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El Museo del Área Fundacional: un museo de sitio

Área Fundacional de Mendoza

Área Fundacional de Mendoza

El Área Fundacional rescata el sitio donde fue fundada la Ciudad de Mendoza el 2 de marzo de 1561 y en torno a ella se construyeron los edificios más significativos del antiguo casco urbano. 

El Museo del Área Fundacional es el resultado de la necesidad de conservar los restos arqueológicos excavados entre 1989 y 1991 del antiguo Cabildo de la ciudad, a la vez que servir de centro para el desarrollo de las actividades culturales del centro histórico de la ciudad. Fue creado por la Municipalidad de Mendoza e inaugurado en 1993; en su entorno se encuentran otras construcciones que han sido excavadas y exhibidas como son la antigua fuente de la plaza y los restos del ex convento e iglesia jesuítica ahora conocidas como Ruinas de San Francisco.

 

Antecedente Histórico

El edificio que alberga es, por lo tanto, un museo de sitio, ya que es el resultado de la puesta en valor y preservación de los restos del antiguo Cabildo, y de sus cambios a lo largo del tiempo. Esa institución era de gran significación para las ciudades americanas y en este caso tiene especial importancia ya que fue totalmente destruido por el terremoto de 1861 que asoló la ciudad. La comunidad mantuvo vivo su recuerdo en la memoria urbana por la importancia de los eventos históricos que allí tuvieron lugar y de allí el que el gobierno de la ciudad haya organizado un trabajo de arqueología e historia bajo la dirección del Dr. Daniel Schávelzon y el Prof. Roberto Bárcena, quienes lograron descubrir los restos del Cabildo en 1989.

Los restos que han logrado encontrarse corresponden al edificio que existió allí desde inicios del siglo XVIII; por debajo de éste se encontraron evidencias de construcciones más antiguas y de la población indígena que habitaba el lugar hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI para fundar la ciudad. Por encima del Cabildo estaban los restos de otro edificio, un matadero de ganado, que funcionó allí entre 1861 y 1927, el que a su vez fue destruido para edificar encima una feria. Ésta es la que, abandonada, llegó a 1989. Fue la intención de los arqueólogos dejar evidencias de todas esas etapas ya que muestran el proceso de transformación que vivió el lugar y la ciudad a lo largo de cuatro siglos de historia.

En 1991 se hizo la excavación de la Plaza Pedro del Castillo, que enfrenta al Museo, donde se encontró la fuente que surtía de agua a la ciudad, construida en 1810. En ese momento se realizó una cámara subterránea de grandes dimensiones para proteger esa fuente y permitir el acceso de visitantes en un entorno controlado de humedad y temperatura. Actualmente forma parte del Museo y de las visitas guiadas.

Desde 1995 se está excavando y restaurando las Ruinas de San Francisco, ubicadas a una cuadra del Museo, las que una vez completadas se integrarán también al conjunto museístico, recuperando así una buena parte del centro de la ciudad anterior al terremoto de 1861. Esto ha significado el rescate del centro histórico de la ciudad ya que después del terremoto la ciudad fue trasladada quedando esta zona como marginal y abandonada.

Durante todos esos trabajos arqueológicos se logró encontrar miles de objetos de todo tipo, los que cubren toda la historia de la ciudad y son buen ejemplo de la cultura material cotidiana. Esa colección, ya clasificada, forma el patrimonio básico del Museo y es exhibida en forma habitual. El Museo del Área Fundacional es en realidad el elemento centralizador de todas las actividades del centro histórico.

 

Concepción Museográfica

La construcción fue planeada de tal manera que permita una buena observación de lo excavado, llevar a cabo acciones culturales con suficiente espacio, pero de tal manera que no se destruyan otros posibles restos aún no excavados. Para ello se optó por una cubierta muy liviana con columnas también metálicas que se apoyen sobre la estructura de cimentación preexistente de la feria que allí existía. Los pisos en el interior fueron hechos con pedregullo y madera que puede ser levantada para futuros estudios y en el exterior se colocó pasto, evitando los estacionamientos u obras de cualquier tipo que afectaran restos arqueológicos. Una nueva etapa de excavaciones fue iniciada en la segunda mitad del año 1997.

El edificio cuenta con instalaciones en extremo modernas y la flexibilidad que presenta su planta permite adaptarlo a diferentes tipos de eventos, exposiciones o celebraciones. Es de una sola planta logrando un gran espacio unificado. Cuenta con un sector para oficinas administrativas, laboratorio, depósito, taller de montaje y una cafetería. En síntesis es un museo no autoritario, ampliamente flexible, de fácil lectura para el no iniciado, sin dejar de lado su objetivo central como museo de sitio. Se ha tenido especial cuidado en la calidad ambiental (aire acondicionado, música ambiental, texturas y colores de paredes y pisos). También en el acceso se venden libros, folletos y artesanía de producción local.

Las salas de exposición cuentan con fotografías, maquetas, paneles y dioramas que muestran la compleja evolución del hombre y su cultura a través del proceso de apropiación de su medio ambiente. Luego se desarrolla el proceso histórico regional con el período indígena, luego los siglos de la dominación hispánica y la Independencia hasta el momento del terremoto de 1861 que acabó con la ciudad. Se complementa la visita de las excavaciones y lo ya descrito con una serie de vitrinas en donde se observan objetos encontrados en el trabajo arqueológico con sus explicaciones correspondientes. Hay una sala de exhibiciones temporales que permite atraer un público más amplio mediante la exposición de obras de arte. Es decir que el museo ha establecido dos estrategias de exhibición: una en relación directa con las ruinas que protege (exhibición, continuación de excavaciones, estudios de laboratorio y actividades de difusión) y por otra parte actividades relacionadas con la historia y la cultura de la ciudad de Mendoza (eventos de todo tipo, congresos, exposiciones, conferencias).

 

La Colección

La colección del museo se ha formado a partir de los objetos recobrados durante la excavación del sitio y de la fuente y las ruinas de San Francisco. Consiste en muchos miles de cerámicas, botellas, frascos, objetos diversos de hierro, cuero, hueso y vidrio. Hay múltiples cerámicas indígenas, europeas y regionales desde el siglo XVI al XX. También se han ido integrando, por compra o donación, fotografías antiguas del área fundacional, planos, mapas, cuadros, dibujos antiguos y objetos diversos que formaron parte de la ciudad. Este acervo está en proceso de catalogación y de ampliación, lo que aún dista de ser completado por los pocos años que tienen el museo de inaugurado y la enorme cantidad de objetos que lo compone.

 

Fuente: danielschavelzon.com.ar