. Este curso de agua sufre cambios de estructura drásticos y es difícil que mantenga un mismo cauce. La naturaleza se expresa a través de su lecho y por eso no siempre sus aguas pasan por debajo del puente, a veces lo esquivan y van por el costado.

El Paso de la Cumbre o Paso de Uspallata era el más importante de los cruces andinos y comunicaba directamente con Santiago de Chile y Valparaíso. Tuvo un rol protagónico en el intercambio comercial, militar y político de las épocas prehispánica y colonial. Se cree que el puente fue construido por orden del gobernador de la Capitanía General de Chile, Ambrosio O´Higgins, padre de otro militar que conocemos como padre de Chile, Bernardo O´Higgins, dada la importancia que adquiría este camino en las relaciones comerciales. También se le adjudica la construcción de varias postas en el camino para salvaguardar a los viajeros en las estériles travesías.

Muy cerca del puente, en la margen norte del arroyo, quedan restos del Fortín de Picheuta que en 1814 San Martín, siendo gobernador de Cuyo, ordenó levantar para dar refugio a los soldados que pasaran por esa región.

La historia nos cuenta que en enero de 1817 una avanzada realista atacó el fortín donde se apostaban unos pocos soldados patriotas. La noticia de que los realistas ya estaban de este lado de la cordillera llegó hasta el campamento del coronel Las Heras, quien envió una división que venció a los enemigos en el combate de Potrerillos. Este habría sido el bautismo del Ejército libertador en el Cruce de los Andes.

La importancia histórica del Puente de Picheuta en la gesta sanmartiniana y en los valores histórico-culturales de la provincia de Mendoza le valió para ser nombrado Monumento Histórico Nacional. Sin dudas, fue un paso importante por su ubicación estratégica y un testigo de la historia que guarda muchos relatos de viajeros.

 

Fuente: Welcomeargentina, Miriam Coronel