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El valle de Uspallata y sus truchas

El valle de Uspallata se encuentra al NNO de Mendoza. Es de origen glaciar, recorrido por uno de los principales ríos de la provincia, el Mendoza.

Este gran acuífero, formado del aporte de varios ríos y arroyos, nace cerca de Punta de Vacas, por la confluencia de los ríos Vacas y Tupungato. Más abajo, aporta el Cuevas, el Colorado, el Blanco. Siguiendo su descenso suman los arroyos Tambillitos, Ranchillos, Picheuta, Uspallata, Alumbre, y Blanco de Potrerillos. Todo el caudal se embalsa en el embalse Potrerillos. A esta altura recibe ya hacia el espejo el río Blanco. Embalse abajo, agoniza por la mano del hombre hasta las lagunas de Guanacache. El río Mendoza solo lo hallamos transparente de abril a agosto.

Estrictamente en referencia a la pesca, estos cursos están llenos de salmónidos. El río Tupungato aloja truchas Arco Iris en gran cantidad entre los 300 a 600 gramos. Como técnica recomendada es la pesca rio arriba. Las moscas más frecuentes son las imitaciones de pequeñas efémeras tales como la Pheasant Thail y la Hare Hear. El río Vacas es un excelente pesquero, con grandes pozos y cañadones que solo presenta transparencia de mayo a julio. Sus Arco Iris son robustas y rondan el medio kilo. Las moscas acá deben ser más vistosas, como las Hare Hear Rubber Legs. En estas alturas las truchas del río Mendoza son grandes, Arco Iris y Marrones que logran avanzar para desovar en los ríos y arroyos donde nacieron se observan incursionando en algunos afluentes. Es emocionante observar grandes truchas en pequeños arroyos. Pescarlas requiere el máximo respeto a su estado. Siempre la devolución en estas épocas es obligada y necesaria.

Los ríos Colorado y Blanco tienen un encanto especial de paisaje y cercana lejanía. Enturbiando el cauce del Mendoza frecuentemente. Sus truchas igualmente combativas tienen la furia del escaso impacto humano.

Bajo Uspallata podemos hallar a las truchas más territoriales en las épocas donde está transparente. Arco Iris y Marrones de colores vivos defendiendo su territorio. Moscas como la Bichon Fly BH, la Wooly Bugger Olive, la Matuka son efectivas. La técnica es típica de Streamers. Las peleas de estas truchas son descomunales. El espacio generoso del ambiente permite al pez emprender largas corridas.

Camino a Potrerillos vemos truchas territoriales y plateadas. Estas últimas son las que emprenden el ascenso a los cursos superiores desde Potrerillos, primero las Marrones y luego las Arco Iris. Podemos utilizar técnicas ninferas en sectores secundarios del río. Grandes moscas del tipo emergentes como la Prince son especiales.

En todos los arroyos que aportan al Mendoza -Ranchillos, Tambillitos y Picheuta-, podemos pescar truchas. Cursos como el Alumbre aloja truchas Arco Iris que rondan los 400 gramos y pueden ser tentadas con técnicas muy sutiles de pesca río arriba y pequeñas imitaciones de dípteros, efémeras y plecópteras.

Potrerillos embalsa el agua y concentra en este afán a peces descomunales. Grandes Arco Iris y superlativas Marrones rondan los 2 kilos, con records de 4. Se pesca todo el año entre las subidas y bajadas de nivel. La migración de los peces dentro del espejo se produce según la época del año y el nivel del agua. El Bosquecito, la Mula Tuerta y Costa Norte, son excepcionales en horas específicas y de acuerdo con la temperatura reinante. Moscas como ninfas de odonatos, imitaciones de peces y alevines, secas como las grandes Caddis son preferidas.

Este valle de abundante agua y variada morfología de ambientes posee una gran población de peces de calidad superior. Pero la cercanía al hombre lo impacta profundamente. Grandes visuales de contaminación y depredación son frecuentes, más allá del esfuerzo de organismos y ONG’s para contenerlo. Tras ello, tiene un gran valor, como uno de los destinos de pesca más cercanos a la ciudad de Mendoza.

 

Fuente: Cumbres por Jorge Aguilar Rech