El sector indicó que, cerca de la mitad, no tiene preparación en seguridad. Un proyecto busca reglamentarlos.
En Mendoza no existe supervisión para las personas que se desempeñan como guías de montaña y realizan actividades con personas a su cargo, poniendo vidas en riesgo cuando los responsables no tienen preparación adecuada, según denunciaron la Asociación Argentina de Guías de Montaña (AAGM) y la Asociación Argentina de Guías Profesionales de Montaña (AAGPM). Así, no se cuenta con una forma certera de controlar si los “guías” están capacitados para esa tarea.
Mario González –fundador de la AAGM– y Leandro Villegas –vicepresidente de la AAGPM– señalaron que existe una gran cantidad de actividad informal cuando se trata de responsabilizarse de personas en la montaña. Según estimaciones realizadas a base de la cantidad de gente que se registró en el Aconcagua este año, alrededor de 50% de los guías no tiene preparación profesional.
En Mendoza hay unos 150 guías activos en la nómina de las agrupaciones de personas con esta especialidad. De hecho, este año, se tomó nota de 130 de distintos niveles (trekking, montaña y alta montaña) en el Aconcagua, mientras que otros 100 lo hicieron sin respaldo de ser guías o de contar con uno local en caso de grupos extranjeros.
“Puede que se preparen en otras áreas, como Educación Física, pero hay factores de riesgo en altura que no se pueden prever sin conocimiento. A eso hay que sumar los cruces de los Andes, desde Mendoza o San Juan a Chile, donde estimamos que hay mayor carencia de guías profesionales”, indicó González. “Lamentablemente, sale a la luz recién cuando ocurre una tragedia”, agregó.
Por su parte, Villegas explicó que, con frecuencia, la asociación realiza relevamientos y detecta nuevos sitios web y páginas en las redes sociales que promocionan actividades de montaña como si el guía fuese oficial. “El momento para sospechar es cuando niegan información. Los clientes tienen que pedirle el título o el certificado a la persona que se presenta como guía”, aconsejó.
Hace poco más de una semana, estas instituciones señalaron la misma preocupación cuando se dio a conocer que Sebastián Petean Pocoví (acusado de apuñalar a su mujer, embarazada, y luego embestir y matar a dos policías en el cruce de Blanco Encalada) se dedicaba al turismo de montaña e, incluso, manejaba una agencia de excursiones en la cordillera.
De inmediato se envió un comunicado en el que se negó la pertenencia o formación de Pocoví en estas organizaciones. En la nota se aclaraba: “Las exigencias que requiere la actividad implican un control y una adecuada gestión de fiscalización que evite lo máximo posible el trabajo de personas no capacitadas para ello en ninguna de las actividades de turismo activo, ya sean estas desarrolladas en tierra, agua o aire. Los pseudoguías, comúnmente conocidos como guías truchos, y las empresas, también sin registro alguno, que trabajan en connivencia, empañan esta noble profesión”.
Ahora, Villegas y González estuvieron en una reunión con la Comisión de Turismo y Deportes de la Legislatura, donde se analiza un proyecto para regular la actividad en Mendoza. Si bien la iniciativa que se está revisando es del 2012, existen otras desde el 2008 y la última se presentó en el 2017, pero nunca llegaron al recinto.
Por lo tanto, el proyecto pretende reglamentar quiénes pueden ser guías, la forma de control y las obligaciones que tendrán estos profesionales. Entre las medidas está la creación de un registro de guías debidamente especializados en montaña, se listarán las instituciones que pueden emitir certificación oficial y se podrá multar e inhabilitar a quienes no cumplan con los requisitos.
La idea sólo se ocupa de la contratación de guías, no exige la presencia de uno para subir a la montaña ni limita a las personas a llevar a otros para escalar si se trata de una actividad no comercial. “Hay que avanzar en el control de las actividades de agua y aire, como rafting o paracaidismo”, indicó el presidente de la comisión, Pablo Cairo.
Fuente: El Sol Online
28/06/2018