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El desierto negro de Mendoza

La Payunia, el paisaje volcánico mendocino, un lugar único que se puede visitar. No te lo pierdas!

La Payunia es un parque volcánico con paisajes singulares que se ubica al sur de la provincia de Mendoza.

 

La región se considera como uno de los campos volcánicos más conocidos de América del Sur y es que concentra más de 800 volcanes. La Payunia es, sin duda, un desierto negro apenas explorado y que resulta interesante de ver.

 

Para conocer mejor este misterioso lugar de La Payunia, hay que contratar a un guía que conozca bien la zona ya que los caminos que surcan la reserva no están señalizados.

 

Qué ver en la Payunia

La Payunia nos deja un extraño paisaje y recrea la sensación de asistir en directo a lo que fue la tierra en sus orígenes. Las vistas se caracterizan por los rasgos de lo que fuera una actividad volcánica.

 

Curiosamente se conoce este lugar como desierto negro porque una de sus primeras manifestaciones volcánicas son las conocidas pampas negras, arenales formados por lluvias de lapilli o piedras de lava fragmentada, que hacen que todo se vea negro.

 

Los volcanes de esta reserva están apagados desde hace milenios y no hay posibilidad de erupción, y entre ellos destacan los más altos: el Payén Liso y el Payún Matru, de los que proviene el nombre del lugar, con 3.838 y 3.715 metros de altura respectivamente.

En algunos atardeceres en la Payunia se puede apreciar unas nubes rojizas y oscuras sobre el cono del Payén Liso. Tienen formas circulares de tal forma que, vistas desde lejos, parecen una fumarola volcánica y da la sensación de que estamos ante un paisaje propio de un pasado lejano.

 

Visitar la Payunia

Solo se puede recorrer este parque de la Payunia, que fue declarado Reserva Total provincial en 1988, con un guía autorizado para preservar el ambiente y por la seguridad de los turistas, ya que no hay infraestructura vial en su interior. Se puede conocer en 12 horas y se pueden contratar excursiones y cabalgatas nocturnas. Del mismo modo, se pueden desarrollar actividades como trekking, safaris fotográficos, avistaje de la fauna o travesías en 4×4.

Hay multitud de caminos internos que surcan la reserva y rutas con paisajes que contrastan con pampas negras y cerros rojizos de diversas formas. Destaca el Campo de Bombas -trozos de larvas que rodaron desde los cráteres en estado líquido, que nos deja un paisaje diferente tal y como si estuviéramos en una película de ciencia ficción.

Esta reserva atrae especialmente a los geólogos y vulcanológos de todo el mundo ya que afirman que es un escenario único y que sólo se puede encontrar parecido en Islandia o Hawai.

 

Fuente: MDZ Trip